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Era una mañana de invierno en Seúl y YoonGi estaba con frío en su salón de clases preguntándose por qué había ido al colegio, podría estar en su cama calentito en lugar de aquel tormento de colegio.

—¡Hola, YoonGi-hyung! —saludó un alegre TaeHyung—. ¿Sabías que ahora hay una máquina expendedora de té y café? ¡Con este clima a cualquiera le apetece un café! O bueno... yo prefiero un té.

Sería mentira si dijera que YoonGi no se alegró al escuchar eso, pues salió corriendo a penas Tae terminó de hablar. No le preguntó donde estaba la máquina, pero deducía que estaba en el segundo piso, en la cafetería.

Llegó y se sorprendió al ver que nadie andaba por allí, no era tan temprano, quizás el resto sí se quedó en sus camas.

Depositó las monedas en la abertura y presionó los botones para obtener un vaso y poner el café ahí, lo malo es que no salía. YoonGi se empezó a enfadar y estaba a punto de darle un puñetazo a la máquina de no ser por un chico que apareció en el lugar, el cual se acercó y presionó otro botón que se encontraba más abajo del resto y decía: ACEPTAR.

YoonGi se sentía como un estúpido.

—Aquí tiene, hyung —Un chico rubio de ojos marrones le entregó el vaso con café.

—Gracias —pronunció avergonzado. El chico sonrió en respuesta y Min YoonGi aseguró que nunca en su vida había visto una sonrisa tan hermosa como aquella.

Sonó el timbre de la siguiente clase y el chico rubio se aceleró —Voy a llegar tarde. Adiós, hyung, espero verlo otra vez —Hizo una reverencia y se retiró corriendo.

YoonGi se quedó un minuto recordando la sonrisa del chico y luego se acordó de que también tenía clases, tomó su café y se largó a su salón.

Aquel fue el primer día desde que llegó a ese colegio en que YoonGi fue reprendido.

♥Coffee♥ YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora