7 | Mirame a los ojos

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Sol sacó el celular de su oreja al ver qué nadie respondía, después de unos segundos colgó la llamada. Seguiría el consejo de su madré, mañana hablaría con Tyler, y que pasara lo que tuviese que pasar.

(...)

—Me la pasé muy bien ayer,— Kimberly, o como todos la llamaban "Kim" dijó sonriente.

—Que bien,— Tyler estaba algo distante con la chica, pues si ese era impedimento de Sol, obviamente la desecharía.

—Tyler,— la chica sonrió viendo al sus pies, jugando sus dedos.— Me gustas... me gustastes desde la primera vez que te ví, el primer dia de clases.

Tyler abrió los ojos y quedó observando a la chica. No le sorprendió que ella gustara de él, sino la forma tan facil como lo dijó, ¿Acaso en Buenos Aires las chicas se declaran a los chicos? Eso no esta prohibido pero, lo más correcto es que el chico de el primer paso.

Tyler no sabia que decir, ni que hacer, veía a la chica quién en momentos veía sus labios.

—¿As escuchado una frase que dice "Es mejor quedarte con la culpa y no con las ganas"?,— preguntó la chica.

—Sí, en ocasiones.

—Me alegró que lo entiendas,— dijó la chica, y de un paso al frente, besó los labios de el castaño.

—¡Kim!,— dijó Tyler quedando atónito.

Kimberly aprovechó la inmovilidad de Tyler, para darle otro beso.

«Maldita conciencia ¡Reacciona!» se repetía Tyler. ¿Que había hecho? Porque lo permitió, ¡Sol lo mataría!

Tyler y su mirada rastreadora empezó a buscar, rogaba que no estubiese ni Gael, ni Ryan, ni Sadie, nisiquiera Sirel, mucho menos S... ¡Oh no!

El castaño sintió la vibra más horrible de toda su existencia, se le calentó la sangre. ¡¡No puede estar pasándole esto solamente a él!!

Sol estaba frente a ellos, en su mirada revuelta de tristeza y odio sus ojos se tornaron colorados. Y a su lado, vaya... el demonio suelto, El aspecto de Sirel quieriendolo matar era inexplicable. Tyler se separó y dejó a Kim parada, para dirigirse a ellas.

—!Sool!,— le gritó intentando detenerla.

Pero Sol ignoró, y en cambio Sirel giró.

—¡Nisiquiera te acerques a ella!,— gritó de una manera irreconocible Sirel.

Tyler quedó tan asustado, Sirel nunca estaba asi.

—¡No es como parece!

Sirel se hecho a reir.

—Estamos en pleno siglo veintiuno, "No es como parece" ya no es una excusa Stell.

Tyler se detuvo y maldijo aquel momento.

«Eres un tremendo estupido» se repetía en la cabeza.

El timbre sonó, y no tuvo opción que entrar a clases.

Las horas éranse eternas, en el recreo Sol no salió, no pudo hablar con ella. Y a la hora de salida, no había rastros de la Balsano.

(...)

Una parte de ella, quería salir corriendo, huir dé todos, olvidar a Tyler y de el daño que ahora tenía. El ruido de su celular llamó su atención.

Levin 👦🏻
Hola hermosa, ¿Que haces? Te parece si vamos por un starbucks por la tarde, me encanta pasar ratos contigo pequeña.

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