2 | Ella es, Sol

27 | Feliz cumpleaños, Sol

Ya había pasado tres semanas desde el percance de Sol, ya había pasado dos semanas desde que Sol salió del hospital. Pensaban no decir nada sobre como ahora estaba ella, era demasiado para una niña de quince años desilusionarla de esa manera, pues todas soñamos con algún día ser madres. Y esto era verdaderamente jodido.

Tyler no mostró enojo ni mucho menos desilusión a Sol «Aunque él estaba quebrado, pues aunque son niños aún, Tyler solamente quería que Sol fuese la madre de sus hijos».

Ese tema se decidió no hablar en la última semana para no amargar a Sol, era algo que no dejaba de doler, sin embargo mil cosas podían pasar.

(...)

—¡Feliz cumpleaños, Sol!—se escuchó en la sala, Sol bajo casi corriendo y abrazó a sus padres.

—¡Feliz cumple, Sol!—Mar la abrazó.

Sol sonrió.

Y así todos la abrazaron, incluyendo Tyler que ya eran novios otra vez.

—¡En la tarde es la fiesta!—grito Ambar—. Mi vestido esta, Di-vi-no.

—Y no has visto el mío—sonrió Valeri.

—¡Callaos que yo, brillaré—dijo Annaly.

Todos empezaron a reír, los chicos salieron al jardín.

—Quiero darte algo—Tyler sé puso frente a Sol.

Sol le dió un pequeña sonrisa mientras Tyler le dió una pequeña caja.

Sol frunció el ceño, él le colocó una pequeña medallita diminuta en forma de corazón, de oro. Sol sonrió al verla.

—Es muy bonita.

—Más que tú, no—Tyler dijo, Sol sonrió—. ¿Estás nerviosa?

—Es solo una fiesta, Ty.

—Te veras muy hermosa.

Tyler sonrió para luego tomas la barbilla de Sol y besarla tiernamente.

—Quiero estar contigo siempre—dijo Tyler, pero Sol en ese momento su rostro cambió.

—Tyler, no quiero arruinar tu vida para que estés toda tu vida conmigo—dijo—. Mereces encontrar a alguien que pueda darte... una familia.

Y sí, tal vez era cierto. Pero a Tyler no le importaba tener a más personas si tenia a Sol.

—Sol, por favor—el la abrazó—. Falta demasiado, estarás bien—dijo—. Estaremos bien.

Sol sonrió.

—¿Él es André?—preguntó Tyler.

—Sí, ahora el mejor amigo de Mar—Sol sonrió—. Que bueno que Simon y Ámbar decidieron adoptarlo, Sirel también lo necesita.

El día paso, y ahora mismo Sol estaba casi lista, tenía su vestido largo de princesa en color rosa, su cabello recogido en un peinado caído, y un poco de maquillaje.

Era el día.

—Te vez hermosa—Matteo abrazó a Sol, y de inmediato sus ojos se llenaron de lagrimas.

—Papá—Dijo Sol, queriendo reír.

—Creciste tan rápido, no puedo creerlo, apenas ayer recuerdo haber chocado a tu madre.

Llegaron a la fiesta, miles de cámaras y todo eso estaban en la entrada del salón. Demasiadas personas «demasiadas» unos arreglos hermosos, todo. Era la fiesta ensueño de cualquier chica, a pesar de que Sol no quería eso, Luna estaba demasiado emocionada.

Todas las personas estaban bailando disfrutando de la gran fiesta que los Balsano y los Benson habían preparado para su hija mayor. La fiesta era todo un éxito las luces que se movían de un lado a otro y la música tan buena que hacia todas las personas bailar como nunca antes lo habían hecho.

Mar se movía de un lado a otro bailando con su cuñado, Tyler. Mientras Sol, bailaba con Gael.

Luna y Matteo reían mientras bailaban, a kilómetros se notaría que bajo ese techo solamente había felicidad.

Adiós problemas, adiós todo.

Solamente éranse ellos y la música.

—No aguanto más el vestido—dijo Sol mientras reía con Gael.

—¡No aguantas nada, inútil!—dijo.

—¡Oye!

—Admito que la fiesta de Sirel, estuvo buena. Pero esta fiesta ¡es increíble!

Sol empezó a reír.

Al siguiente día...

—Crees que ya sea momento—Tyler empezó a reír.

—Sí, ahora mi papá no puede decir nada—dijo Sol—. Aunque si, tengo algo de miedo.

—Y yo como crees que estoy.

—Bueno, mi mamá estará ahí, creó que será más fácil.

—¡No puedo creer que tu madre lo sabía!—dijo Tyler.

—Mi madre es cool—«y vaya que lo era».

—Me imagino el rostro de Matteo y...

—¡No va a ser tan malo!

—Lo dices porque vos no vas a ir y le hablaras al papá de tu novia para pedirle permiso de estar con uno de los seres que más cuida en el puto planeta.

Sol soltó una carcajada, y luego vió a Tyler.

—¡Te creía más hombre! Veo que mi novio es un gallina—Sol sonrió.

Tyler entrecerró los ojos y observó a la rubia.

En eso, el ruido de la puerta hizo que ambos la observarán, ahí entro Luna y Matteo.

—Sabia que algún día tendría que hacerlo, pero jamás pensé que me sería tan difícil—dijo Tyler.

Sol rodó los ojos.

—Ahora o nunca, Stell—dijo Sol.

—Ahora, Balsano—Ella río.

—¡Sol, Tyler! Hola—dijo Luna cuando los vió.

—¡Hey, chicos!—Matteo sonrió.

Sol y Tyler sonrieron.

—Eh, tío—Tyler habló—. Me gustaría hablar con vos, bueno con los dos.

—Claro muchacho, dinos—dijo Matteo incrédulo.

—Lo que sea que tengas que decir, decirlo ahora—Luna sonrió pícaramente sabiendo el motivo.

—Bueno, yo...—Tyler se tensó—. Saben que Sol y yo nos conocemos desde chiquitos, ella es la niña más maravillosa que en mi vida e conocido y por eso y muchas cosas más, en el trayecto que e estado con ella desde que regresé, ambos nos dimos cuenta que...—Tyler suspiró, el rostro de Matteo ya había cambiado rotundamente. Luna y Sol querían reir—. Que sentimos algo más que una amistad, por eso quería pedirles permiso para que...—Tyler cerro los ojos—. Sol sea mi novia—dijo rápidamente.

«Oh Matteo, si supieses que están de novios desde hace meses».

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