13 | La oficina de papá

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Sol suspiró, su madré solamente preguntó a Sol si Tyler estuvo ahí la tardé ¿a quién se le ocurria llamar a esas horas de la madrugada?.

Despertó a las pocas horas, ya era de día, todos estaban dé pie, pero Sol recordó que no tenía ni un jodido vestido para hoy. Se pusó un shorts de mezclilla, y una playera blanca, se acomodó sus converse, se amarró su cabellera rubia en una cola alta y salió.

—Abuela— dijó Sol.

—Hola pequeña, si preguntas dónde estan tus padres, estan en la empresa de tu padre, vendrán pronto.

(...)

—Fue más fácil de lo que pensé,— dijó Luna cerrando la puerta de la oficina de Matteo.

—Este tipo de contratos es fácil mi amor, llevo haciendo esto toda mi vida— Matteo sonrió sarcástico.

Luna sonrió y se sento en la orilla de la mesa/escritorio de Matteo justo frente a él, el italiano estaba sentado en su silla.

—Eres tan hermosa— dijó Matteo sonriéndole a Luna.

—Me lo has dicho muchísimas veces mi amor— dijó y la mexicana sonrió.

Matteo se puso de pie quedando frente a Luna.

—Me encanta esto...

—¡Matteo!— Luna sobresaltó al sentir las manos de Matteo apretar su tarsero.

—Esto..— Matteo pasó sus dedos por los senos de Luna.

—Basta,— decía Luna sabiendo que si Matteo seguía, ella caería.

—Todo de tí me encanta,— Matteo posó una mano en el cuello de Luna y lo jaló hasta él, dándole un besó apasionado.

Luna por su parte enredó sus brazos alrededor de el cuello de Matteo y le siguió el beso. Matteo se encimaba poco a poco a Luna, mientras con la otra mano bajaba por todo su cuerpo con pequeñas caricias. Luna hacía lo mismo, Luna levantó la vista y Matteo fue dejando besos en su cuello, la mexicana cerraba los ojos y se mordía los labios. Mientras bajaba la mano con sus caricias, Luna toco la gran ereccion de Matteo.

En ese momento Matteo dejó de besar a Luna, también las caricias se fueron.

—¡Lo has hecho!,— dijó el Italiano para caminar hasta la puerta y cerrar con llave, se regresó a paso rápido.

«¡Aca no!» pensó Luna.

—¡Matteo! Acá no— dijo la rubia.

—Aquí y donde mierdas queramos— dijó mientras tomo a Luna de la cintura y la sentó bien en la mesa y empezó a besarla como loco.

—Matteo— Luna le era imposible hablar por los besos,— ¡Basta! Acá no.

Matteo se detuvo y la quedó viendo fijamente.

—Acá no, es tu oficina,— dijó Luna agitada.

—Pues lo siento mucho,— dijó Matteo acercándose a ella, metió su mano bajó su falda tallada, y pocó a pocó con pequeñas caricias se acercaba a la intimidad de Luna.

—Matteo,— la respiración de Luna se empezó a agitar.

—Dime que me alejé,— decía Matteo acariciando su entrepierna.

—Matt...— Luna empezó a delirar.

—Dimelo y me alejo.

—Matteo,— gimió Luna cuando el Italiano empezó a jugar con su braga y hacía que Luna se estremeciera.

—Anda...

Luna cerró los ojos y se mordía los labios.

—Dime que me ale...

Luna no dejó terminar a Matteo cuando lo jaló para besarlo. Matteo acomodó a Luna mas adentro de él escritorio, pero las cosas que habían allí estorbaban.

—¡A la mierda!— dijó Matteo aventando todo de un manaso.

Luna descontrolada mente quitó la playera de Matteo, y le desabrocho el jeans que llevaba puesto.

Matteo hizó lo mismo, solamente con la parte de arriba de Luna, lo sacó y lo dejó solamente con el sosten, donde escabulló su rostro y empezó a dar ligeros besos, con los labios desacomodó el sostén de Luna, haciendo que los senos de esta salieran, pasó sus manos por detras y desabrochó el sosten de una vez. Empezó a jugar con los pezones, los mordía, y Luna gemía.

Los pantalones de Matteo estaban en el suelo, solamente lo cubria el bóxers que traía. Pero Luna se deshizo de ellos, y se apuró más cuando vió eso qué tanto le gustaba. Matteo sonrió y acerco a Luna, le subió la falda hasta la cintura, dejandola libre solamente con el pedazo de tela que cubria su intimidad, lentamente se deshizo de ella, haciendo sufrir a Luna por lo lento que bajó esa prenda, entonces acerco a Luna. Y esta puso sus manos detrás recargandose sobre ellas, Matteo tomó a su amigo, y lo acomodó perfectamente, y como si tener sexo en él escritorio fuese lo que los salvara, empezó a embestir a Luna una y otra vez.

—¡Matteo!,— Luna gemía su nombre, mientras él Italiano seguía haciendo lo suyo— ¡Ah!.

Los gemidos placenteros de Luna estremecían mas a Matteo.

—¿Te gusta?,— preguntó Matteo.

—Me encanta, ¡Sigue!,— gritó Luna entre gemidos.

Por la fuerza, los senos de Luna brincaban, y eso Matteo lo asfixiaba, sin salir de ella, dejando su ereccion dentro de ella, se lanzó hasta ellos, y empezo a besarlos, chuparlos desesperadamente. Luna se arqueó y dejo su cabeza hacia atras mientras daba pequeños gemidos. Luego, Matteo salió de ella, la bajo de la mesa, le dió media vuelta dejando a Luna a espaldas de el, la acorruco deteniendo la mesa, parando el trasero, y de nuevo empezó con lo suyo. Estaban tan cerca, y al fin llegaron, Matteo salió de Luna, y Luna se paró bien, vío a Matteo, el la veía también. Matteo beso a Luna, la beso tan apasionadamente, que Matteo cargó a Luna, así todos desnudos, y llegaron al sofá rojo que había en la oficina, y ahí empezaron a hacerlo otra vez.

(...)

Porqué tardan tanto, ¿segura Abuela que vendrían temprano?,— preguntó Sol.

—Eso dijeron, solo iban por un contrato.

—Tardan mucho.

Sol estaba frustrada, mientras sus padres muy agustos. ¡Necesitaba un vestido nuevo para hoy!.

—Iré a la empresa, si no están ahí, esperaré en la oficina de papá.

—Tanto te urge Sol,— respondió Lili.

—¡Me servira hoy en la noche abuela!— dijó apuntó de salir a la puerta.

Pero Frank, el chofer le ganó entrando por la puerta de la mansión, con ¿un regalo?.

—Estaba en la puerta, es para usted señorita,— Sol sonrió y tomo el paquete.

—Gracias Frank,— dijó Sol, abriendo  el regalo.

Sacó un hermoso vestido negro, con transparencia y flores rosas. Era lindo.

Pero, ¿Quien lo mando? acaso fue su padre, ¿acaso fue Tyler?...





¡Ahí tienen su HOT Lutteo!😂
Jajaja, esperó y os haya gustado, no soy experta en describir esas cosas. Pero bue.

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