Capítulo 3: Espero que te comportes

109 14 3
                                    

Al día siguiente Inuyasha encontro a Aome de camino a la escuela.

- Buenos días.

- Buenos días, Taisho.

- ¿Le contaste a alguien lo que paso?

- Le pregunté a mi abuelo y me conto que la garra perteneció a un ogro pero estaba bendecida y por eso era de protección contra cosas sobrenaturales.

Claro que no fue lo único que dijo después de ver que a su regalo le faltaban todos los dedos.

- Y tú ¿le contaste a alguien?

- Claro que no, nadie me creería.

Llegaron a su curso, estaban por entrar cuando escucharon una voz.

- ¿Inuyasha? Inuyasha, amigo ¿cómo estás?

El joven de ojos azules se acerco a ellos.

- No sabía que ya te habían cambiado -le dijo dándole una palmada en el hombro-. ¿Cuándo llegaste?

- Hace dos días -respondió algo apenado.

- Me hubieras dicho así te mostraba el lugar, pero veo que conseguiste mejor compañía -dijo mirando a Aome-. Creo que ya nos conocemos señorita...

- Higurashi.

- Qué hermoso nombre -dijo dándole un beso en el dorso de la mano-. Inuyasha siempre estás haciéndote de las chicas más bellas del lugar, ¿verdad?

- Miroku -refunfuñó molesto mientras su amigo reía.

- Es sólo una broma. Señorita -dijo dando una reverencia-, Miroku Hoshi a su servicio.

Aome se giró mientras conversaban y entro a su curso. Ese Inuyasha debía ser igual a su amigo.

Siempre haciéndote de las chicas más bellas del lugar.

Sus amigas tenían razón, debía alejarse de él, de ambos.

- Inuyasha espero que te comportes, sabes que Kaede no soportará que vuelvan a expulsarte -dijo muy serio-, es más, me pidió que te vigilara.

- Lo sé, no tienes que cuidarme.

- No te cuidaré, cuidaré a los otros -dijo riéndose.

Luego ambos entraron a sus respectivos cursos.

Durante el recreo Inuyasha intentó hablar con Aome pero ella lo ignoraba, no sabía que le pasaba.

Como era miércoles tenían gimnasia, pero la azabache también lo ignoro esa hora.

- ¿Puedo saber por qué me ignoras? -preguntó molesto cuando estaban alejados de todos al final de la clase.

- Simplemente no quiero tener nada que ver con chicos como tú y Hoshi.

- ¿Chicos como yo? -preguntó confuso-. Si te refieres a las peleas en mi anterior escuela, ese es un asunto que podías preguntar, pero si crees que soy como Miroku estás muy equivocada niña tonta.

- ¿Cómo te atreves... ? -Pero la chica no pudo terminar porque fue interrumpida por un grito que venía detrás del gimnasio.

Ambos corrieron a averiguar y vieron una chica castaña tirada en el suelo con una serpiente gigante a su alrededor.

No sabían que hacer. Miroku también apareció al haber escuchado los gritos.

- ¿Qué sucede?¿qué es eso? -preguntó-. Aléjate de ella -gritó.

Miroku intento atacar al animal con la espada de madera de kendo pero la serpiente siseo lanzándose hacia él y rompiendo su única arma.

Conexión de la Época actual con la antiguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora