Capítulo 6: Problemas

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Aome llegó a la escuela muy temprano. No había entendido el problema de Matemática y esperaba que alguna de sus amigas le explicara.

- Mira, pasa hacia el otro lado y es negativo, ¿entiendes?

- Sí, ahora sí. Gracias Ayumi.

Inuyasha, por otro lado, tenía casi todos los ejercicios mal hechos. Iba a necesitar clases de apoyo si seguía así.

- Aome ya decidiste a cuál equipo te unirás -preguntó Erin durante el recreo.

- ¿Equipo?

- Sí Aome. Falta poco para que sea la competencia deportiva y debes pertenecer a algún equipo -respondió Yuka.

- Y no te olvides que el viernes es la Feria de Artesanías y prometiste ayudarnos -le recordó Ayumi.

Tenían muchas actividades por delante y Aome era buena en natación pero no estaba muy segura.

- Y tú Taisho, ¿te unirás a algún equipo? -le preguntó la joven.

- Le he dicho que se una a mi equipo pero no quiere hacerme caso -respondió Miroku que se había acercado a ellos junto con Sango.

- Ya te dije Miroku que el Kendo sólo es un pasatiempo.

- Eso dice el que fue el mejor con la espada durante la secundaria.

- Tal vez puedas entrar al equipo de basquet, o atletismo, o esgrima -recomendó Sango.

- El joven Hojo está en el de atletismo -informó Erin.

- Sería una buena idea -sugirió Aome.

- Higurashi ¿acaso quieres unirte al equipo de atletismo?

- Hola Hojo ¿cómo estás?.-Le sonrió la chica.

- Bien, gracias. Sabes, eres delgada y ágil, irías bien en el equipo.

A Inuyasha no le gustó nada como ese tipo miraba a Aome, con tanta familiaridad. Mucho menos que se fijara en su físico.

- Gracias Hojo, pero el equipo es para Taisho. -Lo señaló.

- Si eres bueno corriendo y saltando vallas, entonces eres bienvenido.

- Lo tendré en cuenta -respondió frunciendo el ceño.

- Hojo, esperamos que nos ayudes en la feria el viernes -dijo entusiasmada Yuka.

- Sí, y que compres muchas cosas en nuestro puesto -agregó Erin.

- No se preocupen, sólo lo haré si la que lo vende es Higurashi -sonrió.

- Por supuesto -respondieron a coro riendo.

Las chicas siguieron conversando mientras regresaban al curso pero Inuyasha se quedó mirando como Hojo veía a Aome. No le gustaba el brillo que veía en los ojos del muchacho o lo cómoda que parecía ella a su lado.

- Entraré al equipo de atletismo -le dijo de repente a Miroku.

- Ah, ¿por alguna razón en particular? -preguntó. El platinado negó con la cabeza aunque sus ojos seguían al castaño-. De acuerdo entonces -dijo tragándose una risa al ver la actitud de su amigo.

Esa tarde Inuyasha se quedó en la biblioteca mientras Miroku trataba de explicarle el problema de Matemática.

- Te dije que al pasar al otro término cambia, por eso es negativo.

- Argrrr -gruñó el chico mientras apretaba los dientes y se agarraba el pelo. Esto era realmente difícil.

- ¿Necesitan ayuda? -preguntó Aome, quien también se había quedado para estudiar.

- Sí por favor -suplicó Miroku-. Explícale hasta que regrese.

La chica se sentó a su lado tratando de explicarle como Ayumi esa mañana, pero había una diferencia. A medida que ella explicaba, él no podía concentrarse por su proximidad. Aome olía muy bien, su cabello desprendía un suave aroma a flores.

- Entonces cuando pasa al otro término es negativo, ¿entiendes?

- Sí, sí. -En realidad no. No había escuchado ni una palabra de su explicación.

- Bien, ahora trata de hacer el siguiente solo -le indicó.

Inuyasha no había entendido pero haría su mejor esfuerzo. La biblioteca poco a poco fue vaciándose hasta que quedaron ellos dos solos.

Justo cuando iba en la mitad del ejercicio escucharon un ruido cerca de los estantes. Miroku regresó del baño luego de hablar con varias chicas y escuchó lo mismo. Era como si los estantes temblaran, hasta que uno de ellos se cayó tirando todos los libros.

La bibliotecaria gritó asustada y los 3 jóvenes corrieron para auxiliarla. Una enorme figura de una cucaracha apareció ante ellos.

- Eso... eso es... una... -tartamudeó la bibliotecaria desmayándose de la impresión.

Miroku la sostuvo mientras Aome se aseguraba que sus manos no resbalaran más de la cuenta.

- ¿Es otro monstruo? -preguntó Inuyasha.

- ¿Y qué te parece? A menos que sea una cucaracha super desarrollada -contestó Miroku.

- Entrega la perla -dijo el monstruo acercándose a ellos. Retrocedieron ocultándose entre los estantes. El insecto parecía tener especial interés en Aome.

- ¿Qué hacemos? -preguntó la chica.

- Podríamos lanzarle algún pergamino pero no creo poder atinarle.

- Entrégala -volvió a hablar el monstruo.

- Es un insecto, habría que aplastarlo -sugirió Inuyasha.

- No tengo una zapatilla tan grande. (Miroku estaba bien graciosillo)

- No, pero podríamos usar algún insecticida -propuso Aome-. Podemos rociarlo y cuando esté débil le lanzas el pergamino. Pero necesitamos atraerlo.

- Yo lo haré -se ofreció Inuyasha.

Inuyasha salió del escondite y se paró en medio del salón, enfrentando al monstruo.

- ¡Oye, cucarachota! -gritó-. Acércate y enfréntame.

El insecto volador lo enfocó y voló directamente hacia él. Justo antes de alcanzarlo, Aome y Miroku lo rociaron con el insecticida en aerosol desde el primer piso de la biblioteca. Inuyasha se cubrió y la cucaracha gigante cayó estrepitosamente a sus pies. Miroku bajó rápidamente los escalones y le lanzó dos pergaminos rociados también con insecticida, provocando que el animal se quejara un poco y volviera a un tamaño normal. Inuyasha lo aprovechó aplastándola con su zapatilla.

- ¿Están bien? -preguntó Aome mientras bajaba.

- Sí -contestaron.

- Ahora tenemos que acomodar todo esto -dijo Miroku mientras veía el desastre a su alrededor.

Acomodaron todo y después de despertar y convencer a la bibliotecaria de que su desmayo sólo había sido una impresión a tantas cucarachas, los tres se fueron a su casa.

- Fue casi una tarde desperdiciada, todavía sigo sin entender ecuaciones -se quejó Inuyasha.

- No te preocupes, yo puedo explicarte -se ofreció Aome.

- Exacto -acordó Miroku-. Ella te explica y si necesitas ayuda puedes consultarme a mí -dijo con un ligero doble sentido.

- Está bien. -Inuyasha estaba algo sonrosado al saber que ahora pasaría más tiempo con Aome.

Conexión de la Época actual con la antiguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora