Narra JiMin
-¡JiMin! ¡JiMin!-. Pude escuchar mi nombre repetidas veces.
-- ¡JiMin!-. Fue allí donde pude reconocer de quién provenía aquella voz.
Me levante de golpe mirando a mis lados queriendo saber que pasaba. Mire a yoongi, este me miraba con una gran sonrisa, lo que era algo impresionante, pues por lo poco que lo conozco, se que no es así de amigable, el era muy...muy... muy yoongi.
- Hay que ir a la escuela, Ve a vestirte-.
Ya sabia lo que estaba pasando, la actitud del mayor era porque mi madre y el papá de este nos estaban mirando desde el marco de la puerta.
-- Si hermanito, Ya voy-. Le respondí a este con una bonita y falsa sonrisa.
Me levante de mi cama y saludé a mi mama y al señor Jackson como si no los hubiera visto antes -.Buenos días mama, buenos días señor jackson-. Procedí a meterme en el baño para hacer todas mis necesidades.
El señor jackson nos hizo el favor de llevarnos a nuestra escuela, cosa que fue incómoda, y ni hablar del camino, ya que el papa de yoongi nos preguntaba a ambos cosas extrañas como: ¿ya se llevan bien?, ¿Que se siente tener un hermano?, ¿Ya se conocieron mas?. En conclusión, absolutamente todo fue incómodo.
Era mi primer día en aquella escuela, lo peor de todo es que era una institución lujosa, lo que se debe a que el padre de Yoongi es un hombre de dinero.
En mi salón se encontraba gente extraordinaria que fue muy amigable conmigo; pensé que iban a ser un tanto caprichosos por el hecho de estar en una escuela lujosa, pero no. Conocí a una persona muy genial, se llamaba Taehyung, un chico con una personalidad algo extraña que hacía reír a todo el que se le acercara.
El horario escolar llego a su fin. Afuera de la escuela ví a yoongi sentado en una banca, suponía que este me esparaba para irnos juntos, así que tuve que despedirme amablemente de mi nuevo amigo, Taehyung.
El salir del colegio se me hizo difícil, mucha gente se chocaba entre si debido a que todos salían al mismo tiempo, y solo había una entrada, ¿Acaso la gente no piensa?, Lo bueno es que gracias al cielo logre salir.
Me acerqué a yoongi y me senté a su lado a descansar. -Listo, vámonos-. Yoongi se levantó rápidamente dándome la espalda.
-Espera! Tratar de salir por ahí cuesta mucho-. Le suplique al mayor mientras trataba de recuperar la respiración.
- No niñato! Vámonos!.
- Dije que esperarás, ¿Que no ves que estoy cansado?.
-- ¿Que quieres, que te cargue?-. respondió a mi pregunta en un tono sarcástico.
Conozco el sarcasmo de pies a cabeza, sabia muy bien que si respondía con mas sarcasmo, puede provocar una explosión.
-Si, claro, llévame en tus brazos príncipe!.No sabia lo que yoongi haría, no se si no se dio cuenta de mi sarcasmo, quiero creer que es así, porque si no seria lo mas raro del inmenso mundo. Yoongi me cargo como un príncipe que carga a su princesa y así se la paso todo el camino, estaba avergonzado, creo que eso era lo que el quería, y fíjense, lo logro el desgraciado.
-- ¿Estas feliz, prin-ce-sa? -. Volvió a usar aquel deletreo que me molestaba demasiado desde ayer.
-- Ya dejame!-. Respondí a su estúpida pregunta encontrándome muy enojado y avergonzado a la vez.
Procedí a entrar a la casa junto a yoongi, dije un "buenos días" para saber si alguien se encontraba en la casa.
-- Es obvio que no están enano-. Dijo yoongi.
-- Bueno, ya que-. Respondí volteando los ojos.
Mire hacia el mesón de la cocina y me di cuenta de una nota; quise acercarme pero al parecer yoongi ya se había percatado de esto así que el la tomo primero.
-- ¿Que dice? -. Me acerqué un poco al mayor queriendo leer de la nota que sostenía en sus manos.
-- Nada de tu incumbencia-. Me respondió yoongi mientras leía la carta.
Traté de quitarle la nota, pero al parecer el mundo quiso que mi zapato se resbalara, lo que provocó que cayera encima de yoongi viéndonos fijamente mientras nuestras respiraciones se mezclaban.
"Yoongi es realmente hermoso."
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¿Hermanos? | YoonMin
De TodoJimin odiaba la idea de que su Madre se casara con otro tipo, y no solo eso; también odiaba a su nuevo hermano, el engreído, el mimado, el amargado.