-Fue un impulsó.- Habló el mayor de los dos con una gran vergüenza en su rostro. ¿Un impulso?, ¿Qué clase de impulso tan erótico fue ese Min Yoongi?, Pensó Yoongi.
JiMin al oír aquello se colocó cabizbajo con un no muy notable sonrojo en sus mejillas. -Ah, bueno... No te preocupes por eso... Te entiendo.- No, en realidad JiMin no entendía el porque Yoongi actuó de esa manera; por mas que tratará de buscar una explicación coherente no la hallaba.
Un silencio algo fastidioso se implantó entre ellos dos; ni JiMin, ni Yoongi sabían que decir, era un momento incómodo para ambos y arriesgarse a decir algo que los pueda dejar en ridículo sería muy, pero muy vergonzoso. Para la suerte de ambos, el camarero llegó a ellos junto con dos menús en sus manos.
-¿Qué van a querer?- Preguntó este con una sonrisa algo tierna en sus labios. Por alguna razón, el chico capturaba la mirada tanto de JiMin como de Yoongi, quizás sea porque aquel chico no era nada feo, todo lo contrario, era muy simpático a la vista de ambos.
-Una hamburguesa sencilla.- Hablo Yoongi con aquel familiar tono seco.
-Yo quiero una hamburguesa vegetariana.- JiMin, con aquella sonrisa atrapable depositada en sus labios, pronunció aquellas palabras, dejando al mesero algo bobo.
-Entonces una Hamburguesa sencilla y otra vegetariana, ¿No?.- Ambos asintieron al oír insistir al chico. -Por cierto.- Este aclaró su garganta. -Soy Hoseok.- añadió coqueto para luego guiñar uno de sus ojos buscando cautivar a JiMin.
Cómo era de esperarse, Yoongi noto el acto de aquel chico. Le enfado tanto que quería romperle la cara en pedacitos al tal Hoseok, pero al estar con JiMin y en un lugar público, vio imposible hacer tal cosa. -Tsk...- Fué lo único que salió de los pequeños labios de Yoongi.
JiMin, por su parte quedó algo sorprendido; el acto coqueto de Hoseok provocó esto, incluso llegó a emocionarse al pensar en que lebgustaba a alguien, ya que según el, era la persona más fea del planeta, que nadie podía fijarse en el. (Así me siento yo :'( ).
-Entonces...- Yoongi sacó a JiMin de sus pensamientos, sabía perfectamente que este se perdía en la actitud y mirada provocadora del mesero, de Hoseok. -¿Sabes cuándo regresan nuestros padres?.
-Oh, Creo que me enviaron un mensaje, déjame revisarlo.- Al decir aquello, JiMin saco el celular que llevaba en su bolsillo y reviso el mensaje. -Efectivamente, volverán hoy.- Volvio a guardar su teléfono y dirigió su mirada a Yoongi.
-Oh, entonces luego de comer deberíamos arreglar el desastre que dejamos allá.
-Wow, relájate, volverán tarde.- JiMin dejó escapar una leve risa de sus carnudos labios. El mayor no hizo más que reír, le gustaba escuchar esa dulce sonrisa, y junto a eso, ver como los pequeños ojos de JiMin se hacían nada, estos se colocaban tan pequeños que parecían solo diminutas rayas.
Al cabo de unos minutos llegaron las hamburguesas pedidas por parte de ambos y el mesero colocó en la mesa las hamburguesas que le correspondían a cada uno. -¿Van a querer algo de tomar?. Aquí en MarkDonals tenemos Jugos, Refrescos... Todo, excepto licor.- Habló otra vez Hoseok con esa tono de voz coqueto que se le empezaba a familiarizar a ambos.
-Konka-Kola.- El tono seco de Yoongi volvió a aparecer, pues le disgustaba mucho Hoseok, le disgustaba su actitud coqueta hacia JiMin.
-Konka-kola.- Repitió JiMin dejando aparecer aquella dulce sonrisa que lograba que hasta la persona más heterosexual del jodido mundo se enamorara.
-Entonces 2 Konka-kola... Pero antes... - Hoseok arrancó una hoja de su pequeña libreta de órdenes, empezó a escribir algo y luego le entregó está a JiMin. - Llámame. - El chico de la voz y mirada coqueta se alejó con lentos pasos de la mesa y así se adentró hacia la cocina del respectivo restaurante.
JiMin cedió a revisar la pequeña hoja que le habían entregado; como era de esperarse era el número de Hoseok, por lo que JiMin no pudo más que asombrarse dejando a la luz un notable sonrojo. Al chico en realidad le sorprendía que alguien gustara de el, en toda su vida jamás alguien se le acercó siquiera a decir palabras tan significantes como las de "Te amo", nadie, excepto su madre, gracias a esto, le sorprendía que quizás algún día alguien le expresaría aquellas palabras llenas de mucho significado.
El menor busco con la mirada a Hoseok, pero por más que trato no lo encontró, parecía que su turno había acabado; JiMin solo se quedó con aquella pregunta en su cabeza, aquella pregunta que inquietaba por completo su ser.
"¿En verdad... Le gusto?"
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