Después de un rato de males, llantos y afectos, Yoongi y JiMin habían quedado dormidos por completo en una de las camas de aquella pequeña habitación que ambos compartían.
Al pasar el día, los rayos de sol atravesaron la ventana de aquel cuarto, penetraron la vista de yoongi logrando que este se despertara de su profundo sueño.
Con el cabello despeinado y los ojos cansados, yoongi se levanto de la cama. Al parecer este no se había percatado de que había dormido por segunda vez con JiMin. Al ver al menor dormido acurrucádo la almohada de yoongi este recordó todo los momentos que el y JiMin habían tenido hace una noche. Aquellas confesiones, aquellos lloriqueos, todo llego a su mente, llenando todo el ser de yoongi de mucha vergüenza.
Yoongi, con algo de timidez se acercó a al cuerpo de JiMin y empezar a acariciar delicadamente sus cabellos, luego pasando a sus rellenos cachetes para que al final le diera un leve apretón a estos. "Es lindó", pensó yoongi con un leve sonrojo en sus mejillas. La actitud de yoongi con jimin había cambiado mas de lo usual a partir de aquella noche; ahora yoongi quería protegerlo así como jimin había hecho antes. Dejo a un lado el afectó y amorío, se levanto de la cama y se dirigió al baño para que al cabo de varios minutos, yoongi ya se encontrará listo, es decir, duchado, peinado, vestido, etc.
-Hey... Jimin!- exclamó el mayor mientras se miraba al espejo colocándose aquella loción que tanto le gustaba a jimin.
Jimin bufo mas de una vez mientras se revolcaba en la cama en señal de no querer despertar; Yoongi, al ver esto se sentó en la cabecera de la cama dando leves empujones en el cuerpo de jimin.
-¿Acaso no recuerdas de que debes ir a la escuela?- yoongi río un poco acomodándose el flequillo que incomodaba su frente.
Jimin logro oír las palabras del mayor, por lo tanto, se levanto de golpe y sin pensarlo tanto corrió hacia el baño.
-Gracias!!- Grito jimin mientras cerraba la puerta de la ducha, yoongi no pudo evitar reírse un poco.
Luego de varios minutos, al igual que yoongi, jimin ya se encontraba listo, solo les faltaba desayunar.
-¿Vas a cocinar algo?- pregunto yoongi mientras se dirigía hacia la cocina.
-Mejor comamos un sandwich.- respondió jimin. -No tenemos mucho tiempo, asi que tengo que hacer algo rápido.- añadió y se adentro a la cocina.
Mientras jimin cocinaba, yoongi no pudo evitar verlo. Lo miraba detalladamente, miraba hasta el mínimo aspecto de jimin. En realidad, yoongi siempre se perdía si el tema se trataba de jimin. No cabe duda de que se estaba enamorando. La mente de yoongi se empezó a inundar de "Bellos pensamientos", provocando que las mejillas de este se ruborizaran de nuevo. Sin embargo, esos pensamientos de yoongi desaparecieron cuando este comenzó a dudar sobre las cosas que podrían pasar entre el y jimin. "pero... Somos hermanos..." pensó con un rostro de decepción, "aunque... No somos hermanos del todo, así que no estaría mal del todo, ya que somos de diferentes padres". Sin duda, yoongi estaba en una pelea consigo mismo entre el si y el no.
-Dios...- suspirò y rasco su nuca.
-¿Yoongi? ¿Estas bien?.
-¡ah!, si, no te preocupes... - río nerviosamente.
Jimin terminó de hacer el pequeño desayuno. Limpio un poco la cocina y llevó aquellos platos a la mesa en donde estaba yoongi con una felicidad al ver los sandwichs que había preparado.
-Aquí tienes.- sonrió jimin dejando un plato en frente de yoongi y uno al frente de si mismo.
El mayor sonrió, tomo los cubiertos y empezó a comer.
-Gracias!- volvió a sonreír mientras miraba fijamente a jimin. -Solo espero que esta vez no me tires la comida encima. - comenzó a reír.
Jimin, al igual que yoongi, empezó a reír. Formando en aquel lugar una bella combinación entre las risas de yoongi y la de el. Aquel momento fue tan hermoso para yoongi que un pequeño sonrojo se formo en sus mejillas mientras que sus ojos apuntaban fijamente a su hermano jimin con un deseo extraño implantado en su corazón.
" Que lindo eres, jiminie... ".
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¿Hermanos? | YoonMin
RandomJimin odiaba la idea de que su Madre se casara con otro tipo, y no solo eso; también odiaba a su nuevo hermano, el engreído, el mimado, el amargado.