La Otra Higurashi. (Sesshomaru y tú )

Amargura.

Narrador Externo:

Tekuma entró con cuidado a la habitación de su hermana quien yacía dormida sobre la cama. Se acercó a paso lento hasta la cama, tomó la silla del tocador y se sentó al lado, con el espaldar delante, observándola dormir. 

A pesar de la respiración pausada Kuma mantenía el ceño levemente fruncido, probablemente un sueño desagradable. Con un movimiento un mechón de cabello dejo descubierta la marca rojiza, ahora tenuemente lila, que Sesshomaru le había hecho, desde luego eso era desconocido para Tekuma, lo que el mayor de los hermanos no podía pasar por alto era la marca en sí porque eso quería decir que su hermana le había abierto su corazón (y algo más (7w7)) a alguien a quien él no conocía; sí, confiaba en su hermana plenamente; sí, sabía que era capaz de cuidarse sola, pero eso no lo hacía más fácil ni sencillo, mucho menos desde... Él... 

Eso solo lo hizo preocuparse, eso y las ojeras y el surco de lágrimas en sus mejillas. Por experiencia sabía que al día siguiente lo ocultaría todo con maquillaje y una sonrisa fingida, y en las tardes cuando no podía verla, litros de helado de mantecado con sirop de caramelo y una sobredosis de películas tristes de perritos... Soltó un suspiro resignado antes de levantarse de la silla y dejarla en su sitio, antes de salir de la habitación de Kuma se acercó hasta ella y le dio un suave beso en la frente.

—Duerme bien nee-chan—soltó en un susurro antes de salir finalmente de la habitación-

—¿Cómo está?—preguntó su madre cuando lo vio bajar las escaleras-

—Dormida.—contestó simplemente, adentrándose en la sala-

—Dime.—exigió su madre con tono apremiante-

—Hay alguien en su vida de nuevo.—Eso bastó para que Yuki Higurashi tensase los hombros y se preocupase aún más por su única hija-

—¿Es alguien que conozcamos?—Tekuma negó con la cabeza—Como quisiera que esa muchachita algún día confíe lo suficiente en nosotros, en su familia, para que nos lo cuente—comentaba Yuki con la cabeza gacha-

—Confía en Kagome, estoy seguro que ella lo sabe.—afirmó el pelinegro-

—Seguro que lo sabe... Tekuma-kun, ¿tú crees que sea alguien del... lugar al que van las dos?—preguntó levemente esperanzada la madre —Porque si es alguien a quien conoce Kagome-chan, cabe la posibilidad de que sea una buena persona y que solo se trate de un mal entendido—dijo mientras retorcía el paño de cocina que llevaba entre las manos-

—Es muy probable oka-chan. Pero yo creo que se trata de algo más que un mal entendido—Ante esas palabras los hombros de Yuki se volvían a desplomar-

—Ojalá te equivoques hijo mío, ojalá te equivoques... no soportaría ver a mi hija tan deprimida como en aquella ocasión...

—¿Aquella ocasión, oka-chan?—Las palabras de la madre se vieron interrumpidas por la entrada de Chihiro a la sala —¿Te refieres a lo que ocurrió con él?—preguntó asustado el menor de los hermanos—¡No podemos dejar que nee-san sufra!—exclamó aún asustado-

—Esperemos que eso no ocurra, Chihiro-kun—Yuki se inclinó a la altura de su hijo de nueve años y puso ambas manos en los hombros de él —Tu hermana es muy fuerte y seguro que podrá con... lo que sea que le esté pasando—Esas palabras no fueron suficientes para el menor, pero de momento tendría que conformarse con ello-

—Hai oka-chan. Nee-san es fuerte, ella podrá, confío en ella.—La determinación era visible en los ojos azules del menor-

¡Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas!

Chan, chan, chan... ¿Quién será "Él"? ¿Qué habrá sido "Aquello"? ¿Tienen hambre? Porque yo sí. Se aceptan sugerencias para el nombre y el destino de "Él".

¡Travesura realizada! ¡Ave semidioses!