La Otra Higurashi. (Sesshomaru y tú )

Mi hermano me decepciona.

Narra Kuma:

Esa Kagome... pero ya verá. Cuando menos se lo espere...

—¡Kuma-chan, los platos!—La voz de mi tía me sacó de mis pensamientos, postergaré mis planes de venganza para otro momento-

—¡Voy tía!—Salí veloz de la cocina, y veloz dejé los platos faltantes en sus sitios-

Me sonrojé al pasar cerca de Sesshomaru y poner el plato en sus sitio, al acercarme me pareció notar un leve olor a menta, pero quizá sean ideas mías. Quedaba un puesto que ocupar y un plato que poner, y la única que no se había sentado todavía era yo. El abuelo a la cabeza de la mesa, a su derecha la tía Nahomi, y frente a ella Sota. El puesto restante estaba entre Kagome y Sota, justo enfrente de Sesshomaru. 

—*Oh, vaya...*—pensé mientras dejaba el plato en su sitio y me sentaba—*¿Por qué a mí?*—Sentía mi cara arder por lo que la cubrí con mis manos-

—Serviré el almuerzo.—Tía Nahomi se levantó y se dirigió a la cocina y regresó con una olla llena de ramen de miso y puerco, la sirvió y luego volvió a la cocina a dejar la olla en el fregador y trajo con ella una bandeja con onigris rellenos con un guiso de atún, tomate y curry (¡delicioso!).

—Itadakimasu.—dijimos al unísono todos en la mesa-

Probé el ramen y noté que también tenía curry. ¡Mi tía me conoce tan bien! Comí tan llena de dicha que durante unos instantes olvidé la presencia de Sesshomaru sentado justo enfrente. Iba a por la tercera bolita de arroz cuando noté una intensa mirada sobre mi, levanté la vista y noté que Sesshomaru me miraba fijamente, cuando se supo descubierto desvió la vista a los onigris y tomó uno, el que había planeado tomar yo.

—¡Hey!—Me quejé al notarlo—Tsk, ya qué.—Tomé otro y me lo comí-

Cuando terminamos de comer mi tía trajo postre: flan de chocolate y parchita. Bien, esto es sospechoso, seguro que mi mamá soltó la lengua y le dijo que me encontraba mal y que solo fingía. Aunque por otro lado, las madres se dan cuenta de todo y puede que lo haya notado por sí sola y mi mamá no haya dicho nada. Como sea que fuera me hice la desentendida y disfruté el postre.

Al terminar me levanté y me despedí de los presentes con la excusa de que le había prometido a Chihiro que lo ayudaría con sus tareas, iba ya en la puerta cuando escuché decir a Sesshomaru que me acompañaba hasta mi casa, negué rápidamente pero aún así vino.

—¡Tadai...ma...—Mi saludo decayó en intensidad al abrir la puerta, no esperaba encontrarme con semejante escena en el recibidor: Mi hermano estaba besando a una mujer que en definitiva NO ES Haruka-nee. Y no es un simple beso, no señor. Era un señor beso, esa... ofrecida...estaba contra la pared, con las piernas alrededor de la cintura de mi hermano, sus manos apoyadas en sus hombros, y a saber donde tenía las manos mi hermano.—¡¡¡HIGURASHI TEKUMA!!!—exclamé a voz de cuello—¡¡Exijo una explicación ahora mismo!!—Solté la mochila, mi hermano se volteó asustado, y se alejó tan rápido de aquella chica que la miserable cayó sentada al piso-

—I-i-imouto... lle-llegas temprano...—murmuró nervioso—¿qué haces aquí?—preguntó rascando su nuca-

—Vivo aquí, Tekuma... ahora, ¿quién es ella? Porque claramente no es Haruka-nee-san.—dije cruzándome de brazos-

—Es... una compañera de la universidad...—mintió-

—No me mientas. Conozco a todos y todas las que estudian contigo, y a ella no la había visto antes.—dije mientras señalaba con la barbilla a la pelirroja que se estaba poniendo de pie-

—Es nueva...

—Como sea.—Lo corté—Vete de mi casa, arrastrada.—Me dirigí a la chica quien me miraba con desdén e indignación a partes iguales-

—Tú no me das órdenes.

—Estás en mi casa, ese es mi hermano y tú no eres Haruka-nee-san. Yo te hablo como me de la gana.—espeté-

—¡Tekuma-kun! ¡No me dijiste que tenías novia!—chilló-

—Tiene novia—corregí —Y te dije que te fueras.—La tomé del brazo y la saqué a empujones de mi casa —Y tú. Espero que tengas una buena explicación que darme—Volteé a ver a mi hermano mayor —Pero no me la des ahora, estoy ocupada.—espeté mientras entraba en la casa luego de descalzarme y tomar la mochila que había dejado caer en la entrada, la blanca-

Subí a mi habitación, dejé la mochila blanca sobre la cama y tomé la negra, dentro metí entre otras cosas el kimono de batalla azul celeste que me dio Sesshomaru y una muda de ropa adicional. Tomé una nota adhesiva fucsia y bolígrafo negro, escribí una nota de disculpa para Chihiro, la dejé sobre su cuaderno de matemática y volví a salir.

—Me voy y no sé cuando vuelva, Tekuma.—anuncié—Y más te vale no volver a traicionar a Haruka-nee-san.—sentencié—Me decepcionas Tekuma-nii-san.

Salí y vi que Sesshomaru no se movió de su sitio en ningún momento, me sonrojé y me disculpé con él por la escena que presenció, él le restó importancia y volvimos a casa de Kagome; nos dirigimos directamente al templo donde ya nos esperaban Kagome e InuYasha. Mi prima lucía preocupada pero el caniche estaba impaciente por volver. No dije nada, solo me acerqué al pozo. De un salto volvimos los cuatro a la época feudal.