La Hija de Kushina | Obito x Tu

Capítulo 6.

1 año después.

Las misiones son fáciles y aburridas, mi equipo y yo queremos más acción y por esa razón decidimos decirle al Hokage sobre una misión más importante y medir cuáles son nuestras verdaderas habilidades pero el sensei se nos adelantó.

Ahora estamos escapando de los enemigos como carnada, Botan y yo somos la distracción mientras que Enoki-sensei y Sekite derrotan a los criminales.

—¡Botan! —Grite haciéndolo a un lado para que no resultará herido.

—Arigato __________-chan —dijo aliviado, los enemigos nos rodearon. Apreté mis puños y se me ocurrió una idea.

—Jamas nos atraparan —espete sacando dos kunai uno lo lanze fuerte pasando por el medio de dos tipos.

—¿Acaso no te enseñaron a lanzar? Niñita —se mofo el más robusto queriendo acercarse.

—No era dirigido para ti.

—¿Eh? —Le regale una última sonrisa antes de desaparecer de su vista.

—¡¿Cómo puedes hacer eso?!

—Te lo explico después, ahora tu ve por allá y yo por acá. No tardarán mucho en seguirnos.

—Entendido.

Nos separamos y como le había dicho empezaron a moverse rápidamente. Este no es plan pero tuve que improvisar al salvar a Botan.

Antes de saltar a otra rama sentí que absorbieron mi cuerpo, caí sobre mis pompas soltando un quejido, al levantarme quedé totalmente helada. Ya no estaba en el bosque, es como si estuviera en otra dimensión.

—Nos encontramos de nuevo __________-chan

Esa voz.

Gire completamente tratando de golpearlo pero su mano fuerte agarro mi muñeca logrando que doliera.

—¡Suéltame!

—No lo haré.

—¡Jodido malnacido! ¡Te dije que me sueltes dattebane!

Forcejee tanto como pude, golpee su cuerpo pero es como si no le causará nada. Su otra mano se poso en mi rostro, acariciándolo pasándolo por mi cabello hasta finalmente envolverme en un abrazo. Quedé petrificada no cedía pero tampoco quiero retroceder.

Su aroma me atrajo, a pesar de estar cubierto de sangre y manchando mi ropa es como lo estuviera oliendo. Se siente igual cada vez que me abrazaba y me decía lo mucho que me quería.

—Obito... —susurre sintiendo las lágrimas mojar mis mejillas—... Cómo te extraño... Obito... —murmure en el pecho de aquel extraño que me hace llorar o sentirme mareada cada vez que lo veo del terror que cala en mi cuerpo.

—Te has vuelto fuerte pequeña, pronto vendré por ti —seguido de eso todo se volvió negro.

(...)

Desperté en el hospital totalmente asustada, mire a mi alrededor pero no había nadie. Apreté las sábanas con fuerza al recordar todo, justamente llegaron Menma y Naruto con el resto de mi equipo.

—Imotou.

—Aneune.

Me abrazaron fuertemente el rubio y el naranjita haciendo peso e la cama, Botan y Sekite también se les unieron quedando totalmente aplastada.

(...)

—¿Entonces esa persona enmascarada te sigue desde que tienes cinco años? —Pregunto Mukai lanzando los kunai a cada blanco.

Ren no quiso venir hoy a entrenar con nosotros, desde que le dije que Itachi y yo somos algo casi no hablábamos. Lo entiendo, también me declaro sus sentimientos pero lo rechace ya que no puedo corresponder a ellos.

—Si, así es. En está misión apareció, me ayudó a no morir pero desde entonces no dejo de pensar que estoy cada vez más vigilada que antes.

—Debes tener cuidado...

—Ren —me levanté de la piedra quedando al frente de él.

—... No querrás que algo malo te pase si llegas a quedarte sola nuevamente en una misión o algo por el estilo.

—Gracias por preocuparte... Yo... Lo tendré en cuenta siempre —le sonreí, el ambiente se torno tenso Mukai se fue dejándonos solos como si de verdad lo necesitaríamos.

—_________ yo... Lo lamento —titubeo—, no quise actuar de una forma tan niñata al rechazarme —suspiro—. Espero que seas feliz con Itachi.

—No te preocupes por eso Ren —lo abrace fuertemente—, no quiero perder a uno de mis mejores amigos. Te quiero.

—Yo también te quiero —senti sus brazos rodear mi cintura con mucho cariño duramos un rato así hasta que nos dio hambre.

—¿Quieres ir a comer?

—Solo si tú invitas está vez ________.

—Esta bien, vamos por Mukai.

(...)

Meses después.

Hacer los exámenes chunin es un gran privilegio, un año de servicio y pudimos participar. Itachi se convirtió en chunin al igual que yo.

Sekite y Botan están orgullosos de mi, les agradecí ya que no lo hubiera podido lograr sin ellos además de que estoy muy feliz por tener un equipo. Una nueva familia.

Hubo contratiempos a la hora de hacer los exámenes, una de las niñas que me fastidiaba en la academia murió tras ataques entre otros participantes que luchaban a muerte por los pergaminos.

—No debes culparte de nada —me dijo Itachi sentándose a mi lado, estábamos en su casa. Sus padres duermen, Sasuke está en mis piernas ya que se durmió al acariciarle la cabeza.

—Aun así me siento culpable. Si me hubiera dado cuenta de que me seguían tal vez hubiera podido salvarla al igual que lo hice con sus primas.

—Ya te dije —me abrazo por la espalda recargando su mentón en mi hombro—. No fue tu culpa, Erina tenía que saber cuál era la situación para seguir con una absurda rivalidad.

—Pero...

—Nada de peros —agarro a Sasuke en sus brazos, subió y bajo las escaleras ya sin el niño de tres años volviéndose a sentar a mi lado—. No debes echarte la culpa por las acciones de los demás todo el tiempo. Sí se que su madre piensa que tu lo hiciste pero esa señora estaba tan ciega como su hija. Así que deja de lamentarte y vamos a dormir, ¿Te parece bien?

—Okey —tome su mano con una sonrisa para subir a su habitación, hoy me quedaría aquí a petición de su madre por lo tarde que era. Además ya le había dicho a mi hermano que posiblemente no iría a casa hoy por lo mismo.