Capítulo 3.

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Narra (Tn)____.

Otros tres meses pasaron, eso conformaba 6 meses desde que entre a la academia. Naruto ya con taba con un año de edad y yo ya tenía los seis años. Mi hermano Menma ya era todo un chunin y a mí me habían adelantado al último año junto con Itachi.

Nuestros nombres cada vez eran más reconocidos en toda la academia, al darse cuenta que 1er año no nos favorecía mucho fue cuando decidieron que era mejor ya pasarnos al último año.

Los profesores nos daban exámenes especiales a nosotros, pero los pasábamos con facilidad. Fue cuando tenían en cuenta que no sabían qué hacer con nosotros.

No era por presumir, pero yo veía que ya teníamos la experiencia suficiente para ser genin si hacíamos el examen de graduación claro está, el Bunshin no Jutsu me lo sabía a la perfección, así como el shuriken Kage Bunshin no jutsu, Kiwarimi no Jutsu y el Kage Bunshin no Jutsu. Fue lo primero que me enseño mi hermano.

El Bunshin no Jutsu fue el primero en que domine luego el Kiwarimi no Jutsu, este lo hago diferente ya que utilizo mariposas y polillas. Una ventaja ya que deja más confundido al enemigo.

El día de hoy habíamos salido temprano, llegue a casa rápidamente ya que mi hermano había llegado a la aldea.

— ¡Tadaima! —dije al quitarme los zapatos y entrar a la sala rápidamente.

—Qué bueno que llegas —mi hermano le estaba leyendo un cuento a Naruto.

—Isa-eune —el rubio dio pequeños pasos rápidos a donde estaba.

—Hola pequeño —lo cargue y me dio un abrazo.

—Extañe isa-eune, evayo.

—Yo igual Otouto. —Le pique la nariz como Menma lo hace conmigo.

—Regresaste temprano hoy —puso el libro arriba de la mesa.

—Si bueno —me senté—, los profesores decidieron que no habría clases ya que había una reunión muy importante.

—Mmm bueno creo que sé a qué se debe dicha reunión —me miro con suma felicidad. Tal cual cuando papa y mama lo hacían—. Felicidades imotou. Te graduaras el año próximo —lo abrace fuertemente con Naruto en brazos ya que unas cuantas lagrimas se desbordaron de sus ojos. Las mías también lo hicieron—. Kaa-chan y Tou-chan estarían orgullosos de ti —decía llorando al igual que yo.

Se levantó para buscar algo en su bolso, cuando volvió pude ver un manto que contenía algo. Al girarlo revelo varios kunais especiales que usaba papa.

—Como recompensa a que has avanzado mucho los mande hacer especialmente como papa. Conoces su técnica, lo haces de manera diferente a la mía, pero sé que le sacaras provecho —yo le sonreí. Tenía razón, recuerdo cuando papa nos enseñó este jutsu a ambos, primero a él antes de entrar a la academia y luego a mi cuando deje las clases de danza.

—Quisiera probarlos dattebane —le dije observando los kunais con mucha felicidad.

—Bien, creo que ha pasado tiempo desde la última vez que nos enfrentamos —me dio una sonrisa mostrando todos sus dientes.

—Nee nii-chan, hoy será el día en que pueda derrotarte —le extendí un pulgar arriba.

—Eso ya lo veremos imouto.

(...)

Mi respiración era irregular, el cansancio y el dolor en mi cuerpo por varios rayos recibidos gracias a los ataques de mi hermano logran que casi no pueda moverme.

No salió tan ileso de mis ataques tampoco, creo que hasta fracture una de sus costillas al practicar Taijutsu hace un momento.

Deje a Naruto con un clon para que estuviera seguro, sé que Bakakashi vino hace un rato y la conversación que tuvo con mi clon no fue la mejor. Pero todo lo que dije fue cierto.

Estoy molesta con él desde hace un tiempo. Cuando murieron mamá y papá no se apareció si quiera a dar el pésame después del velorio y eso es algo que no puedo tolerar. Se supone que hicimos una promesa de mejores amigos, pero eso se rompió al encerrarse en su propio mundo al pensar que fue su culpa en no poder protegerlos.

Es muy tonto.

Pero creo que por esa misma razón no puedo odiarlo. Es tan tonto que si no lo vigilo a veces mete la pata en más de una ocasión.

Me muevo detrás del árbol donde me escondía al ser descubierta por mi hermano mayor. El ruido ensordecedor de los kunai al chocar hace que mi cuerpo se llene de un total éxtasis al batallar. Sabemos que es un simple entrenamiento, pero nos lo tomamos tan enserio como una batalla real que muchas veces terminamos en empate.

Aunque, pensándolo bien, eso ya fue hace mucho tiempo. Desde que se convirtió en Chunin sus misiones han sido más largas. Días, meses o semanas. No importa cuánto tiempo sea Menma ya casi no está con nosotros en casa.

El pueblo entero nos odia y si no estuviéramos junto como familia no sabríamos cómo manejar el hecho de que somos jinchuriki.

Mis ataques con el Hiraishin van a la par con las suyas. Sólo me queda chakra para un ataque más y poder curarnos. Esta peor que yo, pero es tan orgulloso que no lo demuestra.

Como último recurso saque dos de cuatro cadenas de chakra con el elemento trueno en dirección a mi hermano. Sus burbujas eran inútiles ya que mis cadenas las reventaban fácilmente, claro que se llenaba todo de humo, gracias a mi habilidad con el olfato súper desarrollo su olor quedó grabado en mí nariz y por esa razón puedo mover las cadenas con mucha facilidad y control.

La batalla acabo cuando pude atraparlo, el humo se disipó dejando ver a un chico de ocho años con cabello anaranjado forcejeando para salir del árbol.

—Bien jugado —me dijo desde arriba pero su sonrisa fanfarrona me dio a entender que no había ganado. No aún—. Pero yo soy mejor hermanita —suspiré al sentir el frío metal en mi nuca junto con sus palabras, el clon desapareció, pero yo seguía en mi posición.

—No tan rápido Nii-chan. —Dos clones de sombras aparecieron a su lado rodeándolo con kunais a cada lado. Sin contar la tercera cadena que oculte al sacarla cuando había mucho humo junto con mis otras yo.

—Has mejorado mucho. —Me giré para observar su expresión mostrándome una de orgullo y felicidad al mismo tiempo—. Omedetō, te has esforzado mucho Imouto. Serás una gran kunoichi como mamá y muy fuerte y decidida como papá —deshice mis técnicas para abrazarlo fuertemente.

—Arigatō Nii-chan, ellos igualmente estarían orgullosos de ti —hablé con la voz un poco quebrada. Su abrazo era algo posesivo y con mucho miedo demostrando la preocupación que alberga su ser de solo pensar qué misiones me tocará enfrentar en mis días de ninja.

Me relaje con su abrazo, miraba entre los árboles a los pájaros que nuevamente llegaban a posarse en ellos, en ese instante la figura del chico enmascarado a unos cuantos árboles de distancia se hizo presente ante mis ojos. No se puede ver su rostro, pero el sudor frío que recorrió mi espalda me dice que lleva una sonrisa macabra en su rostro justo ahora.

 No se puede ver su rostro, pero el sudor frío que recorrió mi espalda me dice que lleva una sonrisa macabra en su rostro justo ahora

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Lamento tardar ;) mucha tarea esta semana y no me dejaba actualizar hehehe.

Espero que les guste ♥

AngelDreamer2501.

La Hija de Kushina | Obito x TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora