Salida de amigos no tan amigos

107 17 5
                                    

Narra Lucia:

Esperé toda la semana para que sea Sábado, ya que los fines de semana Theo y yo no tenemos clases en la universidad.

Son las 17:00 pm y estoy más que nerviosa. En cualquier momento Theo me pasa a buscar y yo todavía no me peiné.

Me arreglo lo más rápido que puedo y en cinco minutos me encuentro lista abriendo la puerta con una sonrisa.

— Hola— me saluda Theo con una sonrisa radiante y con un beso en la mejilla.

— ¿Todo bien?— le pregunto cerrando la puerta con una sonrisa.

— Si, por suerte— caminamos hasta un esquina para parar un taxi. Me mira y me sonríe— Estás muy hermosa hoy.

Justo para un taxi, causando que Theo ignore lo sonrojadas que están mis mejillas.

Durante el viaje permanecemos en silencio, pero no es un silencio incómodo, es un silencio en el que no hace falta decir palabras, ya basta con la presencia del otro.

Llegamos a nuestro destino, el bendito shopping.

Theo entrelaza nuestras manos y me lleva corriendo hacia el cine para poder comprar las entradas.

— ¿Que tipo de película te gustaría ver?— me pregunta.

— Alguna de acción, no importa cual— le respondo finalizando con una sonrisa.

— Bueno, yo me quedo haciendo la fila para comprar la entradas mientras que vos vas a comprar los pochoclos, ¿Que te parece?

— Está bien— le digo soltando su mano.

Me dirijo hacia la sección donde me mandó Theo y espero mi turno, el cual es el siguiente a una señora muy indecisa.

Cuando por fin esa señora se va con un vaso de Fanta y una barra de chocolate, sigue mi turno.

Me atiende un chico que aparenta tener mi edad, el cual me mira mucho, o eso creo.

— Hola, mucho gusto— me sonríe— Soy Valentín, ¿En que le puedo ayudar, bella dama?— me dice en un intento de chamuyo.

— Soy Valentina, no bella dama— le aclaro recalcando las dos ultimas palabras— Y quiero una caja de pochoclos dulces grande y dos vasos de Pepsi.

El chico asiente y se da vuelta a hacer su trabajo, aunque gira unas cuantas veces para guiñarme el ojo, tratando de coquetearme.

Cuando me deja el pedido en la mesa y le pago, mientras que él se encuentra en la caja juntando los billetes como vuelto, siento un par de brazos envolviendo mi cintura junto a un beso en la cabeza.

— Amor, te estabas tardando mucho— me dice Theo.

— ¿Que?— pregunto extrañada.

El chico estaba a punto de decirme algo cuando Theo lo corta diciendo.

— Me puede dar el vuelto, por favor— el empleado se lo da— Y deje de mirar a mi chica.

¡¿Su chica?!

Estoy saltando por dentro, aunque por fuera trato de que no se note.

— ¿Y ahora soy tu chica?— le pregunto sarcástica, tratando de que no se note mi felicidad.

— Ya quisieras— me dice mientras me saca un par de pochoclos— Lo dije porque te miraba con baba en la boca, y nadie te tiene que mirar así.

Está celoso.

Y yo estoy más que feliz por eso.

TheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora