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—Iré a verte por la noche —Jungkook habló a la persona al otro lado del celular. Miró en sus manos todos los papeles que había conseguido de los doctores—. Llevaré algo de comida, así que espérame.

—Minjae vendrá hoy —Taehyung respondió, haciendo que el pelinegro apretara el celular de manera inconsciente—. Saldremos al parque, no creo que pueda verte.

—Dijiste lo mismo ayer, Taehyung.

—Probablemente lo diré también mañana.

Después se río muy suave y pese a lo mucho que adoraba ese sonido, Jungkook no pudo seguirlo. Miró al rededor buscando mantenerse tranquilo, porque, aparentemente no había algún motivo para no estarlo. 

Asintió, sintiéndose estúpido, ya que Taehyung no estaba viéndolo. 

—Bien. —Su voz sonó vacilante, lenta, extraña—. Diviértete. 

Porque estar en una silla de ruedas es divertido. 

—Tae... 

Estoy bromeando —el castaño detuvo todavía con una risa en su voz, carraspeó—. Estás muy serio

Jungkook apretó los documentos y ahogó un suspiro. Por mucho que deseaba hablarle de la operación a Taehyung, todavía tenía que asegurarse de que no habría problemas. 

Es decir, de dinero. 

Una carrera el próximo fin de semana para asegurar la primera cuota. 

—¿Estoy madurando? 

Taehyung soltó otra risa suave, Jeon podía imaginarlo poniendo los ojos en blanco. Cómo deseaba estar a su lado para verlo, un rastro de normalidad entre ellos sería tan bueno. 

Creo que tienes un mal concepto de madurar, Jungkook.

—¿Cuál es el tuyo? 

Hubo un silencio corto.

Aceptar que para seguir adelante tengo que soltar

Soltarte.

Respiraciones suaves siguieron por algunos segundos, varios realmente. 

—¿Estoy en la lista? 

¿Huh? 

—En tu lista de cosas por soltar. 

No eres una cosa, Jeon. 

—Tae... 

Tengo que colgar —Taehyung cortó, un suspiro dejó sus labios—. Rehabilitación, ya sabes. ¡Huh, espera! No lo sabes. 

Jungkook no siguió la broma. Se quedó callado hasta que el pitido de la llamada finalizada llegó. 

Miró al celular con el ceño fruncido, incapaz de enfrentar el dolor en su pecho que apareció al pensar en las palabras de su mejor amigo. Soltar, ¿eh? 

Pero ellos seguían siendo amigos, hablaban casi siempre, iba a verlo, comían, ellos eran... Eran lo que siempre fueron. No obstante, Jeon se sentía hueco, incompleto. Él a veces se perdía cuando oía hablar al castaño, muchas veces se encontró debatiendo si debería quitar el mechón de ojos de Taehyung o no para verlo mejor. O si debería decir algo gracioso para verlo reír. 

Por nombrar algo. 

Bajó la cabeza a la rosa en sus manos, era una rosa hermosa. Su color combinaba con el aroma que expedía, luego a la cena sobre la mesa que había pedido desde hace algunos minutos y sintió que su estómago se revolvía. 

More than friends. [Kookv]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora