Capítulo 17

4K 180 5
                                    

 Nada formal; no quería que se enterara que pasé más de tres horas tratando de elegir la ropa para hoy. Era domingo, y volvería temprano. Sí, saldría con Justin. En realidad creo que sólo él me llevará a su departamento de aquí para ver unas películas. ¿Estaba nerviosa?, más que la mierda.

Tenía miedo de ir y acabar en donde no debería; la cama. Pero estaba segura que él me respetaría, ¿verdad?, él es mucho mayor que yo —tal vez sólo seis años— y no podía sobrepasarse conmigo. No, no, yo lo conocía, ¿verdad?

Dudas, dudas, dilemas y dilemas, ¿qué era al fin lo que yo quería?, ¿lo quería a él?, sí. Lo quería conmigo y que ojalá y nunca se separe de mí. Porque eso es lo que más deseo y sé que nunca se hará realidad. ¿Por qué me tuve que enamorar de alguien mayor que yo y además, canadiense?.

Me miré al espejo por milésima vez, miré mis piernas con unos jeans apretados y azules, rotas en la rodilla, miré mi remera larga y holgada —suelta— gris con las letras ''Make me happy, don't make me cry'' en negro adornado con un poco de rosa. Mis converse negras, un poco de accesorios, perfume, un poco de maquillaje, gloss sobre todo, gloss rosado en mis labios, que en sí sólo era brillo.

Salí de mi dormitorio con mi bolso y tomé mi iphone, al salir me encontré con mi mamá recién llegando de trabajar. Eran las cuatro y media de la tarde.

— Hey, ¿saldrás? —dijo dándome un beso en la mejilla. Asentí mientras guardaba mi iphone en mi bolsillo del pantalón.

— Sí, sí, veré una película con un amigo —dije y me acerqué a la puerta, no quería darle explicaciones a mi madre. 

— ¿Qué amigo? —dijo ella mirándome con una mirada totalmente pícara. Me ruboricé.

— Un amigo, mamá— evité su pregunta a toda costa. Abrí la puerta de la calle.

— Oye, te estoy preguntando —se puso las manos en su cadera. Hice una mueca y salí a la calle.

— ¡Después te cuento! —dije y salí rápido sin alcanzar a escuchar lo que ella me gritó.

Suspiré aliviada y al final de la calle, vi doblando la camioneta de Justin, me puse terriblemente nerviosa. Con un tic nervioso, acomodé mi cabello en mis hombros, y miré hacia otro lado cuando la camioneta —auto— de Justin fue bajando la velocidad parando a mi lado. Suspiré y miré como se bajó de esta para caminar hacia mí. 

Lentamente me mordí el labio inferior, él llegó a mí, invadiendo mi espacio personal, se agachó un poco para llegar a mi mejilla, me moví un poco para que sus labios dejaran un suave beso en mi mejilla. Tragué duro mientras sentía sus labios ahí.

Al separarse me sonrió.

— Hola —susurró. Lo miré a los ojos, y bajaba rápidamente la mirada y así me quedé por unos segundos. Cambié de pie e hice un sonido con mis labios.

— Hola —saludé mientras me lamía mi labio inferior. Traté de sonreír, pero lo único que me salía era una mueca.

Una mueca porque él se veía jodidamente hermoso.

Una mueca porque él estaba para follarlo.

Y una mueca porque estaba completamente enamorada de él y quería besarle los labios. Pero no me atrevía.

— Ven, vamos —asentí mientras me ayudaba a subir a su camioneta y me senté en el copiloto. Él rodeó el auto y entró y partió hacia su departamento.

— ¿Qué haremos? —le pregunté mientras me acomodaba en mi asiento. 

Justin estaba concentrado mirando por la carretera.

— Primero iremos a la playa, si no te molesta —él sugirió, asentí lentamente.

— No me molesta, no te preocupes —sonreí mirándole. Él me miró y sonrió.

Joder, tía, la descarga eléctrica nunca se iba. Y había mucha más atracción de la que creía.

Vamos, digamoslo, cuando nos saludamos, lo primero que sentí fue esa descarga, y sabía que la atracción se sentía a millas de aquí. Él había envadido mi espacio personal como nunca antes alguien lo había hecho, y realmente me encantaba.

Cuando estuvimos cerca de la playa, nos bajamos, yo fui más rápida y me bajé antes que él. Justin bufó y negó con la cabeza.

— ¡Hey!, quería ser un caballero por primera vez en mi vida —dijo mientras llegaba a mi lado. Lo miré y reí.

— No importa —susurré y me saqué mis converse para posar mis pies en la arena.

Ésta estaba un poco caliente, este lado de la playa casi nadie venía para bañarse —ya que estamos en verano— porque está lleno de rocas y es muy onda esta parte del mar. Justin supo escoger muy bien, nadie rondaba por aquí. Sólo a unos cuantos kilómetros donde había gente disfrutando del día, día nublado, pero estaba caliente el ambiente.

Sin darme cuenta, había dejado caer mi bolso y mis zapatillas para ir hacia la orilla. Hace tiempo que no venía a la playa, yo no salía mucho que digamos. Eso creo que ya lo sabían. Miré hacia atrás y Justin venía con todas mis cosas, no sé porqué, pero eso me hizo reír. Él llegó a mí y me miró.

— ¿De qué te ríes? —dijo gracioso, sacando una frazada y déjandola en la arena, se sentó ahí me miró. Su pose era muy sexy para ser verdad. Sonreí.

¿Qué me estaba pasando?, ¿dónde quedaron las barreras contra él?, ¿dónde quedó la muralla que construí para que no me hiciera daño?, sin darme cuenta, me puse de rodillas frente a él y me acerqué. Él como si leyera mi mente me abrazó, dejándome en su pecho, escondí mi rostro en su cuello, y sin querer —literalmente— le di un beso en esa zona. Sentí como se estremeció.. omg. ¿Yo podía hacerle sentir eso?, ¿yo provocaba eso?, quería reír, estaba contenta.

Omegle ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora