Capítulo 20

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Sonreí abiertamente.

— ¡Vamos, admítelo! —dije riéndome. Justin negó con la cabeza. Le miré y sonreí abiertamente. — Admite que Zac Efron está para comerselo. —Dije mientras veíamos una película romántica de Zac Efron. Justin rió entredientes.

— Para comerselo, ¿eh? —dijo mientras quitaba su mano encima de mi hombro.

¿Lo habré molestado?, sonreí sintiéndome ansiosa e impotente. Ya había dejado de prestarle atención a mi película favorita de Zac Efron ''Más allá del cielo''. Lo miré y él estaba mirando la película. Sonreí observándolo.

¿Cómo alguien podría ser tan perfecto?, él miró hacia mí y me voltée rápidamente hacia la película. Sentí su sonrisa aún sin mirarlo. Sonreí. 

Justin volvió a poner su brazo encima de mis hombros y yo me apoyé en el suyo, y cerré los ojos. No estaba cansada, ni tenía sueño. Sólo quería que este momento nunca acabara. ¿Así se sentía el amor?, ¿así era?, porque si así fuera, yo realmente estaba jodida.

Sentí suaves caricias en mi brazo, me apreté más a él y seguí mirando la película aún así sin tomarle atención. Lo único que sentía era la respiración de Justin ahora en mi cuello, y haciendo que yo abriera los ojos de golpe.

— ¿Qué? —dije mirándolo. Justin bajó de apoco hasta estar a mi altura y besar mi nariz. 

— No sé, dime tú, ¿Zac Efron es más guapo que yo? —dijo él y yo reí alegremente, viendo como él aguantaba una sonrisa en su rostro. Pero sabía que él quería sonreír, lo veía en sus ojos. Me acerqué a su rostro.

— Uhm... no sé —dije más cerca, estaba obviamente tomándole el pelo.

Nadie podía ser más guapo que él y sus sexys tatuajes. Quise reír por mi pensamiento. Aunque tuviera más de veinte tatto's en el cuerpo, todo él me parecía guapo y muy sexy. Suspiré cuando sentí sus labios en mi mejilla, haciendo que cerrara los ojos. Gemí cuando sus deliciosos labios llegaron a los míos, entrando sin previo aviso y saboreándome.

Suspiré cuando se puso encima de mí, pasé mis manos hacia su cuello, y lo empujé más contra de mí. Una de sus piernas se metió entre las mías, tratando de que el no cayera con todo su peso. 

Su beso era exigente y apasionado, muy apasionado. Suspiré, jadée sintiendo como me quemaba por dentro. Quería más, mucho más. Bajé mis manos hacia sus abdominales y los toqué por encima de su playera. Justin gruñó en mi oído mientras besaba el lóbulo de mi oreja. Suspiré y sentí como mi cuerpo temblaba y era una respuesta a las sensaciones que él me estaba haciendo sentir. 

Se separó de apoco de mí, y me miró, lo miré a los ojos y volví atacar a sus labios, besándolo y dejando que su lengua pasara entremedio de mis labios. Algo tremendamente delicioso. Mi respiración se había vuelto irregular, muy irregular. 

De pronto, de toda está calentura, Justin se levantó de un salto de la cama y me dejó sentada en está, totalmente mal con mi cabello y mis labios rojos y dolidos. Él no se quedaba atrás. Pero, ¿por qué reaccionó así?, y ahí pude verlo. El color de sus ojos ya no era de un suave miel, sino que eran más oscuros, sus labios rojos, hinchados, su cabello desordenado de una manera sexy, su respiración totalmente entrecortada. 

Con un tic nervioso, se tocó su nuca.

— Creo, que, iré a hacer la cena, quédate viendo la película si quieres —dijo él. Asentí aún afectada por lo que acababa de pasar.

Jesús, ¿él se habría arrepentido?, ósea, no hemos hecho nada, pero, él simplemente paró. 

— Quiero que vayas lento — lo que le dije el otro día, quedó en mi cabeza. Él sólo había parado por mí, y nada más que por mí. Sonreí, sintiéndome la chica más afortunada de tenerlo. 

Suspiré y arreglé mi cabello. Apagué la película, y me fui hacia la cocina de su departamento. Un increíble y muy bien amueblado departamento. Las paredes eran blancas y tenían muebles negros. Muy al estilo hombre. Me gustaba. 

Llegué hasta donde estaba él, y sonreí viéndolo deslisarse por la cocina, mordí mi labio inferior mirando su trasero, joder, este tío tenía buen culo. Y me sonrojé por el pensamiento descabellado. Negué con la cabeza, y me acerqué a él. 

Cuando estuve bastante cerca, sin darle tiempo de reaccionar lo abracé y recargué mi cabeza en su espalda, mientras lo apretaba fuerte hacia mí. Sentí como Justin se relajó en mis brazos ¿había estado tenso?, dejé un suave beso en su espalda y lo solté. Él se volteó hacía mí y se encogió un poco para llegar a mis labios y abrazarme por la cintura.

Y otra vez comenzó la guerra de besos. ¿En serio?, ¿no podíamos estar ni un segundo sin nuestros labios comiéndose?, sonreí cuando paró de besarme y me cuenta que mis pies no tocaban el suelo. Claro, él me había levantado para besarme mejor. Sonreí contenta.

Amanda estaba corriendo de allá y para acá. La graduación llegó. Después de ese día que pasé con Justin, tuve que dejar nuestra relación a un lado, para centrarme en los estudios, y estudiar, y estudiar y calificar bien en todos los exámenes. Y así fue, con la ayuda de Justin y Jack, pudimos calificar Amanda y yo. 

La graduación sería mañana, y la fiesta también. Estaba nerviosa. Amanda quería el tipo de graduación de las películas, ya sabes, la noche perfecta. 

Miré mi vestido color turqueza que me llegaba hasta los talones, hermoso, muy malditamente hermoso, tenía descubierta la espalda de una manera que me hacía ver totalmente sexy, o esas fueron las palabras que utilizó Amanda cuando me observó con él puesto, no tenía tela hasta un poco más arriba de mi trasero, muestra la gran parte de mi espalda, no toda, pero sí la mayoría. Era perfecto. No era el vestido del cuál me había enamorado ese día que vi a Justin en el mall. Pero, éste sin duda, era el mejor.

También miré mi túnica. Era negra por supuesto, y estaba el gorro que la acompañaba. Suspiré mirando mis zapatos, infiernos tacos con diez centímetros de alto. Joder, me iba a matar con esos tacones. Negué con la cabeza recordando a Amanda diciendo que teníamos que usar esos infiernos de zapatos. 

Justin sería mi pareja del baile, e iría a mi graduación.

Esperaba que ese día fuera el mejor de mí vida.

Todos los alumnos y todos los profesores -estarán presentes. Por fin me graduaré. Saldré del instituto para irme a la universidad. Una universidad que he sido aceptada, y aún así mis padres no tienen ni idea donde es. Esperaba que ellos comprendieran que era la universidad de mis sueños. 

Será, lejos, bien lejos de Londres.

Omegle ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora