Estar en está situación me ponía nerviosa. ¿Qué le diría?, ¿qué necesitaba tiempo?, ¿realmente necesitaba pensarlo?, abrí los ojos encontrándome con su mirada, su dulce mirada que rogaba ser perdonado y que le diera una segunda oportunidad, ¿podría, tal vez?.
¿Por qué siquiera lo estaba pensando?, quería esto, quería tenerlo junto a mí, y si pudiera, toda la vida. ¿Por qué no darle la oportunidad, cuándo podría sentirme tan viva por primera vez en mi vida?
Asentí.
— Vale, sí —dije mirándolo seriamente, pero cuando él comenzó a sonreír de una manera, sonreí con él.
Sin previo aviso, él me tomó en brazos y comenzó a darnos vueltas, me puse a reír mientras él reía conmigo. ¿Este realmente era Justin Bieber?, ¿el Break pussies?, tenía un pequeño pensamiento que rondaba por mi cabeza, que, yo era la única chica que había visto este lado, un chico atento, cariñoso, amable, romántico.
Cuando se detuvo y me bajó, me miró y besó suavemente la mejilla. Sonreí contenta, él me hacía feliz, ¿qué más podría pedir?, ¿por qué lo pensé tanto?
— Gracias —dijo mientras daba un pequeño suspiro de alivio. Sonreí dulcemente. Respiré profundamente antes de escoger bien mis palabras.
— Sólo con una condición —dije, él arrugó su ceño y asintió seriamente. Sonreí, mientras me mordía el labio inferior.
— Vayamos lento —dije, joder, tía, tengo dieciocho, las hormonas ya están alborotadas, y Justin... Justin era un chico experimentado. Él asintió y volvió a soltar un suspiro.
— Por supuesto que sí pequeña —dijo antes de abrazarme fuerte.
Entrelacé mis brazos alrededor de su cuello, mientras él seguía abrazándome por la cintura, acercándome más a él, si es que se podía.
Cuando me di cuenta de la situación, y de lo que él haría, reaccioné de una forma que no esperaba. Me separé rápidamente de él y me voltée, cerré fuertemente los ojos mientras sentía mi corazón yendo demasiado rápido.
— ¿Q-qué pasó ______? —hasta yo, sin mirarlo, podía escuchar su confusión. Volví apretar mis ojos y me voltée aún con ellos cerrados. Volví acercarme, hasta una distancia moderada. Abrí mis ojos y lo vi. Mordí mi labio inferior mientras respiraba aceleradamente.
— Y-y-yo, bueno, Justin, lo siento, pero, me puse muy nerviosa —dije mientras pestañaba rápidamente mientras sentía mis mejillas calentarse. De pronto, vi como él comenzaba a sonreír de lado. Lo miré confundida.
— Eres tan dulce, ¿lo sabías? —dijo él mientras levantaba su mano para acariciar mi mejilla. Mis ojos se cerraron instantáneamente, mi cuerpo se estremeció por cada caricia que él me daba, suspiré mientras ponía mis manos sobre su abdomen.
— Bueno —mordí mi labio inferior— es mi naturaleza —abrí mis ojos y lo miré intensamente. Él rió alegremente y se inclinó para robarme un rápido beso.
Eso fue todo para que mis piernas temblaran. Y sólo había sido un segundo. No sé qué pasaría cuando fuera más de un segundo. Jesús.
— Ven —dijo él mientras me indicaba hacia su regazo cuando se sentó en la manta que estaba en la arena. Lo miré y me senté entre sus piernas, pero de frente. Él agarró mis muslos y acomodó mejor mis piernas para que éstas salieran por encima de su pierna izquierda, y así mi trasero estaba encima de sus piernas, me puse de frente y ahora sí lo tenía a mi altura. — ¿Quieres que te enseñe a besar? —preguntó. Abrí mis ojos como platos mientras tartamudeaba diciendo:
¿Qué? —dije mirándolo avergonzada. Sabía besar, eso era obvio.
Joder, tenía dieciocho años, sabía besar, ¡diablos sí!, pero temía por Justin. Yo no sabía si era buena besando, claro está. Pero, él es un hombre experimentado, sabe sobre esto —está más que claro— y me da miedo que no le guste como bese.
Además el único novio que he tendio duramos un año y medio, y sólo con él he sido capaz de besarme, y sólo llegar al primer grado. Joder, era tímida. Entiendan. Josh Parcket no era alguien quién tenía experiencia en besar, o algo por el estilo. Nuestros besos eran básicos y muy normales. Para nada los besos a la francesa o qué sé yo. Nunca hubo lengua de por medio. Ya saben, besos básicos. Normales.
— ¡Sé besar! —dije totalmente ofendida, él sonrió otra vez y agarró mi rostro entre sus dos manos.
— Lo sé. Pero, tal vez, como te pusiste nerviosa —Justin se encogió de hombros. Suspiré, quería besarlo, rayos, sí.
Lamí mis labios mientras me acercaba a su rostro, cerré los ojos mientras sentía su frente junto a la mía. Sus manos estaban ahora abrazando mi cintura. Apreté mis labios y le di un pequeño beso, sin movimiento, sólo el sentir de nuestros labios. Me quedé ahí, esperando que él tomara la iniciativa. Lo sentí sonreír, mientras que yo copiaba su acción.
De pronto, sentí su lengua en mi lamiendo mi labio inferior y me volví apartar. Justin volvió a reír, y mi rostro fue rojo —otra vez—.
— ¡Justin! —golpée juguetonamente su brazo, él rió mientras se acostaba en la arena y me ponía encima. Me acomodé mejor y me puse completamente encima, sin por primera vez, importarme si le pesaba, estaba teniendo confianza.
Me acerqué a su rostro y besé su mentón, él dejó de reír y me miró, en sus ojos había un brillo especial, un brillo que nunca había visto en un chico en mi vida, y que nunca nadie me había mirado como él lo hacía ahora. Me sentí especial. Querida.
Acerqué mis manos a su rostro y acaricié su suave mejilla, tenía la piel tan suave, y a la vez en la llema de mis dedos picaba por el crecimiento de la barba, pero era muy poca. Sonreí mientras tocaba su cabello. Él tenía sus ojos cerrados mientras disfrutaba de mis caricias, sonreí sintiéndome importante, ansiosa.
Me acerqué a sus labios y volví a besarlo, pero está vez no me aparté y no me quedé quieta, ni siquiera esperé a que él comenzará. Tomé yo la iniciativa y abrí mis labios dejando que sus labios se movieran a la par de los míos.
Mi corazón iba a toda velocidad, mientras sentía sus labios moverse sobre los míos, acariciándome lentamente. Sus labios hacían un dulce baile con los míos, mientras yo me preocupaba si es que mi corazón podría ir más allá de lo que estaba yendo ahora.
Sus labios eran tan malditamente suaves, tan increíbles. Su aliento de él era tan jodidamente delicioso y tan él.
Suspiré mientras nos separábamos por falta de aire. Abrí mis ojos para encontrarme con los suyos, sonreí y él sonrió conmigo. El beso había sido tan suave, tan lento, tan... nosotros.
Justin levantó su rostro y juntó nuestros labios de nuevo. Suspiré mientras sentía sus manos en mi cadera, acariciándola suavemente mientras nuestros labios hacían unos suaves sonidos. De pronto sin previo aviso, su lengua volvió a tocar mis labios, y está vez dejé que entrara. Y eso fue todo para que yo jadeara de placer y que Justin me apretará más contra él.
¿Qué me estaba pasando?, ¿desde cuándo tenía unas increíbles ganas de hacer algo más que besos?
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Omegle ➳ j.b
FanficOmegle es una página para hablar con el mundo de lo desconocido, donde todos a veces desean tener un juego sexual, o donde realmente quieres conocer a personas que sienten o piensan igual que tú. Sólo fue entre por diversión, y... al final terminé m...