Si tu quisieras (Ereri) -Terminada-

Accidente

Tu vales mis lágrimas, mis sonrisas, mis enojos. Tu vales todo mi ser... ya me eh dedicado a amarte.

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Como era de esperarse Levi había llegado con unos minutos de anticipo, esperaba sentado en el césped que tan bien estaba cuidado por Petra. El mayor paseó su gris mirada al cielo, al ver tan linda escena quería llorar... Dos pájaros volando en camino a quién sabe donde, pero lo hacían juntos... Van en busca de la libertad, nada ni nadie los separaría, tocó su blanca mejilla al sentir agua escurrir de sus ojos, así es: Hasta el hombre más fuerte de la humanidad podía llorar, rápido se talló los ojos quitando bruscamente esas gotas de agua salada. Curioso por el tiempo revisó su reloj de mano: las 3:55, si en cinco minutos el mocoso de Eren no llegaba, se levantaría y se marcharía a su oficina... Quién sabe, a arreglar uno que otro papel pendiente, oh hasta echarse un sueño a su habitación, nadie lo privaría de eso, hoy es día de no limpieza.

El azabache intentó ahogar los minutos —que pasaban bastante lento, si se lo preguntaban— tallando sus botas con el verdoso césped, mirando las nubes y determinando sus formas graciosas. A pesar de esa tan inexplicable expresión que el hombre llevaba en el rostro... Podía sentir, podía ser curioso, podía ser observador, podía... Amar...

Dió un pesado suspiro al recordar las palabras de Erwin, claramente se lo había dejado en claro, simplemente no quería nada con él. Pero... ¿Que podía hacer para arrancarselo del corazón? No podía, amaba a ese cejon como a nadie amó en su vida, sería difícil.

Pero tratará de olvidar las cosas que alguna vez lo hicieron sentir mal. Esperará lo indicado, pero... Pensar que la persona que más ah puesto atención en el azabache... Está frente a él todo el tiempo. Llevándole el desayuno, dándole los buenos días... Siguiendolo como perro fiel sigue a su amo.

Si eso no es amor... La verdad no sé que sea.

En ese momento Levi se hizo una idea... Pero juró no ilusionarse hasta comprobarlo realmente, por que... Puede que Eren le vea como Petra lo ve. Como a un padre.

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[Eren]

Me dí una merecida ducha, me dolían un poco los músculos y otras partes del cuerpo por haber hecho tanta limpieza en sólo seis horas, me cambié sencillo y me coloqué la fragancia que Armin me trajo de regalo en mi cumpleaños 17, huele muy bien, espero y al capitán le guste mi olor. Nunca uso el frasco a menos que sea algo especial, caminé a mirar la hora y... ¡Diablos!  ¡3:58! Parece que se me pasó la mano acicalandome para el capitán. Caminé a paso rapido al jardín y así pude respirar... Aún se encontraba ahí, acostado en el cesped, al parecer apreciaba las nubes pasar y hacía una que otra figura con el dedo.

Me quedé embelesado con tan bella imágen, no me percaté del momento en el que me acerqué hasta quedar a un lado de él. —Al fín llegas mocoso. Ya estaba por irme...— dirigió su grisácea mirada a mi persona, pronto tuvimos un contacto visual bastante placentero.

Gris y verde comienzan a hacer contacto, ahí me doy cuenta que me he quedado callado y él me ve esperando respuesta. Con esos orbes que podrían matar... Tan brillosos, tan afilados. —Ho-hola capitán... Ya llegué...— Regresó el nerviosismo a mi cuerpo, como si tuviera un radar cuando tenía que salir para avergonzarme y hacer que el Heichou se divirtiera de mi idiota comportamiento.

Lo observé pararse y comenzar a caminar, me dispuse a seguirle, colocándome a un lado de él. —Y bien... ¿De que quieres hablar mocoso?— Me sacó de mis pensamientos, pronto mi nerviosismo desapareció —y se lo agradecía— la verdad es que desde que me di cuenta que me gustaba el capitán, eh estado actuando como un reverendo idiota.