°Tu Música Es Mi Ciencia° ||Hiroguel||

Capítulo 14

-No, no me hagas esos ojos- mamá Elena fue hacia el ropero y saco la ropa del chico aventandosela en la cara -Rápido que la familia espera- en cierta manera Miguel deseaba su propia muerte, incluso habia deseado que su papa Hector por fin viniera por el

Al llegar al comedor observó que todos comían como unos verdaderos cerdos, tal vez era el odio que les tenía por haberle quitado a Hiro, pero el moreno empezó a ver todo de una manera diferente

¤Si tan sólo me dejarán un día a mi suerte¤

Dio su mejor sonrisa pasando a tomar asiento -Buenos días- nadie de la familia contesto -Ah gracias- tomó un pedazo de pan y salió de la casa comiendolo

-¡Miguelito! ¡Amor!- paro en seco suspirando, de nuevo esa voz chillona lo seguiría atormentando todo el día

-¿Que tal m..mi niña?- la abrazo lo más que pudo, aguantando la respiración, parando todo su organismo

-Vamos... ¡Tenemos un gran día por comenzar!- tomó la mano del moreno y lo jalo por toda Santa Cecilia

¤¿No podías pensarlo mejor Héctor?¤

Caminaron de arriba a bajo, por todos y cada uno de los rincones del pequeño pueblo -Exactamente... ¿Que planeas hacer?- cuestiono Miguel una vez detenido su recorrido, la pequeña niña se sentó sobre la banqueta alzando los hombros

-Nada, sólo quería salir de mi rutina diría que me da mi madre- lo invito a sentarse junto a ella tomandole la muñeca -Tu eres lo unico que me saca de los problemas familiares Miguel-

-¿Cuales problemas?... si tu vives como reina de la casa, sin hacer nada, sólo te quedas sentada viendo a los demás romperse la espalda- rodó los ojos cansado soltando toda conexión entre ambos -Tan sólo quisiera que fueras Hiro...- susurro a penas, pero lo suficiente para ser entendido

-¿Y porque el?...aguarda- se alejó de el asqueada -¿Eres gay?-

Miguel tomó aire con fortaleza y asintió -Así es ¿Y que?... lo soy, me gusta mi mejor amigo- se levantó del suelo con orgullo gritandolo a los cuatro vientos -De hecho si no fuera por ti, el y yo seguiríamos dándonos unos ricos besos-

Juanita apretó los puños alejándose molesta -¡Te voy a acusar con tu familia!- al perderla de vista, Miguel comenzó a celebrar y a saltar de un lado al otro: 》Recuperaría a su novio《

Sin más escándalo se escabullo a la Universidad para saber más datos de donde podría estar Hiro -Disculpe- pregunto al primer hombre que se encontró

-Ahora no niño, tengo mucho por presentar mañana- ignoro la presencia del menor sin tan siquiera mirarlo y siguió trabajando

¤Así que es el mal de los universitarios¤

-Es que enserio  necesito saber donde se encuentra el joven Hamada... es urgente- expresó casi lo último en llanto, hizo un pequeño puchero lo que hizo que el contrario por fin volteara

-Pues si de verdad quieres encontrarlo, lo harás en la fonda de la esquina... ahora ¿Ya me puedes dejar trabajar?- Miguel agradeció el poco tiempo que le brindó y corrió como alma que huye del diablo

》Sólo tenía un objetivo, sólo uno y era recuperar lo que creía perdido... su verdadero amor《

Al llegar toco con las pocas fuerzas que tenía, espero uno, dos, tres, seis minutos sin ser atendido -¡Buenas noches!- grito sin dejar de tocar, que tal si el hombre lo engañó y nadie estaba -¡Que buenas noches!-

-¡Que escándalo tienes chamaco!- salió una señora apuntandolo con una chancla -Aquí no damos limosna, ni mucho menos-

-Jeje no señora, sólo vengo a traer amor- sonrió de lado tratando de detener la puerta

-Tampoco queremos religiosos aquí ¡Fuera ya!- cerró sin mas en las narices de Miguel

¤Ella escuchará... con musica¤

Recordó las palabras rodando los ojos -Creo que está vez tiene razón ese hombre, pero necesito una guitarra-

-¡Hey muchacho! ¿Necesitas ayuda?- se acercó un mariachi sonriente

》Si recordarán al mariachi que mamá Elena golpeó el año anterior, pues si, era el《

-Ahora que lo pregunta, si- sin mas retardos se colocó la guitarra y la afino a su convenencia -Bien-

Te amo y más de lo que puedes imaginar, 
Te amo además como nunca nadie jamás lo hará 
En esta canción, va mi corazón 
Amor más que amor es el nuestro y te lo vengo a dar

-¡Esa es de otro wey!- gritaron a lo lejos seguido de un balde de agua fria encima de Miguel