Capítulo 5

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-¡Hey! Por fin dijiste bien mi nombre- el mexicano río ante tal expresión de su contrario, tenía razón, había juzgado mal a este chico ¡Era fantastico! -Creo que debo irme Miguel- miro su reloj y sin mas salió de la habitación -¡Hiro!- el moreno lo persiguió hasta la entrada -¿Que hago con Baymax?-

-Esta programado, el sabrá que hacer- y sin saber como lo perdió de vista entre las personas, era sin duda un muchacho muy... muy ¿Lindo? Sacudió su cabeza y volvió al cuarto para seguir tocando

                 "Que lindo eres tu
            Ay mi amor, ay mi amor
                Con tu dulce hablar
            Ay mi amor, ay mi amor
            Tu me traes un poco loco
                  Un poquitito loco"

Abrió los ojos sonrojado -¿Pero que estoy cantando...?- suspiro mirando hacia el gran hombre globo quien aún se encontraba ahí, sin nada que decir, se levantó de la cama y se dirigió hasta el -¿Hola?- movio su mano delante de este, miro un ligero destello rojo en su pecho

-Y si...- lo presionó sin mas -Hola soy Baymax tu asistente médico personal... tu no eres Hiro ¿En donde está?- pregunto este ladeando la cabeza -Amm fue a su universidad, te dejo a mi cuidado o... ¿Era al revés?-  se quedó pensando agachando la mirada -¿Tu nombre es Miguel?- pregunto una vez más aún con su cabeza de lado

-Woow ¿C..como lo sabes?- cuestionó retrocediendo -Es sencillo, te analice de pies a cabeza y debo decir que todo anda en buen estado- Miguel sonrió emocionado -Eres mucho mejor de lo que pensé ¡Eres único Baymax!- lo abrazo muy fuerte y siguió su larga plática, no era incómoda, al contrario era entretenido saber más sobre la robótica y lo que consistía

Hiro por su parte transcurría su primer día con normalidad aunque seguia sin saber que le pasaba en el pecho, porque le dolía de esa manera -¿Joven Hamada?- pregunto el profesor interrumpiendo la explicación, sus compañeros voltearon hacia el riendo -Eh, si si lo siento tanto, no volverá a pasar lo juro- recuperó la postura y observó por la ventana, la tarde ya caía lentamente tornando el cielo de un bello color anaranjado

Al terminar el horario tomó camino hacia el hogar de los Rivera, en el camino se encontró de nuevo con esa música... -Miguel~- suspiro inconcientemente recordando esa bonita imagen del moreno, concentrado en tocar su guitarra

Y de nuevo ese pulso en su pecho... será que, no, eso no es posible. Ignoro sus palabras siguiendo su caminata -Entonces yo corría así y ahora ¡Corro asi!- escuchó detrás de la puerta del menor, abrió con mucho sigilo encontrándose con Miguel y Baymax charlando o bueno, lo poco que habla el hombre globo -¿Así que se llevan ya?- pregunto una vez que se lo propuso

-¡Es maravilloso este invento Hiro!- corrió hacia el y lo abrazo tiernamente -Gracias por haber llegado- el prodigio de la robótica lo miro extrañado -¿Que le hiciste a Miguel extraño?- ambos rieron sin dejar el cálido abrazo que los unia -Este es mi verdadero yo, ahora eres digno-

Hiro lo miro directo a los ojos, un rojo carmesí se formaron en sus mejillas mientras su corazón latía a mil -Este... creo que mejor dormimos ¿No?- pregunto el menor sin desconectar sus miradas, no era incómodo, era agradable y dulce la escena, podrían durar así por horas -¡Mijos les traje algo de cenar!- entro mamá Elena con unos vasos de leche y trozos de pan

Ambos se separaron apenados tomando lo suyo -Gracias mamá- esta asintió y les propinó unos besos antes de salir -Oye Miguel... ¿Crees que puedas cantar algo para mi?- el moreno asintió encantado dejando los alimentos en la mesita de noche -De hecho mientras no estabas, ensaye una- tomó la guitarra y la acomodo en sus piernas

              "Que el cielo no es azul
              Ay mi amor, ay mi amor
                  Que es rojo dices tu
       ... Ay mi amor, ay... m..mi amor"

Hiro no lo soporto más y le planto un cálido beso sobre sus labios, al principio Miguel tuvo miedo de seguirlo, no quería hacer algo malo, no quería caer pero al final lo hizo

°Tu Música Es Mi Ciencia° ||Hiroguel||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora