°Tu Música Es Mi Ciencia° ||Hiroguel||

Capitulo 2

||15 horas mas tarde 

Hiro bajo del avión con un mareo increíble y con unas inmensas ganas de vomitar por quinta vez en el vuelo, tal vez dejaría con un ligero trauma a todos los pasajeros por su manera "Tan destacada de volver el estomago" -¿Te sientes mejor chico?- preguntaron unos señores mayores de edad que compartieron asientos con el pequeño japones, Hiro solo atino a asentir recuperando la postura, se despidió de la pareja y fue por sus maletas, al mirar por el ventanal del aeropuerto no pudo dejar pasar un escalofrió al ya no ver su querida ciudad, a sus amigos, sobre todo a su tía ¿Pero eso quería no?

-¡Bienvenido seas a México Hiro Hamada!- grito con cortesía uno de los encargados de la universidad -Ya tenemos todo preparado para ti, incluso la familia Rivera ya te espera con los brazos abiertos- "Que agradables sujetos" pensó el chico riendo y agradeciendo la bienvenida pequeña, los jóvenes guiaron al prodigio de la robotica hacia un pequeño auto estacionado frente al edificio 

-Si tienes alguna duda o aclaración respecto a tu visita, no dudes en decirnos- este respondió con un apagado si y siguió viendo por la ventana, sinceramente todo lo que veía con sus pequeños ojos le parecía fascinante era muy diferente a "San Fransokyo" sin duda los mexicanos tenían lo suyo pero se abrieron aun mas al ver los mariachis tocando las canciones típicas del país mientras otras personas bailaban o simplemente se quedaban escuchando, sinceramente Hiro no era un gran admirador de su música, para el era mas preferible algo moderno 

-Listo chico, aquí esta el hogar de tu familia de intercambio- miro con atención la pequeña casa con letras legibles en grande"Rivera" pronuncio pero al ver una señora acercarse rápidamente con intensiones de atacar según Hiro, el mencionado se alejo rápido de la ventanilla -¿Q..quien es ella?- pregunto con la respiración agitada y empezando a sudar 

-¡Oh es la señora Elena!- uno de los uniformados bajo del auto para saludar con afecto a la mujer mientras esta lo veía atraves del cristal sonriendo amablemente -¡Miguel! ¡Miguel! ¡Ya vino el muchacho!- escucho que gritaba y por el masomenos español que estudio, pudo entender perfectamente que se refería al pequeño moreno que se asomo por la puerta con algo de incomodidad 

El chico de pelo alborotado se quedo contemplando la cara de Miguel por un largo tiempo y solo entonces comenzó a desarrollar un dolor raro en el pecho -...Oh cielos...- susurro saliendo de sus pensamientos -Señora es un honor presentarles a Hiro Hamada- abrio la puerta mostrando al chico mirándolos aun inconforme -Bienvenido muchachito, espero que nuestro hogar se vuelva de tu agrado- resalto doña Elena hablando por separado

-Amm señora el viene de otro país no de otro mundo- Hiro rió ante esto y por fin se dio la molestia de bajar del asiento, le extendió la mano a señora como lo había visto en un vídeo pero doña Elena no se quedo conforme y apretó con todas sus fuerzas su cuerpo, al principio el pequeño japones sintió que en ese momento quedaría ahí hecho trizas pero al final solo lo tomo como una muestra de afecto y respeto

-Anda Miguel, saluda a nuestra visita- dirigió la mirada a su contrario encontrándose con un puchero malhumorado y sin gracia,esto empezó a incomodarle al punto de que sudor regreso -Hola "Jiro"- escupió vagamente el moreno sin dirigirle la mirada ¿Porque se comportaba así? ¿Acaso ya tan rápido tenia que lidiar con enemigos? 

Hiro solo asintió sin mucho animo tomando una actitud parecida a la del menor, no quería comenzar así las cosas, el solo quería llevarse bien y no tener ningún problema -Bien joven Hamada, lo veremos mas tarde- se despidieron de todos los presentes y sin mas se fueron desapareciendo entre las demás personas, doña Elena lo hizo pasar sin ninguna molestia seguido por Miguel, tenia que arreglar lo que estuviera mal con ese chico... tenia que pensar algo rápido