Bad at Love🔥

7: Let you go❈

❗️❗️RECOMENDACIÓN: Leer mientras reproducen la canción de multimedia a partir de esto "♣️"❗️❗️

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Le tomó un par de días ordenar sus ideas y la manera en que le diría a Suho todo.

Jueves por la mañana, despertó y como siempre Suho estaba a punto de irse, le diría antes de que se marchara. Salió del cuarto y su pareja estaba arreglando un par de cosas.

— Suho—. Se acercó a él.

— Buenos días, bebé.

— ¿Podríamos hablar antes de irte?— El pelinegro quedó estático, mirándolo de pies a cabeza. Quedó en silencio por unos largos segundos y suspiró.

— Lo siento, cariño. Tengo que llegar temprano hoy pero podemos hacerlo en cuanto regrese. Trataré de estar lo más temprano que pueda—. No tenía alternativa, no quería que el retenerlo ahí lo perjudicara en su trabajo. Asintió.

— De acuerdo. Te veré luego—. Lo acompañó hasta la puerta.

Suho abrió pero quedó inmóvil, se giró hacia él y no le quitaba la mirada. La sensación que surgía en su cuerpo era extraña

— ¿Pasa algo?— No hubo respuesta—. Suho, ¿estás bien? ¿Quieres que te traiga algo? ¿Medicina? ¿Te preparo un t- —Esa última pregunta quedó inconclusa ya que él rápidamente soltó sus cosas, tomó su rostro con ambas manos y lo besó. Era un beso como hace mucho no le daba uno. La presión que ponía provocaba que sus narices chocaran y el aire comenzara a faltar, pero parecía que no le importaba. Hubiera dado lo que fuera por algo así semanas atrás. Por costumbre colocó sus manos sobre su nuca, acercándolo de igual manera que él lo acercaba más contra su rostro, si aún era posible.

Y en el momento en que ya ninguno podía seguir conteniendo lo que les quedaba de aliento se separaron pero casi nada, la punta de sus narices aún se rozaban.

— Te amo—. Después de mucho tiempo, de nuevo escuchaba esas palabras salir de su boca.

Suho alzó lo que estaba en el piso y salió a paso apresurado. De verdad le había dejado sin palabras, ¿a que se había debido eso?

No tenía respuesta y aún estaba decidido a enfrentarlo y ver qué resultaba. Pasó el resto del día arreglando y empacando, le dolía pensar en esos últimos años junto a Suho que se estaban yendo al caño. Promesas ahora vacías, caricias y besos que perdieron valor. Sus cosas estaban listas pero no quería cerrar la maleta ya que muy a su pesar tenía cierta esperanza, lo cual no lo hacia sentir nada bien.

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Estaba en la sala viendo una serie, se levantó para ir por algunos dulces o algo para comer cuando en el momento en que se paró su celular sonó. En la pantalla divisó "Suho".

—Hola Suho—. No respondió pero captaba ligeramente su respiración al otro lado de la línea—. ¿Pasó algo? ¿Por qué la llamada? Nunca llamas cuando tienes práctica o vas a...

— Bebé, yo... solo escúchame. No tienes que decir cosa alguna. Dejé algo para ti sobre la mesa del comedor, bueno dos cosas. Una rosa amarilla, tu favorita, y a lado un sobre con una carta—. Minhyuk se dirigió a la mesa, pasó suavemente sus yemas sobre los pétalos de la rosa recordando como en su primera cita Suho le llevó un par de estas, haciendo que el rubio se sonrojara a más no poder. Antes de eso no se podía imaginar que alguien como Suho le regalara flores, eran demasiado bellas para alguien como él. 

Luego tomó la carta y casi la abría—. No la leas aún, espera un poco más. Antes quisiera decirte... perdón. No... no fui quien te juré que sería hace tiempo. Lo lamento, y solo recuerda que te amo, quizás siempre lo haré, o al menos ten por seguro que te llevaré siempre en mi corazón. Sea cual sea la decisión que tomes luego de leer la carta te entenderé. Debo colgar. Tal vez nos veamos después.

Finalizó la llamada.

Se sentó en el sofá, estaba dudoso de si leer o no lo que Suho dejó. Finalmente se decidió y extendió la carta.

"Lindo, cariño, bebé, mi vida... amor, son mis favoritos para llamarte, porque eso es lo que eres para mí. Sé que me he estado comportando como un idiota últimamente y no quería entrar en razón, pero lo he hecho ya desde hace un corto tiempo, y he notado que tu actitud es diferente, para ser más exactos dos días después de la fiesta de Jackson. Esa noche traté de acercarme a ti, de besarte, pasar una noche como tantas anteriores, solo tú y yo, pero me rechazaste. Luego cada día te sentía más distante. Y no te culpo. Sé la razón por la que estás así, tu amigo habló conmigo... es todo lo que diré. Esa noche que fui a aquel restaurante realmente no lo pensé. Por un tiempo sentía que algo me faltaba y quería probar algo nuevo y lo conocí, se me hizo tan fácil y creí que no pasaría nada, fue un gran error. Debí pensarlo, debí darme cuenta que solo necesitaba más de ti, más de tus abrazos, tus besos, de tu sonrisa, era lo único que de verdad faltaba. Me dejé llevar y lo único que logré fue lastimar a la persona que más he amado y me ha amado. Puede que no lo solucione pero lo siento, de verdad. Entiendo que quieras terminar nuestra relación, estás en todo tu derecho y yo lo entenderé, no hay razón por la que debas esperar a decirlo, soy consciente de lo estúpido que me comporté. Así que... esto es todo. Toma la decisión que tu corazón y mente te digan, sea cual sea te prometo que siempre podrás contar con mi apoyo. Gracias por estos años junto a mí, me hiciste inmensamente feliz, y te pido de nuevo perdón, perdón por romper todas aquellas promesas de un futuro donde tú y yo veláramos por nuestros sueños y, quizás, por los de alguien más.

Si al llegar a casa no hay rastro de ti sabré que has tomado tu camino definitivamente, y aunque me queme por dentro no te seguiré, dejaré que seas feliz con alguien que sepa valorarte como debí hacerlo. Sé que hay alguien que estará dispuesto a todo por ti.

Te amé, te amo y te amaré con todo mi ser.

Suho."

—Tonto, idiota... —Sollozaba—. Sabías lo que hacías, lo que sentías. Te odio. Te odio por haberme hecho amarte como un idiota Alejarme de mi mamá, de mi hermano y... de Shownu.

Los sollozos se convirtieron en llanto, las lágrimas salían sin parar y finalmente se acostó sobre el sofá, colocando una mano sobre su boca para ahogar el llanto o al menos que ningún vecino cerca lo escuchara.

— Te odio...—. No lo decía en serio y lo sabía. Solo que le dolía demasiado.

Quedó un largo rato recostado y sus ojos ya ardían. Lentamente se levantó, dejó la carta, tomó la rosa y se dirigió a la habitación. Al fin tuvo el valor que le hacia falta para cerrarlas. No había nada que pensar ya, esa carta le ayudó a decidir lo que sentía era mejor para ambos.

Justo en la entrada, debajo del marco de la puerta, se detuvo con ambas maletas en mano y la rosa amarilla. Admiró por última vez aquel departamento, aún podía recordar el primer día que pasó ahí, su emoción y lo feliz que se veía Suho al tenerlo con él. Del bolsillo sacó las llaves que le había dado y las dejó sobre la mesita de a lado para cerrar la puerta detrás de él definitivamente.