Amandonos... (Kyuwook)

4

Una semana en Seúl, era más tiempo del que podía resistir, las cosas se habían vuelto cada vez más complicadas, por lo menos algo estaba saliendo bien, los padres de Donghae estaban felices y tranquilos por el hecho de que Luna al fin había desaparecido, ¿Dónde estaba?, realmente no lo sabía ni me importaba, pero supongo que no la volvería a ver, así como paso con mis padres y eso era lo bueno ya no tendría que lidiar con las constantes malos ratos que dejaba nuestra furtivas juntas también era muy consiente que lo único que me quedaba de familia era el recuerdo que pertenecí a una, ¿triste?, lo más probable para otros pero yo al fin me sentía completamente libre de una familia a la cual nunca encaje. Lo malo es que yo había llamado la atención de alguien peor, Changmin, lo que era mucho peor, aunque podía soportar sus sorpresivas llamadas donde me gritaba de todos y luego colgaba, pero al parecer no era suficiente para él ya que un día, el cual quiero olvidar, apareció como bestia herida en mi oficina, a los cinco días de mi estadía en corea, mientras tenía una reunión con un posible inversionista, exigiéndome que me regresara de donde sea que hubiera venido, en realidad aún no sé muy bien cómo me mantuve quieto en mi lugar sin siquiera alterarme lo justo por la interrupción, pero ahí estaba yo con ni siquiera una mueca de asco mientras que él gritaba como loco exigiendo su dominio sobre Kyuhyun, así que supongo que toda esa calma, que no sé muy bien de donde apareció, es que pude seguir las conversaciones con las tres personas que estaban presenciando todo el espectáculo que estaba montando Changmin, así que después de que se largara de donde sea que hubiera aparecido azoto la puerta que juro que hizo temblar todo el edificio me gire y los tres pares de ojos se dirigieron hacia mí con algo que realmente no pensé que pasaría, pero me entendieron en especial la persona que más me interesaba de ellas tres.

Pero como siempre dicen después de la tormenta viene la calma, aquí fue todo lo contrario porque mi llamada a Kyuhyun reclamándole la estupidez que había hecho su chico nos hizo rememorar hasta sus antepasados...

En cuanto a Kyuhyun se estaba convirtiendo en una molestia bastante desagradable, aparecía en cualquier lugar donde yo me encontraba me celaba con cualquiera que se me acercaba e incluso me beso frente a tres inversionistas, que por suerte siguieron siéndolo, solo porque Cho pensaba que uno me estaba ¡coqueteando!... ¡por todos los santos el era un hombre de 60 años!... aparecía en mi oficina a la hora que se le ocurría, pasaba por mi cuando terminaba de trabajar, le decía a todo el mundo que estábamos casados e incluso que estábamos pensando en hacer un viaje, me estaba volviendo loco y sino no dejaba de comportarse de esa manera lo más seguro es que en cualquier momento le terminaría sacando la piel. Para colmo mi paciencia se estaba drenando desde que el idiota comenzó a exigir que le presentara al tipo ese que ahora dormía conmigo a lo que me negué de inmediato, esta demás decir que se volvió loco, si eso aún más posible, hasta hizo algo tan estúpido como ir a casa de Donghae, a casa de la persona que había jurado en degollarlo si se volvía a presentar frente a él, esta demás de decir que Hae se volvió un energúmeno que casi trepaba por las paredes mientras que el exigía ver a mi chico, a lo que Eunhyuk lo detuvo y llevándoselo lejos de las manos de Hae que juraba que lo mataría si no se alejaba de su casa, le dijo que no volviera que me dejara en paz y que si no deseaba empeorar las cosas conmigo era mejor dejar las cosas así...

Claro que le hizo más caso que un gato a su dueño...

―señor Kim, el señor Cho Kyuhyun está esperando. ―ven lo que les digo―

― ¿Qué hace aquí otra vez?

―tiene una cita con él para almorzar a la una de la tarde ―enserio es una maldita broma, la quede mirando como si le hubiera salido una segunda cabeza mientras que ella repelía mi mirada―

―señorita Park, me puede explicar porque tengo una cita para almorzar con Cho Kyuhyun.

―sale en su agenda ―maldito Eunhyuk, alguien se quedaría viudo por esto―