☣ QUARANTINE ☣ (WOOGYU)-(MYUNGYEOL)

3.- Paciente cero

**MYUNGSOO**

Descendí de la camioneta que nos transportó desde el aeropuerto militar hasta el hospital que habían construido de forma improvisada a las afueras de Seúl, hace diez años había salido de Corea junto con mis padre, una famosa escuela en Alemania me había becado gracias a mis altas capacidades....Jamás imagine que volvería bajo estas circunstancias, liderando el grupo de Infectólogos de la organización mundial de la salud y viendo a mi país en un completo desastre biológico, algunos gobiernos estaban dispuestos a darle asilo a los no infectados sin embargo las autoridades Americanas no querían arriesgarse a que esto se expandiera, en menos de 24 horas ya había una gran cantidad de contagiados

Estaba por entrar al área de desinfección ambiental cuando otro vehículo se estaciono, al abrirse las puerta traseras de este dos hombres con trajes anticontaminación bajaron junto a un chico que gritaba y pataleaba sin cesar, intentando liberarse del fuerte agarre en sus brazos.

— ¡Suéltenme! ¡No estoy infectado! —exclamaba con desesperación mientras ponía toda su fuerza para evitar ser arrastrado al interior pero antes de conseguirlo uno de los hombres le dio un fuerte puñetazo en el rostro — ¡Ustedes están violando mi derecho humanos! ¡Malditos animales! —escupió la sangre que brotaba de su labio inferior.

— ¡Hey, no pueden golpearlo! —les grité ya caminando hacia ellos, impactado por el trato que el chico estaba recibiendo, parecía ser que todos estaban muy tensos y la mayoría probablemente estaban desquitando su frustración, sin embargo de ninguna manera permitiría que alguien violentara a los pacientes... al menos no en mi presencia.

Pude ver el enojo en la mirada del joven prisionero, pero no era uno irracional, al contrario se le veía bastante consiente de los que sucedía.

—Aléjese doctor, no está protegido —una doctora que salía del hospital no me dejó continuar mi charla con los hombres de traje blanco y en ese instante uno de ellos aprovechó la distracción para inyectarle algo que en solo unos segundos lo hizo desvanecerse. Los seguí con la mirada hasta que desaparecieron en el interior del lugar, definitivamente tenía que averiguar cómo se encontraba y si en realidad estaba contagiado —. Necesita pasar el protocolo de sanidad —expresó la mujer regresándome a la realidad mientras me entregaba una carpeta —. Paciente cero, Lee SungJong, edad dieciocho años —siguió hablando mientras retomábamos el camino a las instalaciones, revisé los papeles que contenía el folder y no había gran cosa, solo unos análisis donde daba positivo al virus pero ningún avance de su estado o evolución de el mismo en su cuerpo.

Pasé por la descontaminación básica y al ingresar me encontré con grandes e inmaculados pasillos y algunas zonas reforzadas, en ellas había personas que se golpeaban contra el cristal hasta lastimarse. Mientras otros entraban y salían de diferentes puertas, unos tantos portando el traje de protección biológica y otros con simples batas blancas, también había soldados custodiando la mayoría de las habitaciones.

Me llevaron por un largo trecho hasta un área bastante silenciosa y ahí me dejaron con otro médico,

—Doctor Kim, es un gusto —saludó haciendo una reverencia y yo lo imité al instante, el hombre frente a mí se veía bastante sereno, mucho más que todos a nuestro alrededor. Su cabello oscuro bien arreglado y sus lentes de diseñador mostraban su alto rango en el hospital.

—Doctor Song —alcancé a leer su nombre en el gafete que colgaba de su bata y entendí porque de su importancia, el doctor Song se había creado una gran fama a nivel mundial por sus investigaciones sobre epidemias e inmunología y aunque siempre mantenía su rostro lejos de las cámaras, sabia sin lugar a dudas él era lo mejor que tenía Corea en materia de salud.