9.-Preguntas y Respuestas.

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**MyungSoo**

Tomé a SungYeol de la muñeca y lo obligue a correr hacia la camioneta sin permitir que le preste a SungJong mas atencion de la que debía, era realmente necesario salir antes de que alguien mas se diera cuenta... especialmente el doctor Song.

–¿De que hablaba ese chico? –Me preguntó, corriendo a mi lado, sin embargo antes de subir al vehículo, se detuvo frente a mi. –Necesito saber de que hablaba... ¿Sungjong?

–Hablaremos en el camino, ahora sube que aquí no es seguro. –por un momento pareció estar pensando en acceder, sin embargo al final lo hizo. Rodee la enorme camioneta propiedad de la secretaria de defensa y subi del lado del conductor, SungYeol revisaba las gavetas que habían y yo encendí el motor–Hay medicamentos, comida y armas... estos vehículos eran para escapar en caso de que todo salga de control, lo supe por que escuche a lo soldados hablar de ello.

–¿Y por que nadie mas esta huyendo? –miró en otras direcciones pero aparte de nosotros, nadie mas conducía fuera del campo.

–Creo que somos los únicos que lo hemos logrado. –la desierta carretera era como un escenario postapocaliptico, no habia autos trasitando, y al encontrarnos lejos de la ciudad no tenia idea de como serian las cosas al llegar, pero intuia que seguramente serian caóticas.

–Tambien SungJong. –mire rapidamente al chico alto y regrese mi vista al camino, sabia que necesitaba respuestas a todo lo sucedido con el otro chico Lee y estaba en su derecho de saber, asi que unos kilometros mas adelante orille el vehiculo para poder hablar con él. 

–El virus contra el que estamos luchando es una mutacion de Rhabdoviridae del genero Lyssavirus tipo 1 . –SungYeol me miraba con atención, sin embargo pude ver un reflejo de confusión ante mis palabras. –Es Rabia, pero de alguna manera muto dentro del cuerpo de SungJong, haciéndolo mas rápido y agresivo con su portadores y expansión, a diferencia de la rabia convencional, el RLV-19 muestra los sintomas mas graves en minutos o segundos.

–Pero SungJong no parece estar enfermo, al contrario, es bastante fuerte. –llevo una mano a su cuello e hizo una dolorosa mueca.

–Te daré un antiinflamatorio y analgésicos... Creo que el gen que comparten ademas de hacerlo mutar, también lo hizo parte de su sistema y por esa razón puede vivir con el, algo que muy probablemente pasaría contigo si estuvieses contagiado.  –Fui a la parte trasera de la enorme camioneta donde se encontraban muchos armarios con comida, medicamentos, armas, articulos de higiene suficientes para algunas semanas.... era como una casa rodante pero junto con un pequeño laboratorio, seguramente ya sabian desde el principio que sus resistencia en el campo no durarian mucho y que necesitarían moverse constantemente con las muestras de sangre que habían sacado de los infectados hasta encontrar una solución.– SungJong te dijo "niño especial" por que de alguna manera que desconozco, averiguo que comparten el gen HLA B57, solo que tu a diferencia suya, estas libre del virus... su sangre podria ayudarnos a encontrar una vacuna preventiva, pero la tuya al no estar infectada nos puede ayudar a conseguir una que nos de la inmunidad completa o mejor aun, una cura. Claro que no es algo sencillo de conseguir y probablemente tome tiempo lograrlo. –Regrese al frente con una jeringa llena con la dosis de un fuerte analgesico que seguro en un rato lo haria dormir y un frasco de pastillas para evitar la inflamación. –Esto va doler, pero te quitara el dolor. –levante la manga de la sudadera que le había dado.

–No me hables como a un niño, no tengo miedo. –Ahogo un quejido cuando clave la aguja en su piel y de nuevo hizo una mueca cuando la solucion entró.

–Buen niño, te daré unos caramelos
–bromee un poco y puse sobre el piquete un algodon con alcohol, pude ver como un gesto gracioso se formo en su rostro, tratando de ocultar su sonrisa al fruncir el ceño.

–No me dolio. –solte una carcajada antes de tirar la aguja en uno de los contenedores, yo mismo sabia lo que ese analgesico dolia al entrar al cuerpo, uno de mis compañeros en la universidad se aventuro a inyectarme una noche que no soportaba uno de los frecuentes dolor de cabeza que me dan, especialmente cuando estoy estresado...estabamos en tercer semestre y eramos muy torpes, aun recuerdo mi brazo morado y al doctor Schröder darnos un buen regaño.

Una explosión lejana me hizo reaccionar, no estábamos tan lejos del campo donde estaba es hospital y teniamos que movernos con rapidez. 

**SungYeol**

–Debemos irnos. –dijo el doctor Kim antes de poner en marcha el vehículo mientras yo mantenía el algodón en mi brazo. La inyección había dolido como un demonio, sin embargo no me pondría llorar como un bebé, menos frente al medico del que simplemente sabia su nombre. Gyu es el único que me ha visto en mi peores momentos, así como yo he estado con él en los suyos... tenia la esperanza de volver a verlo y de poder darle un abrazo, durante toda mi vida siempre hemos sido el y yo, siendo incondicionales hasta en los castigos impuestos por nuestras madres.

–¿ A donde iremos? –Vi al doctor encogerse de hombros y acelerar, tambien vi las estrellas y la luna que iluminaba la carretera, tan lejana a toda esta tragedia... tan bella como siempre. De no se por que casi es el fin del mundo, o por lo menos de Corea, le pediría al joven medico que se detenga para admirarla. –¿Podemos ir a mi casa? Ya se que no encontraré a mi familia, estoy consciente de que ya deben estar muertos o...-me detuve un segundo, queriendo alejar esos terribles pensamientos de mi, pero que era imposible no tenerlos en cuenta.-... pero puede que sea un lugar seguro y tal vez SungGyu haya ido allá.

–Ningún lugar es seguro ahora, SungYeol... ¿SungGyu? ¿es tu hermano? –negué un par de veces y suspire al sentir la opresión en mi pecho.

–Como si lo fuera, es mi mejor amigo y una vez cuando eramos niños dijimos que si sucedía una catástrofe y no estuviésemos cerca, nos encontraríamos en mi casa. –mi hogar familiar siempre había sido nuestra guarida donde muchas veces hicimos planes de viajar juntos por el mundo y también donde muchas veces limpie las lagrimas de SungGyu cuando lo molestaban en la escuela, cuando le rompían sus lentes.

–Esta bien, pero si vemos que no es seguro, nos vamos. –afirme con la cabeza y teclee en la pantalla del tablero la ubicación de mi casa, agradeciendo internamente que las redes de internet siguieran activas cuando la pantalla se iluminó al encontrar la dirección y una voz femenina comenzó a dar indicaciones, por la distancia nos tomaría mas de dos horas llegar. –Deberías dormir un poco, los golpes de la mañana deben seguir doliendo.

–Solo un poco. –murmure, mirando una vez mas al exterior tan tranquilo y deseando que solo sea una pesadilla de la que en cualquier momento SungGyu me va despertar para darme mi primer café del día.

Sentí una lagrima abandonar mi ojo derecho, quería ser fuerte... debía ser fuerte, pero el hecho de no saber como estaban mis seres queridos me tenia al borde de tener un ataque de llanto.

–Todo va estar bien. –expreso el joven a mi lado sin despegar sus ojos del camino, concentrado en ver cada letrero que había en la carretera, a lo lejos, por encima de las montañas vi las luces de un auto mas, que tal vez al igual que nosotros iba en busca de un lugar mas seguro. –Veras que encontraremos un cura pronto. –escuche entusiasmo en su voz, emoción tan distinta a la apatía que ahora mismo reinaba en mi ser mientras el vehículo continuaba su camino por la solitaria carretera y mis ojos se cerraban.






☣ QUARANTINE ☣  (WOOGYU)-(MYUNGYEOL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora