5.

87 11 0
                                    

Narra Wade

- Bueno, necesito que entreguen sus informes la próxima semana, dentro de unos días o tal vez semanas, o capaz hasta me olvide de darles algo que estudiar para el examen que se suponía que era sorpresa pero bueno, ya lo saben. - decía el profesor de Artes, era una persona muy buena, diría que hasta gracioso.

Era joven, como de unos veinticinco años. Según escuché por los pasillos, se graduó de la universidad hace dos años, está comprometido, aunque escuche demasiadas cosas para mis oídos de hombre, cosas que prefiero olvidar.

Hasta ahora, es el único profesor que me cae bien, todos me tratan como si fuera alguien raro, ¿Por que? No lo sé, tal vez por qué soy amigo de Katherine y Maximiliano. Y por qué cada vez que miro hacia en frente, Ámbar esta mirándome y todos los alumnos lo notan.

- Bien, pueden salir..

Algunos chicos salieron corriendo, otros se quedaron para hablar con el profesor, otros estaban dormidos. Esta clase no la compartía con Kate ni con Maximiliano, y ahora que me pongo a pensar, en esta primera semana en este lugar, no conozco a casi nadie.

Extraño a Alex.

Fue mi mejor amigo es mi antigua escuela, y aún es mi mejor amigo a distancia.

Salí del salón de clases, mientras caminaba por los pasillos muchos veían algo pegado en la pared, le di un pequeño vistazo mientras me acercaba, era Ambar.

Era la foto de Ámbar, parecía tomada y fuera de control, con Luke a su lado tratando de cuidarla.

Se escucharon un par de susurros, hasta que todo quedó en silencio, Ámbar había llegado. Ella miro de arriba a abajo la foto, luego miro a todos los presentes, hasta que su mirada se quedó en mi, admito que estoy intrigado, parece que está pasando algo muy grave.

Summer camina hasta la pared y arranca la imagen qué hay en la pared, mientras el resto de los chicos hace lo mismo, mientras tanto, Ámbar me da una última mirada, haciéndome una seña para que la siga.

¿Debería?

No.

¿Por que me encuentro siguiéndola? Tampoco lo sé.

¿Debería seguir haciendo esto? No, pero correré el riesgo.

Ambar abrió una puerta, era la puerta que sus amigos y ellas siempre cruzaban, y según escuche, nadie que no sea ellos ha entrado a ese lugar.

Me paré en frente de la puerta, mientras Ambar ya estaba adentro, ella dio una mirada hacia atrás dándose cuenta de que yo ya no la estaba siguiente, si no, que estaba parado como un idiota pensando en qué carajos debería hacer en este momento, ella vuelve a caminar hasta mi.

- Mira, no te voy a asesinar o al menos no haré eso si no me sacas de quicio. Wade, me caes bien, en verdad, y es posible que nunca jamás le diga esto a otra persona así que, ¿Podrías por favor venir conmigo? No muerdo, al menos  un tu quieras, claro.

Parpadee un par de veces al entender lo que dijo, ella sonrió y entró de nuevo al lugar, y como todo buen chico, la seguí.

Soy un idiota.

Camine atrás de ella, mientras veía como el lugar cada vez se hacía más grande y más lujoso, había retratos y cuadros de los chicos por todas partes, al igual que medallas y trofeos. Ambos caminábamos en silencio, mientras yo seguía mirando aquellas paredes rojo oscuro como si fuera algo muy raro, lo cual, era cierto.

¡Es Mio, Perra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora