15.

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Wade.

Sorprendido, comencé a mover las manos nerviosamente. Ámbar se encontraba en el último escalón, sonriendo. Un fugaz pensamiento pasó por mi cabeza, pero lo dejé pasar. Me acerqué a ella, y carraspeé.

- ¿Que has dicho?.

Ella frunció el ceño, y me tomó del rostro.

- Pídemelo.

Confundido, me acerqué aún más a ella. Ella sonrió, y con la otra mano, tomó la mía.

- No.

- ¿Eh?. - Ámbar dio dos pasos hacia atrás, tropezando con los escalones. Sonreí.

- No así.

- ¿Por que?. - Preguntó. - Es solo una pregunta. Hazla y....

- No.

Note como mi Familia nos miraba atentamente, nadie parecía conforme con mis respuestas.

- ¡Hazla!.

- No.

- ¡Hazlaa!

- No lo haré.

- ¿Por que?.

- No quiero.

- ¡Wade!. - Chilló, enojada.

- Dios te salve, ¿Quieres ser mi novia?.

- No.

Rodé los ojos. Ella soltó una risa sarcástica.

- ¿Y ahora por qué no?. - Tome su mano entre la mía, y la entrelace.

- Fue forzado.

- Lo hice con todo mi corazón, cariño.

Ella sonrió, y asintió. - Entonces si quiero ser tu novia.

Sonreí, pero mi sonrisa no llegaba a mis ojos. Hace unos momentos ella estaba...

Y ahora...

Espero que esto no sea un episodio. No quiero..

Solté un largo suspiro, no conocía sus episodios, no la conocía del todo. ¿Debí esperar más?

Las horas pasaron volando, nos encontrábamos frente a su enorme casa. Ella tenía una sonrisa en el rostro, lo cual me sacó una sonrisa.

- Sabes...tu familia me cae genial. Son bastante unidos. Me gusta que seas tan...buen hermano. 

Le estaba costando hablar, le estaba costando en verdad. Coloqué mi mano sobre su hombro mientras me acercaba aún más hacía ella. 

- Ámbar, eres bienvenida en mi casa cuando quieras. Y más ahora que eres mi...novia. A mi familia le caes genial, y si esto no funciona...Ellos siempre te aceptaran.

- ¿Y tu?.

- No creo que esto no funcione. Y si no lo hace...puedes contar conmigo en tus peores momentos, y en los mejores también. Eres una grandiosa persona que perdió demasiado. Yo... no puedo entender tu dolor del todo, pero si yo perdiera a mi her...- carraspeé- a alguien importante en mi vida, no podría ni imaginarlo. 

- ¿Y me dices esto por qué...?

Pude notar sus ojos cristalizados, sus manos temblando, y me callé. Le sonreí intentando tranquilizarla. No funcionó claramente. Se supone que era mi novia y yo simplemente no podía...

Pase un brazo por su cintura, y la atraje hacía mi cuerpo. Ella comenzó a sollozar y maldije mentalmente mi boca, no debí hablar. No debí intentar consolarla de esa forma. 

Y en ese mismo momento me hice una promesa.

A pesar de todo lo que conlleva una relación, lo bueno y lo malo, hasta el final de esta relación -si es que la tiene- cuidaría de ella. Y si por alguna razón terminamos...

De todas maneras la cuidaría. La apoyaría.

Cerré los ojos, abrazándola con más fuerza, deje un beso sobre su cabello y miré el cielo. Ella no merece nada malo, se merece paz y tranquilidad. 

Ámbar merece ser feliz.

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2021 ⏰

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