10.

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Wade.

Era viernes. ¡Al fin viernes!. La felicidad que sentía en mi sistema en este momento era sorprendente.

Salí del instituto, seguido de varias personas. Si, así mismo. La escena era graciosas desde el punto de vista de algunos pero para mí era irritable. Katherine y Maximiliano estaban siguiéndome desde que llegue al instituto, mientras que por otro lado, los amigos de Ambar se encontraban detrás de mi como perros falderos, perdón, quise decir detrás de Ambar y de mi.

Si, Ambar no quería dejarme solo. No entendía el por qué aunque en realidad no me desagrada en absoluto.

Nos encontrábamos caminando por el estacionamiento, ignorando los escandalosos gritos de Katherine y su hermano detrás nuestro, ¿Que no se cansaban?. No me detuve en ningún momento.

Pero lo vi, y en ese momento me detuve. Y todo el mundo se paralizó.

Me sorprendí al ver aquella silueta frente a mi, él parecía asombrado al verme con tantas personas, o la verdad, parecía asombrado de la persona que estaba a mi lado. El se encontraba de pie, con su celular en una mano, y un rostro que demostraba lo sorprendido que estaba.

Aún no podía creer que mi mejor amigo se encontraba frente a mi.

Alexander dio el primer paso, y también el segundo. Parpadee varias veces e hice lo mismo, me acerqué a él rápidamente, y cuando estuvimos frente a frente, lo abracé. Extrañaba mucho a este chico, extrañaba su forma de ser, su actitud, lo extrañaba todo de él. Y por todo eso, y mucho más, él es mi mejor amigo.

- Alex... - Hablé. El se separó de mi, al igual que yo de él. - ¿Que haces aquí?.

- ¿No te acuerdas? - Preguntó Alexander. - Claro que no te acuerdas, eres tan tonto. Vengo de visita, de vacaciones con mi familia.

Todo tenía sentido, mi antiguo instituto daba varias vacaciones durante el año, es por eso, que amaba aquel instituto, y lo extrañaba.

- Oh, claro. - Asentí. - Me alegra que estés aquí, amigo.

Pude notar como Alexander asentía, y daba varias miradas detrás de mi, sabía perfectamente que era lo que estaba mirando o a quien era.

- Chicos, vengan. Quiero presentarles a mi mejor amigo. - Hablé. Pude ver como el rostro intrigado de Ambar cambiaba a un rostro serio. Aquello me descoloco. - El es Alexander, mi antiguo compañero y actual mejor amigo desde que nacimos. Somos inseparables, o al menos lo éramos.

- Hola. - Saludaron todos a coro, menos Ambar. Alexander le dio una mirada reprobatoria, lo cual no era para nada bueno, Alexander era fan de la educación, de la nobleza y sobre todo, de la cortesía.

- Un gusto, somos los..- Comenzó a hablar Luke, pero Ambar lo interrumpió.

- Yo ya me voy, ¿Alguien quiere venir?.

Ante aquella pregunta, no supe que responder. Todos me dieron una mirada de disculpa antes de irse por donde Ambar había salido corriendo. Rodé los ojos, estaba confundido por su reacción pero también estaba molesto por lo mismo.

Alexander y yo fuimos a mi casa, en el trayecto le comenté sobre los problemas que tuve este año, algunas cosas personales sobre Ambar no se los dije, salvo lo de su enfermedad la cual todos lo sabían así que no era algo malo. Bueno, si lo era. Pero ustedes entienden mi punto..¿No?.

¡Es Mio, Perra!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora