¡Es Mio, Perra!

12.

Wade.

Luego de esa incomoda conversación, Ambar comenzó a disculparse una y otra vez. Le sonreí, indicándole que todo estaba bien entre nosotros, a pesar de que lo que había dicho Ambar se había quedado en mi mente por horas y horas. Los chicos y Ambar ya se habían ido, dejándome solo en la casa..

Bueno, no tan solo. 

- ¿Amigo?.

Alexander se había quedado conmigo todo el día. Como en los viejos tiempos. Podía jurar que se había fijado en Ambar, pero no dije nada sobre el tema y no creo que el me lo diga por ahora, le había contando sobre la extraña conexión que había formado con Ambar en esta última semana y lo extraño que era todo con respecto a ella. 

Por los pasillos del instituto últimamente había escuchado mi nombre, eran cosas extrañas y ridiculas, los chicos me habían dicho que los ignore, que las personas solo estaban intrigados, curiosos, sobre mi relación con ellos. Kate y Max lo estaban. Juraba que estaban molestos conmigo, pero puedo soportarlo. Ellos me hicieron creer que estos chicos eran los peores del mundo, pero en cambio, son extrañamente buenos. Divertidos, a su manera. 

- Así que... - Habló Alexander, tomando una cerveza. - ¿Haz hablado con Liz?.

Giré mi cabeza, frunciendo el ceño.

- ¿Quien?.

- Por Dios Wade. - Contestó. - Liz, tu novia. 

- Ex novia. - Corregí. 

- Ella no lo ve así.

- No me interesa, no me interesa ella ni nadie...

Alexander soltó una risa sarcastica, tomando un sorbo de su bebida.

- Escucha, niño tonto. - Contestó. - Liz era nuestra mejor amiga, te metiste con ella y ahora nos detesta a ambos, te pido que lo soluciones. Por cierto, eso de que no te interesa nadie, no te lo crees ni tu mismo. 

- No pienso hablar de eso, Alex.

- Soy tu mejor amigo, bro. 

- Es complicado, te lo dejo ahí. 

El asintió. 

Era demasiado complicado, no sabría como explicarlo. Ambar era un ángel disfrazada de demonio, ella era una buena persona...¿Por que las personas se empeñaban en verla de una mala manera?¿Por que siempre quieren ver el lado negativo de todo?. Ella era complicada, si, pero también era una persona común y corriente, como todos nosotros. 

Alexander fue a mi habitación a dormir mientras que yo comenzaba a limpiar mi casa. Mientras lo hacía, pensé en Katherine y Maximiliano. Aún lo lograba entender del todo la relación que los mellizos tenían con Ambar. Ambar tenía un comportamiento extraño, era algo que se esperaba al padecer de bipolaridad. Pero de todas maneras, últimamente se le veía más feliz, mas sonriente...

Algunas veces quería abrazarla, cuando ella vio a mi hermano bajar las escaleras hace unos días...pude notar el dolor en su mirada al ver a un niño. Yo no aguantaría perder a mis hermanos, ella perdió a casi toda su Familia. No se como ella podía soportarlo.