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Había sido muy mala idea salir así nada más de su casa, había visto en las noticias que los últimos días de la semana haría un poco de frío y al parecer ya estaba empezando aquello porque la noche se estaba poniendo bastante fresca para su parecer.

JaeBum y él ya no habían dicho nada más después de esa pequeña charla así que sería bueno marcharse de una vez, además que ya estaba mucho más tranquilo que cuando salió de su hogar, el viento sopló y el tiritó, odiaba ser una persona demasiado friolenta.

—Joder, que frío. — Murmuró comenzando a frotarse los brazos, una vez más se ganó la atención de JaeBum porque éste volteó a verlo con mucho detenimiento.

—No Park, no lograrás conseguir esa típica escena cliché conmigo. —

—No te estoy pidiendo nada, estúpido. — Contestó de vuelta aun frotándose los brazos, aunque no lo había pensado si resultaba muy tentadora la idea de pedirle la sudadera al mayor pero no lo haría nada más por dignidad porque bien sabía que si se le ocurría decir algo éste se burlaría de él toda una vida.

—Sólo porque me da un poco de pena verte así como perro desamparado y friolento te haré un favor. — JinYoung iba a protestar por lo grosero que fue más JaeBum fue más rápido parándose del columpio y tomando sus bolsas para echarse a partir a correr, el castaño tardó un poco en reaccionar pero en cuento se dio cuenta de lo sucedido no tardó mucho en hacerle segunda y seguirle tan rápido como sus piernas se lo permitían, JaeBum gritaba tal cual niño y JinYoung solo se encargaba de perseguirlo y gritarle que le devolviera sus bolsas, en verdad le preocupaba lo que fuera a hacer con ellas porque si llegaba a casa con las manos vacías seguramente sería asesinado a no ser que le inventara a su madre que un vagabundo robó las cosas.

—¡JaeBum por el amor de Dios, detente! — Gritó cuando sintió que sus piernas ya no daban para más, JaeBum comenzó a carcajearse de su patético estado lo que le hizo enfurecer y sacar lo último que le quedaba de fuerzas para alcanzarlo, al final lo logró. El mayor seguía retorciéndose de risa lo que llevó a JinYoung a meterle un golpe en el estómago para arrebatarle las bolsas, tenía que volver a casa pronto.

En un par de cuadras más algo cayó sobre su cabeza, por suerte que no era como ese chico amigo de JaeBum, Jackson, porque si no estaría gritando tal cual una nena, solo detuvo su andar y con su mano libre se quitó aquello de encima, era la sudadera de JaeBum, volteó con cara de incredulidad topándose con el dueño de la prenda a un aproximado de dos metros de él.

—¿Esto qué? — Preguntó sosteniendo la sudadera como si fuese lo más asqueroso que hubiese tocado.

—¿No es obvio? Póntela. —

—Me la das después de que me hiciste entrar en calor, ¿en serio?, además seguro está sudada, qué asco. —

—Entonces haces lo que quieras con ella. — Y sin decir nada más JaeBum se fue.

En territorio enemigo / [BNior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora