Búsqueda Insaciable.

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Sigo hecha pedazos, destrozada; tengo mi ánimo por el piso. Es uno de esos días en los que lo único que quisiera hacer es quedarme en la cama bebiendo y fumando hasta no poder más. Este dolor me está matando.
Obviamente no me puedo quedar en casa, hoy tengo mi cita con Maya Jhonson, mi psicóloga y en realidad necesito empezar de nuevo las terapias. Me arreglo de una forma sencilla ya que solo iré a la terapia, además hoy no iré a clases en la LMU.

Llamo un Uber para que me lleve al consultoría  de May, queda ubicado en el barrio Schwabing y este está situado al norte de el centro histórico. La primera vez que fui al consultorio de Maya se me hizo un poco raro que estuviera en este lugar ya que es conocido como el barrio bohemio o mejor el barrio de los artistas, ya que allí se encuentran pintores, músicos, escritores... Así que le pregunté por qué había escogido vivir y poner su consultorío en aquella casa victoriana ubicada en aquel lugar, a lo que me respondió:"Este lugar me encanta, te puedes distraer allí viendo pinturas, escuchando a los artistas y leyendo sus escritos; al igual que te relajas y sacas la inspiración que te hace falta para poder continuar..."

Llego a aquella casa victoriana, pintada de un color blanco con rosa en los alrededores, sus ventanas que la hacen tan especial y su techo en caída lo cual la hace única.
Tocó el timbre y me abre la puerta su hija pequeña así que la saludo con dos besos en sus mejillas rosaditas. Y me dice:

-Hola!!! Arlet hace mucho no te veía- me dice con esa emoción que hace tiempo perdí.
-Hola Isabelle, también te he extrañado- le digo sonriendo y dándole un abrazo.
Es una nena demasiado hermosa tiene su cabello largo y negro, su piel con un tez bronceado y sus ojos grises hermosos, apenas tiene 11 añitos pero sus pensamientos son como los de un adulto.

Sigo a Isabelle qué sube las escaleras- es una casa demasiado grande la cual Maya la tiene dividida en dos partes, los dos primeros pisos son consultoríos y obviamente con sus salas de espera. Los otros tres pisos ya son su casa personal por decirlo de alguna manera.
Isabelle para en el segundo piso y me dice que tendré que esperar un poco ya que su madre está un poco ocupada con las demás psicólogas le digo que está bien y tomo asiento; la sala está más o menos desocupada y es ahí cuando veo a el chico de la barra del bar, el que me estaba mirando y había bajado la mirada. Se me hizo bastante raro y más aún cuando me dice: ...
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*Contado desde él*

Ayer cuando volví del parqueadero en donde había estado la hija del coronel Milch inmediatamente contacte a todos los miembros de la organización; la chica estaba empezando a buscar pistas y eso nos afectaba a todos. Pensé que dejaría el tema atrás ya que había pasado un poco de tiempo. No nos sirve que siga tratando de averiguar los hechos; bastante nos costó haber comprado a los colegas del padre. Si encuentra algo estamos destruidos.

Nuestra organización había sido perseguida por el coronel durante mucho tiempo, prácticamente ya estaba por agarrarnos así que tuvimos que darle un escarmiento, el cual fue su muerte. Ah sí y el secuestro de su hija pequeña.

Durante varias horas estuvimos con mis colegas hablando y tratando de llegar a una posible solución al problema de la hija de Milch. Lo mejor que se les ocurrió a los participantes de esta mafia es que alguno de nosotros enamore y finja ayudarla para así ir borrando pistas y alejarla de la verdad.
Y el ganador... Si fui yo: Gabriel Campbell.
Se me hace una tarea sencilla ya que se ve que la chica no es muy lista y además está demasiada afectada lo cual facilitará la tarea de ganarme su confianza y enamorarla.

He averiguado un poco de ella y se que verá a Maya Jhonson, es una psicóloga muy buena que vive en el barrio de los artistas así que logró conseguir una cita con otro psicólogo en el mismo lugar.
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Veo que entra Arlet a la sala de espera donde me encuentro sentado, hago como el que Lee un libro, en realidad averigüe que es su libro favorito. Seguramente me ha reconocido ya que anteriormente la había visto en un antro con sus amigas, se me había hecho una chica muy guapa pero cuando caí en cuenta recordé que era Arlet Milch, la hija del coronel así que me aleje aquella noche.-Pero ya no te podrás alejar de mi- pienso.

Arlet es una chica con una estatura promedio tiene su cabello rojizo y un poco ondulado, tiene su tez blanca y unos ojos grises los cuales se ven tristes pero que tienen un brillo natural. Veo que toma asiento y me mira como si ya me hubiera reconocido; tiene un vestido casual de un color azul con blanco con unas converse y una chaqueta de jean.

Cuando veo que ya me ha reconocido como el chico de la barra decido acercarme y empezar mi plan.