La Gemela de Izuku

19.

Dentro del campus de la U.A se encontraba Heights Aliance, el lugar en donde la nueva vida de los alumnos comenzaría y era una nueva vida tanto para aquellos que querían ser héroes como para Izumi Midoriya que veía eso como una oportunidad para poder planificar un ataque mejor. El día en que los alumnos se instalarían en sus nuevos dormitorios había llegado, para alegría de los alumnos toda la clase se encontraba completa, era un día alegre para todos, incluso para Izumi, aunque cada quien tenía razones distintas.

El día comenzó con una buena regañina por parte de él profesor Aisawa hacia cinco de sus estudiantes, a aquellos que habían ido en rescate de sus compañeros, sin embargo todo había quedado como eso, como un regaño, pues las circunstancias no ameritaban más.

POV Izumi

A mediados de agosto Izuku y yo dejamos la casa de mamá y nos dirigimos a la escuela, cuando llegue todos se arremolinaron entorno a mi haciendo preguntas de todo tipo incluso algunas muy indiscretas, pero la pregunta que realmente me sorprendió fue la de Tsuyu quien siempre decía lo que pensaba.

– ¿Como fue que escapaste Izu-chan? Bakugou dijo que tenían tus ojos vendados – me quedé en silencio unos segundos buscando una respuesta, no había pensado en aquello, pues fue  fácil engañar a la policía pero era por que ellos no sabían mi debilidad en el tiempo y Katsuki por alguna razón si lo sabia.

– Hey!! Déjenla no son cosas que alguien debería recordar y menos que ustedes deberían preguntar – exclamó alguien, cuando voltee a ver quien era me di cuenta que era el chico bicolor del hospital, aquel al que no debía acercarme.

– Gracias – contesté antes de ir hacia donde el profesor Aisawa nos estaba reuniendo.

Lo primero que el profesor hizo fue regañar a aquellos que habían hecho el plan de rescate, pues aunque lograron rescatar a Katsuki me habían puesto es un gran peligro a mi, no puse mucha atención pero en esencia eso fue lo que dijo, después nos explico que tendríamos unos días de entrenamiento antes de hacer un examen para obtener licencias de héroes provisionales, no me importaba en lo absoluto pero tuve que fingir que me interesaba y al último nos explico como estaban divididos los dormitorios.

 Cada edificio era para una clase, los chicos y chicas estábamos distribuidos en distintas alas, la derecha para las chicas y la izquierda para los chicos y el primer piso era un punto común, cada uno tendríamos nuestra propia habitación que tendría un baño, un armario, una nevera e incluso tenían una pequeña terraza. Era un lugar muy lujoso desde mi punto de vista y lo confirme cuando vi mi habitación, la cual se encontraba en el quinto piso, el mismo piso lo compartía con Tsuyu, Ochako, el chico bicolor, Iida y mi hermano. 

Al terminar aquella explicación tuvimos el resto del día para desempacar y acomodar nuestras habitaciones, sin más puse manos a la obra, toda mi ropa la acomode en el armario, de un lado puse pantalones y sudaderas y del otro puse faldas y vestidos pero me detuve en uno en especial que me causo un sentimiento de tristeza e incluso trajo a mi mente un recuero borroso, era un vestido muy primaveral color verde esmeralda yo sabia que ya lo había utilizado una ves cuando salí con alguien pero no recordaba todo con claridad, ese vestido era algo especial así que lo puse en un lugar en el que podría verlo a simple vista, así tal ves lograba recordar aquello tan importante. Lo siguiente que hice fue acomodar mis pelucas, pues tenia varias que había utilizado en el ultimo año, unas eran aquellas que utilice cuando me hice pasar por hombre y tenía algunas de colores variados que utilizaba cuando salía vestida de mujer incluso una ves me había topado con Katsuki y no me reconoció pues esa ves llevaba una color negro, posteriormente acomode todos mis libros e historietas, pues algo que amaba eran los libros de fantasía y fue entonces que escuche un maullido algo lastimero desde afuera de mi terraza, al ver que era aquello vi a un pequeño gato color blanco con una pata herida, sin dudar lo tome con unas plantas muy suaves y lo subí a mi habitación.