IV

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Desde la muerte de Julián, Elizabeth había tenido solo tres episodios como aquel, pero ninguno la había dejado completamente perdida.

Todos escucharon el estruendo de su cuerpo caer sentada en posición fetal sin delicadeza alguna, pero muy pocos tuvieron el valor de ayudarla. Es más, nadie se molestó en hacer algo más que mirarla, salvo Ethan.

Eran las vacaciones de verano así que Ethan aprovechaba a salir con las groupies de su banda, "Los Rippers", ninguno de ellos tenía la menor idea de lo que Rip o Ripper significaba pero "molaba", palabra de la que tampoco conocían su significado a ciencia cierta pero utilizaban porque; ¿Quién no ama los extranjerismos?.

Ethan a pesar de ser dos años menor al resto de la banda, se acoplaba muy bien. Sonría cuando tenía que sonreír, llegaba a las notas con facilidad y nunca faltaba a ningún ensayo. Era el perfecto suplente para el espacio que había dejado Julián.

Ethan la notó desde lejos, a través de las puertas de vidrio. Sabía perfectamente quien era a pesar de que había cambiado notoriamente. Ambos lo habían hecho.

Años atrás Lizzie siempre había sido unos dos centímetros más alta que Ethan, esta vez, Ethan le saca un cabeza de altura. En vez de sus trenzas, llevaba su largo cabello castaño suelto ligeramente moderado por un grueso cintillo rosado. Su rostro se notaba ligeramente bronceado, como si hubiese pasado una buena temporada en la playa.

Sus miradas nunca se chocaron, Ethan simplemente reaccionó por instinto, por compromiso, por pena, él mejor que nadie conocía esos ataques. Él mismo lo había vivido en la primera navidad sin su hermano. Dejando la conversación de la que poco estaba siendo partícipe, agarró un palito de chocolate de la mesa y se dirigió a la escena.

No entendía muy bien porque lo hacía. Ellos habían sido como Batman y el joker, compitiendo constantemente por ciudad gótica(en este caso Julián). Así que quizás por esa antigua conexión, se acuclilló a ayudarla. Una pequeña tregua en vista de que ciudad gótica ya estaba perdida.

Ninguno de los dos emitió ningún sonido. Ethan le ofreció el dulce, pero moviendo la cabeza frenéticamente lo rechazó. Él sin saber que hacer se cuestionó, ¿qué haría mi hermano en esta situación?

No tuvo ni que responder en su cabeza, él sabía muy bien que haría Julián. Evitando que se notase el desagrado interno, la abrazó.

Él solo había puesto sus brazos alrededor de la muchacha, como esos abrazos que das a esa prima que detestas, pero Alex se aferró a su cuerpo como si su vida dependiese de ello musitando incoherencias, aunque muy probablemente eran oraciones completas pero Ethan no logró captar nada, su mente seguía en asombro. Estaba abrazándola, tantos años de guerra y ahora la abrazaba. Estaba abrasando al Guasón. Definitivamente había perdido la cabeza.

Él no se sorprendió al escuchar el nombre de su hermano, era común que lo confundieran con él. Incluso su madre admitía que el parecido entre ellos era demasiado, que podrían haber pasado por gemelos.

Estuvieron así un buen rato, tanto que la gente se aburrió de mirarlos y continuaron con sus actividades. Pero, justo cuando el cuello le empezó a doler, Elizabeth aflojó el agarre y más relajada se limpió sus lágrimas.

—Se que-Yo se- No-no eres Julián, pero- pero el parecido— tartamudeando se alejó un poco de él para admirarlo, engañarse un poco y pensar en porque había aceptado irse de Suspiros. Eran tan similares, como dos gotas de agua, mismo cabello desordenado, mismas pecas bajos los ojos; mismos labios, bueno quizás los de Julián habían sido más finos, pero eran igual de rosados; mas no tenían la misma mirada, ni los mismos ojos.

LizzieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora