Fragmento 2

6 0 0
                                    




-¿Alguna ves has leído la Biblia?

Él me miró extraño.

-¿Y eso que tiene que ver con tus padres?

Yo sonreí melancólica, mientras hacía un ademán de que se sentase a mi lado. Él lo hizo sin chistar.

El sol estaba por caer y cielo se adornaba con colores rojizos y anaranjados. Era un paisaje al que estaba acostumbrada, pero viera la veces que lo viera nunca dejaría de admirar su belleza exótica. Simple y perfecta.

-No me respondiste.

Mi mirada era fija al sol, pero podía sentir su mirada de incomprensión sobre mi.

-No, nunca- contestó-Lizzie...

-Silencio, Ethan. No te desesperes- me giré para verlo y le sonreí. Aunque por dentro solo quería salir corriendo de ahí. No quería contar esa historia.

-Esta bien.

El viento empezaba a soplar, frío y congelador. Pero no sentía molestia, es más me gustaba esa sensación del aire fresco en mis mejillas. Volviéndolas rosadas, partiendo mis labios.

-Lo único bueno que me dejo mi madre fue el amor a la lectura. Ella me enseño a leer a muy temprana edad. A los cinco años yo podía leer el periódico sin ninguna dificultad.

Hice una pausa para limpiarme una lágrima que descaradamente bajaba por mi mejilla izquierda.

Ethan pareció entender que yo necesitaba mi tiempo para poder expresarme bien, ya que no formuló ni una sola palabra en el minuto que me callé.

Yo mirando al horizonte, mientras sentía su mirada expectante clavada en mi.

-Yo si he leído la Biblia, dos veces para ser exactos. Cuando mi sexto cumpleaños se acercaba mi mamá me llevo a la estación de trenes. Dijo iba a comprar un ticket para un pequeño viaje que íbamos a hacer. Yo solo le sonreí. Ella me miró con tristeza, pero yo no comprendía la razón.

>>Ella sacó de su bolso un libro viejo y grueso, cuya portada citaba "La Biblia" con letras cursivas y muy elegantes, parecían hasta escritas a mano. Ella acarició mi mejilla y me entregó el libro. "Lizzie, léelo mientras vuelvo"

>>Yo... Leí y leí. Lo terminé y lo volví a leer. Pero ella nunca regresó. 

Fue allí cuando mi voz se rompió y las lágrimas salieron desenfrenadas de mis ojos, como hambrientas de ver el mundo exterior.

Ethan me abrazó entre sus brazos, yo solo me acurruqué en ellos. Sintiéndome segura, por primera vez en mi vida. Sintiéndome amada, aunque no lo era.

-¿Por eso no te gusta que te llame Lizzie?

Yo asentí.

>>Odio ese apodo, lo odio porque me recuerda a ella. A quien me debio proteger, pero en vez me dejo sola en una estacion de trenes— volvi a callar para llorar otra vez. Ethan paso su brazo por mi hombro y me acurroco contra su pecho, tratando de calmar mi dolor — Luego de pasar horas allí sentada, la mayoría de personas pasaban desapercibido mi presencia, algunas otras se detenían a preguntarme si estaba perdida. Siempre respondía con una sonrisa que mi mamá estaba por llegar, que no estaba perdida. Al final, alguno de ellos se debió haber dado cuenta que mi mamá no volvería, porque llegaron los del servicio comunitario. Dijeron que me llevarían con mi mamá, apartir de aqui todo es borroso, pero la cuestion es que en menos de veinticuatro horas y ya estaba en la casa hogar, perdida, sin entender que pasaba a mi entorno. No lloré hasta despues de una semana, cuando interon adoptarme por primera vez y me di cuenta de que no volveria a ver a mi mamá... Nunca mas. Nunca me hablaron de ella, o quizás si lo hicieron y no lo recuerdo.

-Elizabeth- era la primera vez que me llamaba por mi nombre. Mi nombre en sus labios sonaba tan bien. Usaba un tono que relajaba mis sentidos y calmaba mis ganas de llorar y gritar- olvida esos días. Ahora cuando escuches el nombre Lizzie, no recuerdes a tu madre, ni a la estacion de trenes, ni tus dias de vuelta en el orfanato, recuerdame a mi. Si deseas recuerda hasta el buen golpe que me diste en la cabeza cuando te llame Lizzie por primera vez. Buscale un buen significado a la palabra. No puedes dejar que — Empezó a contar con sus dedos mientras bajito decia "Lizzie", yo rei ante la accion y el me sonrio. Como si estuviese alegre de haberme hecho sonreir— cuat-cinco letras te destruyan de esa manera. Porque habra personas que utilicen palabras para dañarte y otras como en mi caso que no lo haciamos adrede. 

— Lizzie tiene seis letras, Ethan.

— Ese no es el punto.

Yo asenti. Asenti en una forma de cerrar un promesa, no con Ethan sino conmigo misma.

LizzieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora