Capítulo 5- ¿Saltar de un avión en marcha?

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CAPÍTULO 5

Jean condujo a las tres chicas, Adele, Danielle y Claire, a través de un oscuro pasillo en el mismo edificio donde habían estado antes. Era ancho y la iluminación escasa; además, olía a humedad, algo que Adele detestaba. 

-¿A donde nos llevas?- preguntó Danielle, curiosa.

-Cállate- respondió Jean.

-Vale chico. Qué borde.- el aludido le dedicó una mirada asesina.

Tras a ver recorrido el largo pasillo, Jean sacó una llave y abrió la última puerta que había; parecía muy antigua pues era de madera. Las tres chicas y él se metieron en la habitación, la cual estaba completamente vacía a excepción de cuatro sillas y sólo había una lámpara bastante cutre iluminando la estancia.

-O sea que- comentó Danielle- nos ponéis esposas en un avión, pero no aquí. No os entiendo.

-No creo que os atreváis a escapar de aquí- espetó Jean.

-¿Y de un avión en marcha sí?- repuso Danielle, riendo.

Pero a partir de ahí, todo cambió; mas las tres chicas no sabían lo que les esperaba. De hecho,  las dos primeras semanas al parecer fueron una especie de ''Adaptación al lugar''. Todo lo que hicieron fue aprenderse las normas (estricas, como quien dice que la persona que las escribió tenía un palo metido por el culo), conocer los lugares como las clases (por supuesto que no iban a dejar de estudiar durante su periodo de estancia, eso sin duda hubiera horrorizado a la actual directora, Roxanne) y demás cosas.

 Lo curioso, en realidad, era la manera en la que estaba organizado el lugar. Puesto que Goussainville acogía personas de todas las partes del mundo, se realizaba un test de idioma. Aunque la mayoría hablasen inglés, si había suficiente gente para un grupo de francés, por ejemplo, o uno de alemán, se creaba; y todas las personas de habla de un equis idioma o con buenos conocimientos impartía las clases y compartía edificio con esa lengua. 

En general, tanto Adele como Claire y Danielle se adaptaron bien, claro está, aun no habían pasado por la famosa 'desintoxicación'

-¡Pero, madre mía!- gritó indignada Danielle, sobre la incómoda cama de la habitación compartida- ¿Cómo se puede llamar desintoxicación a esto? ¡Como si fueramos adictos a la heroína! 

-Verdaderamente, Danielle...-río Claire, que compartía edificio con ellas dos, ya que no había suficiente gente francesa. De todas formas, aquello no era un problema ya que su inglés era exquisito- puedes mofarte hasta de este tipo de situaciones.

-¡Desintoxicación, vaya! Podrían darle un nombre un poco más... tenebroso. Al igual que este lugar.- contestó la aludida, sonriendo. 

Y, de hecho, ella tenía razón. El simple ambiente que les otorgaba Goussainville era cuanto menos aterrador; rodeado de un oscuro bosque, con casas antiguas mínimamente arregladas sólo para no venirse abajo, el personal, estirado, estricto y la mayoría con una pálida y amargada cara... todo eso se juntaba con un aura oscura que hacía estremecerse hasta a los adolescentes que más tiempo llevaban encerrados. Por la noche, se podían escuchar los gritos de las pesadillas de la gente, de tu mismo edificio, o un grito ahogado, casi imperceptible, de una habitación cerca de la tuya. Era un lugar ventoso, el aire de la noche golpeaba las ventanas junto con las ramas de algunos de los árboles del bosque, las fuertes pisadas de los oficiales de policía; era algo que generaba aprensión y pánico en todos los integrantes de Goussainville sin excepción alguna.

Cuando la alarma que indicaba que los nuevos miembros debían acudir a su primera 'desintoxicación', las tres chicas se levantaron de sus respectivas camas, no sin estar notablemente nerviosas. Alguno de sus compañeros les habían avisado previamente, que la primera vez es lo peor, e incluso algo traumatizante para ciertas personas.

El juego de la muerte (Pausada temporalmente) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora