Parte 3.

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Tres de la mañana, muy temprano. Chanyeol por lo general se dormía a esa hora, pero ciertamente no se levantaba, especialmente bajo los tediosos ronquidos de un nuevo conocido. Para cuando Park pudo separar sus párpados, Byun ya se había levantado, duchado y lavado los dientes. Con la pereza de un gato, se quitó la manta de encima y se levantó de la cama.

—¿Por qué tan temprano? —echando en una taza un par de cucharadas de café, bostezó.

—Si subimos al tejado al amanecer, podrás sacar mejores fotos. Aparte, tengo un seminario importante hoy en la universidad y no me lo quiero perder. —dijo Baekhyun, sorprendiendo cada vez más al dueño del departamento.

Park no se quejó, simplemente se quedó viendo cómo el chico se metía a la boca unas bolitas de chocolate que había encontrado al fondo de la estantería en la cocina. Chanyeol había olvidado que tenía esos bocadillos, ya que su ex novia era quien solía comerlos. Ella se apegaba a las dietas, pero por las noches se daba un gusto culposo.

Chanyeol tuvo que deshacerse de la poca ropa que había dejado y de todo el maquillaje que ocupaba la estantería del baño. Nunca se acordó de esa caja de chocolates, que yacía en la basura luego de que Baekhyun terminara con ellos.

Cuando salieron de la casa y se dirigieron al estacionamiento, un chico rubio de aspecto familiar apareció de entre las sombras. Llevaba una sudadera con capucha negra, y un buff cubría la mitad de su cara.

—Hola. —Baek le sonrió, golpeándolo juguetonamente en el hombro— ¿Cómo llegaste aquí?

—Tomé un taxi. —murmuró el chico con el ceño fruncido hacia la mano estirada de Chanyeol.

—Buenos días. —dijo Park con tono educado, sintiéndose cada segundo más estúpido cuando el chico sólo ignoró su saludo.

Sonriendo fríamente, Sehun chocó la mano con la del chico y se alejó, metiendo sus manos a los bolsillos. Chanyeol apretó los puños, pero no dijo nada y miró a Baekhyun, quien lo miraba con un poco de pena por el comportamiento de su amigo.

—Está bien, vamos. —suspiró, abriendo la puerta y sentándose en el asiento del conductor.

Vio que Baekhyun se le acercó a Sehun para decirle algo, y este sólo esbozó una mueca de molestia. Quizá peleaban y cambiaban de opinión sobre ir, así Chanyeol podría volver a su cama y dormir un poco más.

Pero los sueños no estaban destinados a hacerse realidad: ambos chicos se sentaron atrás. Baek le dijo la dirección, y Park asintió, comenzando a sentirse más como un taxista. Susurraron entre ellos todo el camino. Estos murmullos indescifrables eran bastante molestos, así que Chanyeol subió el volumen de la radio, tocando el ritmo de la batería en el volante, ignorando los susurros de otras personas.

Cuando llegaron al edifico correcto, el reloj mostraba el comienzo de las cinco. El cielo empezaba a aclararse. La luz rosa de un nuevo día comenzaba a llenar la mañana fría en un desvanecido toque suave, iluminando las paredes del edificio que ya llevaba un par de décadas vacío. Nadie se encontraba cerca, a excepción de unos perros callejeros y estos amantes de la adrenalina.

Mientras Baekhyun configuraba su GoPro y cubría la mitad de su rostro, Park recorrió las afueras del edificio. Capturando con su cámara unos árboles amarillentos, matorrales de hierba alta, charcos solitarios en huecos del asfalto. Tenía su propia belleza: solitario y aburrido. Lugar de muerte, naturaleza dormida y un brillante cielo que se abría en la cima del lugar.

—¡Chanyeol, ven aquí! ¡Vamos a comenzar! —gritó Baek en voz alta, agitando su mano.

Tuvo que regresar, alisando su cabello mientras corría. Byun colocó a Chanyeol en el centro de la toma, se paró a su derecha y Sehun, ligeramente apartado del alto individuo, a la izquierda. El tipo saludó a la cámara y comenzó con su discurso estándar.

Caída Libre | ChanBaek Fanfiction Donde viven las historias. Descúbrelo ahora