¿Real?

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Yuki vs Takeshi
Comenzamos con la primera batalla de esta prueba...

Bien, empezaré atacando, el primer golpe es el mas importante -Pensó Yuki -Sin enterarme, Takeshi me lanzó un cuchillo muy fino y pequeño que me cortó en la mejilla, posteriormente apareció detrás de mí y me dió un golpe en la espalda, hizo que expulsase saliva de la garganta... no pensé que Takeshi fuese tan hábil. Quería darme de nuevo pero esquive y lanzé mis shuriken, con ello, logré romper el traje de Takeshi y eso parece que le hizo enfadar.

-Perdóname si te hago mas daño- Pronunció Takeshi.

Él apareció debajo de mi y aprovechó para levantarme por los aires, la verdad es que esperaba esto... Dí la vuelta, parecía que estaba volando. Utilicé mis shuriken y clavé a Takeshi en el suelo, mi habilidad era más poderosa que mi fuerza, y aproveché el momento para hacer mi golpe estrella. Empecé a caer y me tiré sobre él sacando mi codo. Sentí uno o dos o... unos cinco huesos rompiéndose dentro de su torso cuando el entrenador comenzó a hablar.

-3... 2... 1... 0, Yuki es el ganador

-Que pena me dió de Takeshi cuando se lo llevaron a la enfermería... tal vez me pasé un poco. El leyare es cruel. -Pensó Yuki.

-Tanto Yuki como Takeshi lo hicieron genial, yo no creo que sea capaz de derrotar a alguien de esa manera... ¡Por qué es tan injusto todo! -Expresé

-¡Ahora es el turno de Amy vs Teru! -Dijo el profesor.

Le deseo mucha suerte a Amy, alomejor no es muy fuerte ni muy hábil pero es inteligente, y es capaz de crear un plan sorprente... confío en ella aunque rezar nunca viene mal...

Amy salió al campo de combate. Manejaba mejor la magia que la fuerza o la defensa, asi que ella tenía como arma un cetro muy hermoso con mucho poder.

-3...2...1... ¡Comiencen!

En los pensamientos de Amy...

-¡Maria aspera! -Recité en voz alta mi hechizo y apunté mi cetro hacia arriba, hacia el cielo azul que reflejaba el color del agua de los océanos. Clavé el cetro al suelo, y ya tenía aquel poder que le deseé al cetro en mis manos. Todo el mundo miraba, estaba nerviosa...
Apunté a Teru, sabiendo que el elemento que más le afectaría sería el agua. Olas de mis manos avanzaron con mucha fuerza, iban inundando más y mas el campo, hasta que Teru saltó y fácilmente esquivando aquél hechizo.

Teru sacó su arma, una gran espada hecha de acero toledano, era fina y ligera, además podía manejarse muy bien.

-¡Ventus vis! -Hice ahora un hechizo con el elemento del viento, todo el aire de la sala era controlado por mí, por ello formé un gran huracán y lo dirigí a las manos de Teru, para que su bella espada se quedase atrapada en mi poder.

En los pensamientos de Teru, se podía ver su nerviosismo y ansias por ganar:

No pensé en que Amy utilizase viento, ella gastaría mucha fuerza. ¡Maldita! se fue mi espada al techo. Salté he intente cogerla pero su magia de aire hizo que me estampase de espaldas al suelo... ¿Que hago ahora? Se suponía que ella era la más debil... pero la más lista de toda la clase. Es hora de triunfar, Teru.

Amy pensó que ya tenía la victoria conseguida:

¡Esto estaba chupado! Menos mal... iré con un premio a casa...

-3, 2... -Dijo el entrenador -¡No, esperen, ha desaparecido!

-¡¿Que?! -Teru cogió mis brazos y me lanzó alto, levantó su rodilla cuando saltó en el mismo segundo de lanzarme a mí me dió en la espalda y llegamos al techo. Cogió su espada y pisó mi vientre. Estábamos callendo los dos, él de pie apoyando con fuerza su bota en mí con todas sus ganas, y yo de espaldas con la imagen en contrapicado de Teru sonriente. Al llegar al suelo, rápidamente su pie hizo más peso en mí y fue tan el golpe, que me desmayé al explulsar un gran grito de dolor. Clavó su espada al lado de mi cuello , cortándome un mechón de pelo. La levantó y se dijo a él mismo: "He ganado".

Cuando vi esto, me dije a mi misma que iba a quedarme peor que Amy. Cada batalla era más tortuosa para mí, ¡Dios santo, no! ¡Amy!. Tal vez la rabia me haría ser más fuerte ahora... pero igualmente no podía soportar el dolor de la supuesta "pérdida" de mi amiga, desconocía su fallecimiento, pero lo que sí sabía es que al salir de aquí, me fugaría a un lugar lejano para dejar de hacer este estúpido "deporte de defensa" que no sirve para absolutamente nada.

-3, 2, 1... -¡Terminado! ¡Teru es el ganador! , ¡Turno de... THERIX VS YUUGI!

Levantose Yuugi y yo a la vez q él, cruzamos miradas mientras los nervios me podían casi para desmayarme y caerme redonda al suelo... No pinto nada aquí, y tengo un mal presentimiento... Proseguimos por entrar al campo de batalla.

Rápidamente sin darme cuenta me agarró la barbilla, me miró de forma muy intimidante con sus ojos rasgados y azules claro y colocó su gran guadaña enfrente mía sin dejarme escapatoria mientras su rubio y rizado cabello danzaba al son del viento que lo agitaba. No debía de rendirme aún, sobretodo si es Yuugi, no quería quedar en ridículo antes de mi fuga.

Escapé rápidamente y me puse atras suya, saqué una de mis katanas y corrí hacia él. Cuando estaba convencida de mi gran golpe, Yuugi giró y susurró a mi oido.
-Elitia...
-¿Elitia? -Me agarró con su brazo por el pecho y me pegó a la pared, mi espalda crugió mientras la cabeza no paraba de darme vueltas con aquella palabra... elitia, elitia, elita...

Yuugi se apartó de mí , mirándome con una sonrisa alargada dejando ver sus largos colmillos, convencido de su victoría. Mientras pensaba en lo siguiente:

Ya era la hora... estaba todo hecho.

-Elitia , elitia , elitia... -Susurraba Therix cabizbaja -¡YO SOY UNA ELITIA! -Miró hacia arriba con los ojos muy abiertos mientras en la sala se hacía un silencio incómodo. De sus brazos salieron sus dos huesos (los cúbitos) arrancando su blanca piel, que se quedaron el el aire unos segundos hasta que los huesos se partieron en trozos muy pequeños y rápidamente se clavaron en la carne de su brazo como si fuesen cristales, formando unos guantes de armadura. Esto pasó con sus piernas, pies, citura he incluso con su cuello. Al mismo tiempo, de sus hombros salieron sus huesos y se colocaron verticalmente en su carne, formando así un exoesqueleto "humano". Al pasar esto todos sus huesos se volvieron negros y la sangre, iluminando aquella increible armadura, se tiñó de azul.

-¡¡¡THERIX!!! -Gritó su madre.
Pondré en práctica mi experimento.

Ahora, en mis pensamientos, me sentía capaz de derribar una bomba nuclear. Mi aliento estaba aridiendo como el fuego, mis ojos estaban quemando la retina que los protegía y los huesos sobrepasaban mi piel, añadiendo las escuchas de las voces de la visión ayer todo el rato...

Todo el mundo miraba y los vigilantes querían al fin parar la pelea, no pudieron ya que estaba prohibido terminanatemente. Igualmente, aunque quisieran, no podrían parar a la bestia sin control en la que me había convertido ahora.

Mientras tanto, el los pensamientos de Yuugi, sólo se veía la palabra "satisfacción":

Therix se acercó muy rápidamente pegando un gran salto y clavando su espada en el campo, calló de pié y no sufrió ningun daño me acerqué con mi guadaña por atrás, ella saltó y en ese mismo instante comenzó a llover, sólo ella y yo podíamos mojarnos en esa increible batalla.

Ella se movía más rápido que las gotas de agua que caían. De repente, giró mientras un pequeño resvalo le hacía girar cerca mía... ¡Baila mi princesa! Vayamos juntos a tu muerte...

Yuugi pensó en sus macabros deseos y
sin darme cuenta me agarró de tal manera que sus brazos cogían suavemente mi cabeza y mi cintura. Su guadaña se hizo más pequeña y me empujó con él debajo mía, sentí como si callese encima de un espejo al saber que la guadaña me atravesó al igual que le atravesó a él. Vi a mi madre borrosa intentando darme la mano y gritando: ¡Therix! ¡No te vayas de mi!...

Yuugi y yo caímos por un cielo claro, con nubes blancas. Teníamos el cuerpo completo y desnudo, sin corte alguno de la guadaña. Él empezó a flotar y mientras caíamos él me empujó más fuerte que nadie... todos mis huesos se rompieron y quedé sin forma alguna en mi cuerpo...

Sentí que caía rápidamente y al llegar al final de ese eterno empuje sentí que choqué contra un espejo infinito. Con la gravedad conseguí romperlo en mil pedazos. Y con ello, un vestido de novia negro con rosas del mismo color en la parte de arriba al estilo "palabra de honor", y con abundantes capas de tela en la parte de abajo, mi cuerpo ya era normal y forme. Al ver esta escena, acabé de llegar al final de aquél cielo claro y sin sol...







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