Capítulo 11

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Consuelo con un primer beso.

HoSeok estaba abrazado a Jimin, ambos se encontraban en el sofá de su departamento. Lágrimas seguían escurriéndose por el rostro del azabache. El rubio simplemente lo contemplaba con tristeza, lo que más odiaba en el universo era ver a HoSeok llorando. Desde que vivían en el orfanato las lágrimas de HoSeok provocaban un fuerte dolor en el corazón del más chico.

—No llores hyung —dijo un pequeño niño mientras abrazaba con fuerza al castaño que se encontraba a su lado— Jiminnie jamás te abandonará, Jiminnie estará siempre a tu lado.

—¿L-Lo prometes?

—¡Por la garrita! ¡Jamás me alejaré de HoSeok hyung! —exclamó el pequeño alzando su dedo meñique logrando hacer sonreír al niño que lloraba segundos antes.

—Por la garrita —repitió el castaño mientras entrelazaba su dedo con el del pelinegro.

Ambos niños se sonrieron entre sí y se abrazaron con fuerza, jamás los separarían, de eso estaban seguros.

—Jiminnie jamás abandonará a hyung —murmuró el de cabellos dorados mientras acariciaba la espalda del pelinegro suavemente—, Jiminnie estará siempre a tu lado —HoSeok en ese momento dejó de llorar y volteó a ver a su menor—. Lo prometo, por la garrita —dijo suavemente el rubio extendiendo su dedo meñique hacia su mayor.

HoSeok no pudo evitar sonreír y extender su dedo hacia su menor.

—Por la garrita —murmuró el tembloroso chico entrelazando su dedo con el del pelinegro.

—Te amo, hyung —soltó Jimin finalmente mientras observaba los dedos de ambos. El de cabellos oscuros en ese instante abrió los ojos más que sorprendido alzando la vista hacia su menor—, entiendo si no puedes corresponderme, sé que siempre me has visto como tu hermano menor —dijo el más bajo riendo un poco—, pero —en ese momento los labios de Jimin se estamparon contra los de HoSeok. El rubio tenía los ojos cerrados, a diferencia del pelinegro, quien contemplaba a su menor con enorme sorpresa—, ya no soy un niño hyung —murmuró Jimin sobre los labios de su amado.

—J-Jiminie...yo...

—Te enamoraré hyung —interrumpió el menor.

De nuevo los labios de Jimin se apoderaron de los de HoSeok, esta vez, el azabache correspondió más que sonrojado enredando sus brazos alrededor del cuello del de cabellos rubios. Las manos de Jimin bajaron a la cadera de su mayor para levantarlo un poco y así sentarlo en su regazo.

—Te amo tanto hyung —murmuró Jimin metiendo sus manos debajo de la camisa de su contrario.

Antes de que HoSeok pudiera contestar, escucharon que la puerta principal se abrió, por lo que se separaron rápidamente.

—¡Ya llegué! —dijo TaeHyung.

—H-Hola Tae —dijo HoSeok con una ligera sonrisa tratando de ocultar su nerviosismo.

—¿Cómo te sientes, hyung? —preguntó el castaño acercándose a su mayor para abrazarlo.

—Estoy bien TaeHyungie —dijo el pelirrojo ya más tranquilo—, ya me siento mejor —comentó con una ligera sonrisa.

—No sabes cuánto me alegra hyung —respondió TaeHyung abrazándose con fuerza a su mayor. Pronto Jimin se sumó al abrazo, a pesar de lo que había pasado minutos atrás, ellos eran una familia demasiado unida, los tres se querían sin importar nada.

Al día siguiente, sábado, llegó HoSeok acompañado por Jimin al trabajo, ambos estaban tomados de las manos, algo que llamó la atención de todos sus amigos y compañeros.

Eternally Mine ✿ JungHopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora