5 de marzo; unos estudiantes llegaban a secundaria después de un extraño año de primaria.
Se reunirán antiguos conocidos luego de unos largos (o cortos) tres meses de vacaciones.
En mi opinión, fue extraño, puede sonar estúpido, pero la verdad estaba emocionado y aterrado por las clases, no es una linda combinación de emociones.
Entramos, y justo diez segundos antes de que nos llamaran para hacer el recibimiento cursi de todos los años, vi a mis amigos. Sí, chatear con ellos para expresar lo grandioso que sería el volvernos a ver era igual o más emocionante que cuando por fin ocurrió. Chatear es mejor que hablar en persona, o almenos eso creo yo.
Al fin y al cabo teníamos mil historias estúpidas de vacaciones; que si ví a una ardilla frente a mi casa, que se me cayó el helado de McDonald's, y ese tipo de cosas.
Al momento de hacer las rígidas filas para "mantener la disciplina" notamos que el reemplazo del antiguo profesor coordinador no tardó en aparecer, y todos pusieron la cara de tragedia al percatarse de que ya no volvería, empezaban los cambios.
Hicieron las presentaciones y todos los profesores eran nuevos, caras nunca antes vistas serían con las que conviviríamos el 80% de nuestro año escolar. El 20% restante era correr y gritar en los recreos. Sí, ya sé, "Estamos en secundaria y no podemos hacer esto", por favor, por mas que tengas 50 años siempre querrás salir corriendo como muchacho inmaduro a perseguir algunas palomas en la cancha.
Vimos a la profesora de Matemáticas que nos dió clases en 4to, todos se emocionaron bastante, yo, simplemente pensé: "Por fin alguien conocido", pero luego lo pensé mejor, y me dí cuenta que ella... ES UN DEMONIO, gracias a ella aprendí mucho en la materia, pero fue a la mala.
Los profesores propusieron una estupida dinámica de "el rey pide" para recordarnos que aunque seamos "grandes", aún podemos "divertirnos" como si fueramos niños pequeños. No me malinterpreten, el concepto es bueno, pero no fue muy bonito bailar la conga frente a los gorilas de 12vo.
Subimos las escaleras, y cuando cruzamos en el segundo piso, la coordinadora de primaria nos dijo: "Suban, su salón está en el tercer piso". Esas sencillas palabras fueron mágicas, siempre habíamos estado en el segundo piso, y de la nada subir hasta el más alto se sentía muy bien.
Subimos, y al entrar en el salón que tenía un flamante letrero decorado que ponía "7mo grado", nos llevamos una terrible decepción.
ERA ENANO. No era ni la mitad de grande que nuestro antiguo salón, todo estaba muy junto y no había espacio, se sentía como una ratonera.
Yo no me quería sentar adelante pero tampoco atras, mi idea era un punto intermedio. Pero todos corrieron como gacelas y se robaron los buenos lugares, solo quedaba uno en el rincón del fondo, y otro frente al profesor. Fue difícil, pero tomé una decisión en menos de 5 segundos que determinaría mi puesto por una tran parte del año escolar.
Decidí sentarme adelante por 2 razones básicas:
1. Ahí estaban mis amigos, atrás tenía a mi amigo friki que emula juegos de gamecube en su laptop, y adelante tenía a la tipa loca que tengo como amiga, a la cual le gusta cantar y es mi amiga desde 4to grado. Por si no lo habían notado, entré a este colegio en 4to, creo que no es difícil de deducir por todos mis comentarios al respecto.
2. Al sentarse atrás te asocian con ser el mal portado que es una desgracia para la sociedad, y probablemente los profesores te agarrarían ideas, así que, no gracias.
3 segundos después de ubicarme en mi puesto, noté algo que me decepcionaría aún más en cuanto al salón. El aire acondicionado estaba dañado.
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Bienvenido A Secundaria
Teen FictionVengo de primaria, y ahora me toca adaptarme en séptimo grado. Me dicen lo de siempre, "es mucho más difícil que primaria" y yo no lo creo, me imagino que será un año más, con sus pros y contras. Cuando digo "vengo de primaria" no se imaginen que an...