Confiesate. (Naraku Y Tn)(Finalizada)

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Finalice y me fui del lugar, al llegar a casa, no había nada que dejará rastro de que alguna vez viví con una mujer allí. A aparecer se asustó y se marchó, seguro que John le contó todo.

Dormí plácidamente aunque no sea muy notable. Quizás era su presencia la cual me molestaba. Mire mis ojos en el espejo y ahí están, tengo unas enormes ojeras. Luego de este viaje me tomare un descanso.

Ahora me encuentro examinando a Tn, esta chica si que es un caso perdido.

-Absolutamente no, ¿Estas segura de que eres una chica? -Mire de arriba a abajo su vestimenta, esta totalmente desaprobada.

-Entonces que desea que haga señor? -Ni por un segundo pierde el respeto.

-Me iré primero al viaje, iras por tres días a la casa de alguien que te ayudará a revivir a la antigua tú. Luego nos encontramos.

Tn~

-¡Felicidades! -Grito el supuesto maestro.- Te has convertido en todo una dama.

-Gracias. -Sonreí, desde aquel viaje en Las Vegas he evitado volver a ser la misma chica que fui allí pero todo fue en vano. Esa chica ha regresado.

Me encuentro vestida con un vestido, corto de color rojo sangre y unos tacones, mi cabello esta totalmente suelto.

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-Buenos días. -Hice una leve reverencia, logre ver como todos los acompañantes de Naraku se quedaban boquiabierta.

-Ya llegaste Tn, tienes un día de retraso. -Su voz sigue siendo fría.

-Naraku, no seas cruel con la chica y presentala. -Hablo el más adulto del lugar. Deberá ser el abuelo de alguno de ellos.

-No creo que deba hacerlo, esto son negocios no una reunión familiar. -Este chico es tan cruel.- Siéntate Tn y toma notas.

-Cómo usted diga señor. -Finalice e hice lo que él me ordenó. Ellos están hablando sobre estupideces, la verdad es que eso de administración nunca me interesó. Por eso prefiero simplemente ser una secretaria.

Todos dejaron el lugar menos naraku. Tienen un tiempo libre de 5 minutos, me acerque a la ventana y todo es hermoso. Desde aquí se puede tener una tremenda vista.

Escuche mi teléfono sonar y conteste sin aun sacar mi vista de el hermoso paisaje. No obtuve respuesta alguna de quien marco pero antes de colgar escuche una pequeña tos fingida.

-Disculpe, tuve una llama...-No continúe al ver a el causante de que mi teléfono sonará.

-¿Por que mentiste? -Me atrapó, ya sabe quien fue que le marco aquel día.

Mordi mi labio sin tener alguna respuesta. No se que hacer, ahora mismo estoy atrapada contra la espada y la pared. Mordi tan fuerte mi labio que logre sentir un poco de sangre.

-Marque accidentalmente, además no me interesa que pase en su relación amorosa señor. -Fue lo más lógico que salió de mi boca.

-¿Donde dejaste eso de querer lo mejor para tu jefe?

Iba a abrir la boca pero los que antes habían salido ya habían regresado. Ahora me siento incomoda, es difícil estar a su lado ya que sabe toda la verdad.

-Señorita Tn. -Hablo uno de los más jóvenes.

-Diga señor.

-No me trates así, no soy Naraku. Simplemente quería saber si tienes novio?

-Lamento si sueno cruel señor, pero no mezcló mi trabajo con mi vida personal. -Hice una leve reverencia y abandone la sala.

Ya han terminado su reunión así que supongo que no me necesitan. Me encamine por el hermoso hotel, esta ropa ha comenzado a molestarme.

Me saque los tacones y camine por la orilla de la playa. Saque mi teléfono y empecé a organizar la nueva agenda de Naraku. Este lugar me recuerda a cuando era una niña del mal, la mayoría de los jóvenes se en encuentran haciendo bromas a los enamorados.

-Creo que tenemos una conversación pendiente. -Hablo Naraku, su vista sigue fijada en el anochecer. Parece todo un modelo, su porte es perfecto, el es digno de ser un dios.

-¿Cual? -Levante mi mirada.- Creo haberle dejado claro que no tengo nada que explicar, ese no es mi problema.

-¿A no? -Bajo de donde antes estaba- No logro comprenderte, primero me dices que la reputación de tu jefe es importante, luego dices que no te importa. Además la primera vez que te vi no eras así.

-¿Primera vez? -Me fije bien en el y logre recordar donde antes lo había visto.

-Aquel día en...-No le deje terminar.