Confiesate. (Naraku Y Tn)(Finalizada)

8

Le envié la copia por correo electrónico, baje del avión y le indique al taxista donde debía llevarme. Tan solo fueron dos días fuera pero los sentí como una eternidad.

Me eche a dormir inmediatamente, ni siquiera tome las pastillas. Caí rendida sin pensarlo dos veces. Cuando desperté al otro dia me encontraba en el sillón, aun recuerdo cuando me estaba quedando dormida.

Mire la hora alarmada y es bien tarde. Son las 2 pm, tome mi teléfono y tengo exactamente 50 llamadas perdidas de Naraku y unos 20 mensajes, podría detenerme a mirarlos o a llamarle pero estoy corta de tiempo.

Tome mi computadora y comencé a hacer mi trabajo. Dos días de atraso me han dado trabajo hasta la muerte, doy otro sorbo a mi taza de café y termino, vuelvo a mirar el reloj y son las 8 pm, ya no vale la pena regresar a la empresa.

Mi periodo solamente dura tres días, pero esos tres días son un infierno para mi, todo es dolor, dolor y más dolor. El último día es el peor de todos, aveces temo a que ese día llegue. Me eche a la cama esta vez, pero no sin antes bañarme, dormí plácidamente y como hace varios días desperté con Naraku en mi cabeza.

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-Buenas tardes. -Le salude a la Sub-Jefa. Ella es muy amable, fue la única que me trato bien al llegar a aquí a parte de otras personas, pero ella es la esencial.

-Buenas tardes Tn, tenia tanto sin verte que ya te extrañaba. -Me dedico una cálida sonrisa.

De la nada apareció una maya enojada, según vi acababa de salir de la oficina de Naraku. Me miró de mala gana, con enojo, es normal, luego de lo que paso aquella vez entiendo su mal humor.

-Esta alterado, desde ayer de su boca solo sale tu nombre. Me tiene cansada. -Se queja.- No debe desquitarse con todo el mundo porque simplemente no aparezcas.

-Lo lamento. -Tener la menstruación me hace vulnerable a todo. Con ella suelo ser más sensible.

-Que más da. -Maya me palmea la espalda y sale del lugar. -Deberías prepararte mentalmente antes de entrar. -Dijo y desapareció de mi campo de visión.

-Tu puedes. -Rie la Sub-Jefa y me da un leve empujón hasta la oficina de Naraku, luego cerró la puerta detrás de mí un poco fuerte asiendo que Naraku levantará una mirada enfurecida.

-Regrese. -Susurre y su mirada sigue intacta.

-"¿Regrese?". -Exige algo más que un simple "regrese".

-Naraku, no estoy de buenas, no me gusta dar explicaciones y por eso nunca se las pido a alguien. -Me encogi de hombros y el se levantó de su asiento bruscamente.

-Maldita sea Tn. -Su tono es de miedo y desesperación. -Al menos podías haberme dado una llamada. -Acarició mi mejilla y yo aparte su mano.

-No estoy de buenas, me disculpo si te preocupe pero no estoy de buenas. -Mi tercer día, comenzó a aumentar el dolor, puedo sentir como comienza a hincharse del dolor.

Una mueca se hizo presente en mi cara, me queje, no puede aguantar más y me queje. Estoy segura de que si no me siento puedo desplomarme en cualquier momento.

-¿Que te pasa Tn? -Naraku esta asustado.

-No es nada, simplemente tengo el periodo. -Digo sin rodeos a todo el mundo de la vergüenza admitirlo, pero para mi es algo normal así que no temo decir que tengo el periodo. -Con su permiso.

Me senté en su silla, espero que no se enoje. Mis labios comenzaron a sentirse ásperos y comenzó a darme mucho calor, abrí mi camiseta hasta más por debajo de mi sosten.

-Estas pálida. Ya regreso. -Salio por la puerta y cuando volvió a entrar traía una botella de agua.

La tome sin siquiera decir gracias, las palabras no salen de mi boca, tome la botella completa sin dejar rastro alguno de que allí había agua en algún momento.

Me levante de la silla y aclare mi garganta a ver si lograba salir alguna palabra de ella.

-Creo que necesitaré el día libre, me disculpo por no poder cumplir con mi trabajo. -Saque las palabras como pude. Naraku se ve frustrado.

-Te demostraré que voy en serio Tn. -Dijo y me levanto en sus brazos estilo princesa.

-Bajame. -Susurre, volvió a fallar me la voz.

-Duerme tranquila, te llevare a casa. -Me deje llevar de la dulzura de sus palabras y cerre mis ojos.