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Cuando volví a abrirlos ya estábamos estacionándonos. Mi pulso ya está más calmado y me siento mejor, lo vi bajar del auto y acepté su ayuda para ahora bajar yo.

-Sube. -Me ordenó de forma gentil y me hizo subir a su espalda.

-Deberías irte. -Mi cabello está comenzó a molestarme, se está comenzando a pegar por mi cuello.

-¿Por qué siempre actúas así? -Me bajo ya estando frente a frente a la puerta.

Me dediqué a abrirla sin responder nada aun, necesito organizar mis pensamientos. No se como responderle, no encuentro las palabras correctas para decirle que esto está mal, que se aleje de mi.

Entre y el me siguió, su mirada está clavada en mi espalda esperando alguna respuesta, mordí mi labio quizás me arrepienta de esto luego.

-Porque esto no está bien Nataly, lo de nosotros es imposible.

-Dame una razón para que pueda creer eso. -Se acercó a mi y yo me senté en el sofá, sigo cansada.

-No podemos estar juntos, no para todo debe haber una explicación lógica. -Finalice y el suspiro negando leve.

-Bien. -Se agachó quedando a mi misma altura. -Te doy una semana, si en esa semana no cambias de opinión aceptaré tu decisión, no te molestaré más y me rendiré. -Me dio un leve beso en los labios y se alejó- pero te lo advierto, ya se la respuesta.

Finalizó y salió del lugar, hacerlo entrar en razón es imposible. Me deje caer totalmente en el sofá y cerré mis ojos, si está seguro de que regresaré hacia el morirá esperándolo.

——————

Abrí mis ojos nuevamente quejándome un millón de veces por no haber puesto mi teléfono en silencio, quien sea que me esté llamado muy persistente, demasiado para mi gusto.

Mire la pantalla y es de la oficina, es de mi escritorio. La tomé y suspiré con ese simple suspiro escuche del otro lado a alguien quejándose por todo lo que ha tenido que pasar al yo no estar.

-No regresaré. -No se quien esté del otro lado del teléfono pero la verdad es que no me importa.

-Debes hacerlo. -Reconozco esa voz, es maya.

-No claro que no. -Me vale un carajo lo que opine.

Ahora que tiene a su amado Naraku no lo aprovecha, si que son estúpidas las personas. Me mantuve escuchando todo el rato lo que tenia para decir pero no conteste nada, ademas habla demasiado y no le pondre mas tema para hablar.

-Tengo la solucion.

-Acaso eres hipocrita? Se supone que no somos ni siquiera compañeras de trabajo y lo sabes.

Se quedó callada, tiendo a ser muy directa y no seré quien no soy con ella. El poco tiempo que estuve en esa oficina no fue mas que un dolor de cabeza para mi y me parece bien ridículo que ahora quiera venir a hablarme como si fuéramos algo.

-Bien Tn, tienes toda la razon pero te necesitamos. Naraku está peor que una mujer con su regla y hará que todos se quieran ir antes de tiempo.

-Cual es tu famosa solución? -Espero que cierre su boca.

-Cambiemos de trabajo, puedes seguir haciendo tu trabajo normal pero cuando se trate de Naraku yo puedo atender esos problemas.

-Me gusta la idea. -Finalice y corte.

Me dispuse a hacer mis deberes y salí al supuesto trabajo que tengo, todos me miran diferente sera por mi vestimenta, luego de esa clase de como debo ser para estar a la altura de Naraku me es difícil ser como era antes. Supongo que la moda se me subió a la cabeza aunque no lo quiera aceptar.

Ignore a aquellos que recién comenzaron a notarme, si no les agradaba cuando era normal por que ahora si les agrado. Llegue a mi lugar y paso, eso que pedí que no sucediera, mordí mi labio con bastante fuerza y el simplemente me miro de arriba abajo.

-Tienes algo que decirme? -Esa estupida arrogancia se volvio presente nuevamente.

-No. Solo estoy aqui por mi trabajo. -Sone dura y decidida.

-Entonces salte de mi camino. -Dio un paso amenazante hacia el frente y yo me hice a un lado.

-Creido. -Susurre a su espalda.

-Puedo leer tus labios. -Dirigí mi mirada a su rostro y note que mi cara es reflejada por un espejo. -Tienes una falta y con dos más pierdes el puesto. Conociendote pasara pronto.

Esas fueron las últimas palabras que pasamos, hice todo mi trabajo sin tener que volver a toparme con él, con lo único que siempre me tope por desgracia fue su mirada. Esa mirada que se quedaba clavada en mi por un buen tiempo, se nota que no le importa que me de cuenta de que él me observa.

En las últimas horas maya se gano un poquito mi confianza, al parecer no es tan bruja como pensé, cuento las horas, esas horas que aun me quedan para regresar a él y eso no sucederá. Un bar, eso es lo que necesito en este momento.

Termine mis horas y me largue, mi casa y unos tragos es lo mejor que puedo obtener en este momento.

Confiesate. (Naraku Y Tn)(Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora