Kirikami Week (Edición 2018)

Dia 6: Fantasy AU.

Contexto: Denki es un brujo que se especializa en tormentas, emprende un viaje para controlar sus poderes y se encuentra con Eijirou, quien tiene el mismo objetivo.

Aclaraciones: La túnica de Denki esta inspirada en la de la bruja blanca del Final Fantasy I y la armadura de Eijirou es la del ending 3 del anime.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Partir de tu hogar nunca era fácil, dejar atrás todo lo que conoces para adentrarte a un mundo peligroso y desconocido era siempre aterrador, nadie estaba completamente preparado para el día de partida y solo anhelaban el día de regreso. Así se encontraba Denki Kaminari, el único de su aldea que había desarrollado aptitudes para la magia, teniendo cierta afinidad por la electricidad, un joven de diecisiete años recién cumplidos de cabellos rubios con la marca de su elemento compatible en el, siendo en su caso un rayo de color azabache, ojos dorados con el sol y piel un poco bronceada por tanto tiempo al aire libre. Siempre había resaltado en su comunidad al vestir las ropas tradicionales de un mago, una túnica blanca con rombos dorados en la parte inferior, con la capucha siempre puesta para demostrar que aún era de rango brujo y no un mago, debajo de la túnica usaba una armadura ligera y llevaba un sable en el cinturón que sujetaba unos pantalones beige junto con botas café. A pesar de ser el único diferente todos lo apreciaban, no le temían al chico, es un amor.

Volviendo al punto, había tomado la decisión junto a sus padres de emprender un viaje para comprender y controlar mejor sus poderes, había días en los que despertaba con toda la casa inundada o si estornudaba creaba una ráfaga que más de una vez le causó vergüenza gracias a las faldas de sus amigas. Al no haber nadie más con sus habilidades en el pueblo tenía que aprender todo por su cuenta y no era que no hubiera aprendido varías cosas solo, podía crear una tormenta de una simple gota de sudor o crear y lanzar rayos con sus manos, pero siempre era bueno tener a alguien que pudiera enseñarte lo que nunca te has atrevido.

El día que tanto temía estaba sucediendo y estaba parado en la entrada al pueblo mirando al horizonte, eran las seis y algo de la mañana y solo se dedicaba a mirar como los rayos del sol intentaban cubrir hasta los más profundo y recóndito del bosque que se apreciaba desde ahí. Sus padres estaban parados a unos pasos detrás, mirando con nostalgia esperanzada a su querido hijo que hoy por fin dejaría su hogar.

-Denki cariño, ten mucho cuidado ahí afuera. Procura ser cauteloso cuando te encuentres con extraños, no duermas en la intemperie si no estarás alerta, intenta no batallar con monstruos ni bestias y recuerda comer bien todas tus comidas- Su madre lo abrazó con mucha fuerza mientras de sus ojos cristalinos brotaban pequeñas lágrimas- Ojalá vuelvas pronto-

-Te amamos hijo- Su padre no tardó mucho en unirse también a la muestra de afecto, el joven brujo intentaba lo mejor que podía no romper a llorar ahí enfrente de todos sus conocidos y familiares que se despedían tristes de el.

-No se preocupen, prometo que volveré mamá y papá. Volveré más fuerte y listo que nunca, seré un gran brujo por ustedes- Al alejarse un poco pasó su mirada rápidamente por todas las demás personas que habían formado parte de su vida, la nostalgia lo invadió logrando humedecer sus ojos, los limpió lo más cauteloso que pudo y sonrió como solo él podía hacerlo- ¡Les juro por mi magia que volveré a casa hecho todo un mago!-

Entonces se encaminó, con un saco mágico a sus espaldas que cargaba con sus pertenencias, su sable a la cadera y todas las ganas de vivir una aventura a flor de piel, no sabía que le esperaba en lo que ahora sería su vida pero estaba casi seguro de que podría con todo lo que se le presentara... Casi todo.