(cap 21) por que no dejas de ser tan posesivo

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Mi padre entró a la habitación, y nos miró a Ruggero y a mí de arriba abajo.

- Vaya. - me miró. - Solo espero que estén usando protección.

- No es lo que piensas. - salió de mi boca.

- Es lo más estúpido que has dicho en tu vida. - habló Ruggero burlón.

- Tú calla. - lo miré fulminante. - Todo ha sido tu culpa. - exclamé, furiosa.

- Ya chicos, no es para tanto. - dijo papá, pareciendo incómodo y avergonzado.

- Thomas, ¿Le ves problema a esto? - preguntó Ruggero de lo más normal.

- No me gustaría interrumpir su momento… Es lo único que tengo que decir. - le guiñó el ojo a Ruggero y salió de la habitación, dejándome con la boca abierta.

- ¿Ahora lo ves? - Ruggero me miró a mí. - La única que tiene problemas eres tú.

- Déjame, Ruggero. - espeté.

- Tengo una pregunta. - dijo. - ¿Por qué te has ido de la escuela sin mí? - reclamó.

Cerré los ojos y tomé un suspiró profundo. - Pensé que tardarías. No puedo esperarte toda la tarde, Ruggero. - espeté.

-No mientas, Karol. - exclamó, empuñando los puños de sus manos. - Sigues desafiándome, tratas de evitarme y eso te juro que no lo lograras. - se acercó violentamente, temblé. - ¿Te has olvidado de todo lo que hablamos en la escuela? - su aliento chocó con mi cara.

- No. - miré para otro lugar, gruñó, agarrando mi barbilla y obligándome a mirarlo. - No hagas eso. - mi voz salió pareciendo una exigencia. Lo era.

- ¿Porque haces las cosas difíciles, Karol? - se acercó más, eliminando la distancia que quedaba entre nosotros. - Porque simplemente no aceptas que eres solo mía y ningún otro hombre que no sea yo va a tocarte jamás.

Lo miré perturbada, Ruggero daba miedo. Esto era mucho peor que lo que había pasado en la escuela.

- Déjalo Ruggero. - mi voz salió como un susurro.

- Ya hemos hablado de esto, Karol. - Dijo con los dientes apretados. - Entiende que no lo voy a dejar. No te dejaré ir nunca, primero muerto. - su voz era oscura.

- ¿Y qué es lo que quieres? - le pregunté.

- A ti, es tan simple como eso. - se rió sin gracia. - ¿Acaso se te olvidó que hemos regresado en la mañana? - frunció una ceja.

- Porque tú me obligaste. - espeté, con ira.

- No quieras buscar más problemas. - acarició mi mejilla, mi cuerpo reaccionó, causaba sensaciones en mí inexplicables. - Solo vuelve a ser la misma Karol Sevilla de siempre. - se acercó a mí oreja y depositó pequeños besitos en ella.

- Ruggero. - coloqué mi mano en su pecho, tratando de alejarlo de mí. - Por favor vete. - rogué.

- No. - mordió el lóbulo de mi oreja, gemí. - Solo déjate llevar, es lo único que tienes que hacer. - susurró, bajando sus manos a mí trasero.

Negué, mientras empujaba su pecho hacía atrás y me sacudía con fuerza.

- Joder, Karol. - advirtió. - Ya deja a un lado tu maldito problema. - espetó, molesto.

- Lo dejaría si te fueras. - hablé molesta. - Pero ni eso entiendes, ¿Por qué no dejas de ser tan posesivo? - le reclamé.
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Aquí otro cap este es el segundo en el día espero que les guste

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mi novio posesivo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora