Nostalgia del 45

1935

Mi niñez, adolescencia y principios de mi juventud las he vivido en este laboratorio, pues fuí traido aquí desde que era un bebe.

Nací con dones muy especiales, o eso es lo que suelo escuchar de las personas que trabajan en este lugar y uno de ellos es el Doctor Dominick quien es mas un padre para mi.
Me dijó que yo había sido rescatado del mundo, de todos los posibles peligros que me prometian una muerte segura sin protección alguna. Un mundo en donde la gente me usaria para destruir; en especial el enemigo: Rusia.

Puedo ver el futuro, puedo controlar mentes.

Todos los días se me realiza un chequeo de estos, asegurandose asi de que todo este en orden y que no vaya a salirme de control, pues seria demasiado peligroso, trayendo consigo graves consecuencias, como lo seria la destrucción de toda una nación.

"Chequeos" que más bien para mi cuerpo eran experimentos, dolorosos y muy molestos.
No odiaba este lugar, pero una parte de mi siempre anhelaba libertad.

Nunca pude salir de ese gran laboratorio. Tenia mi propia habitación en donde podía descansar y donde era educado por el Doctor Dominick.
Antes pasaba mucho tiempo en mi habitación, podia leer y realizar mis tareas sin problemas pero ultimamente eso se esta quedando atras. El maximo tiempo que he pasado en mi habitación es de 2 horas, luego de eso paso semanas en la sala de experimentación.

Desde que tuve conciencia supe que mi vida no era normal, que era un chico diferente a los demás, todo a causa de mis "dones".
No faltaba nunca la noche en que no llorase por querer ser un chico normal, tener una familia, asistir a la escuela y convivir con otras personas. Lamentablemente eso no pasaria y con el pasar del tiempo empezaba a acostumbrarme a la realidad.

Un 25 de Marzo de 1928, cuando acababa de cumplir 17 años llegarón a mis oidos palabras que me marcarían para siempre.

-Victor, te han encontrado.
Sudor frío resbaló por mi frente, trague saliva y dentro de mi reinaba el miedo. Apesar de que siempre estuve escondido, fui encontrado y no tardarian en venir por mi.

-Se desatará una guerra y necesito que participes y ayudes a los muchachos, no podras solo permanecer aquí o facilmente seras capturado.

La voz del Doctor Domonick diciendo aquello me causaba escalofrios. No estaba en mi herir a nadie, mucho menos cuando estaba consciente de que seria letal ir a la lucha. -Yo no puedo ir, no quiero herir personas..-

Al escuchar esto, la persona que para mi era como un padre dio un fuerte golpe a la puerta. -No solo tu estas en peligro Victor, todos nosotros lo estamos, somos como una familia ¿No es asi? Piensas acaso, ¿Dejarnos morir a todos? Ya dije, entrarás a la batalla.- Y diciendo esto salio de mi habitación dejandome solo.
Con mis pensamientos vagando en la nada me quede dormido, esperando el mañana con un espirítu de valor y un corazón quebrantado por no querer luchar.