Que el amor nos salve de la vida (Sheo) Colaboración con @saronaa_20 [TERMINADA]

Capítulo 6

Después de que el coche aterrizara en el lago, Brooke se pasó los cinco minutos siguientes pidiéndole disculpas a Luca por lo sucedido. Pero lo hecho, hecho estás. Así que Brooke y yo nos pusimos a andar por la carretera con la intención de llegar a Edimburgo lo antes posible.

-¿A dónde vais?- preguntó Luca, siguiéndonos a una distancia prudente.

-A Edimburgo- respondí de mala gana- Muchas gracias por todo pero ya no es necesario que nos lleves.

-¿Y cómo pensáis llegar a Edimburgo sin mi ayuda?

En ese instante, pasó por nuestro lado una camioneta y yo me puse a gritar y a hacer gestos con los brazos. La camioneta paró y el conductor bajó.

-Yo de ti no me subiría ahí, Cheeto- me advirtió Luca.

-Que yo recuerde, no te he pedido opinión.

-¿Las puedo ayudar en algo, señoritas?- preguntó el conductor.

-Sí, necesitamos que nos lleve a Edimburgo, por favor- dijo Brooke, ignorando por completo a Luca.

-De hecho, mis amigos y yo nos dirigíamos allí ahora mismo.

-¡Perfecto!

-Déjame que le ayude con esta maleta tan cara.

Cogió la maleta de Brooke y después la mía, y, seguidamente, subió a la camioneta.

-Diría que ha sido un placer y todo eso pero, los dos sabemos de sobras que…-empecé a decirle a Luca.

En ese momento, la camioneta arrancó y Brooke y yo no íbamos dentro.

-¡Eh, pare! ¡Se lleva nuestra maleta!- gritó Brooke

Demasiado tarde. Luca me miró arqueando una ceja como diciendo “te lo advertí”.

-Ni una palabra al respecto- lo amenacé.

No sé cuánto tiempo pasó hasta que llegamos al bar más cercano. Luca se sentó en una mesa y Brooke y yo nos pusimos a buscar un teléfono.

Entonces, los vimos, ahí mismo estaban los sinvergüenzas que nos habían robado la maleta.

-Muchas gracias por guardarnos las maletas, pero ya nos las pueden devolver- dije.

-¿Y si no, qué?- dijo el mismo tío que nos las había cogido.

-Yo si fuera ustedes no me metería con mis bíceps- dijo amenazador Luca. Sin embargo, no obtuvo respuesta, los tíos esos ni se inmutaron.

Luca salió de detrás de nosotras y le dio un puñetazo en toda la cara al tío que nos cogió la maleta.

Brooke cogió un vaso de agua y se la arrojó al segundo a la cara mientras yo le daba una patada en sus partes. Luca se deshizo del resto en un abrir y cerrar de ojos. Se le veía tan guapo y tan fuerte…

-Gracias- fue todo lo que dije- Por recuperar nuestras maletas y eso.

-De nada, Cheeto.

-¿Y ahora qué?- preguntó Brooke.

-El dueño del bar me ha dicho que hay una parada de tren aquí mismo- dijo Luca.

Sacamos los billetes y nos sentamos en el banco que había delante del andén para esperar el tren. El único problema era que el tren llegaba dentro de dos horas.

-Mirar, ese castillo es una de las siete maravillas de Escocia- dijo Luca señalándolo con la cabeza.

-Lo siento, pero nosotras nos quedamos aquí- dije.

-Como queráis, si no os importa…yo no voy a pasarme dos horas sentado en un banco- y dicho esto se puso a caminar hacia el castillo.

-Espera Luca ¡Vamos contigo!- no queríamos quedarnos solas allí puesto que  habían dos chavales que no me daban buena espina que tenían a un perro con un aspecto no muy amigable.

Y nos pusimos a correr para alcanzarlo.

Tardamos una media hora en subir, pero arriba solo había los restos de lo que una vez fue un castillo. Luca nos empezó a explicar la historia.

-…y el conde le construyó este castillo a su mujer después de prometerle amor eterno- esta última frase la recitó como si le fascinara y me miró directamente a los ojos.

-¿Está intentando seducirme?- pregunté.

-No te hagas ilusiones, Cheeto.

-¡Mirar, por allí llega el tren!- exclamó Brooke.

-¡Corred!-grité.

En el mismo instante en que unas nubes cubrieron el cielo y empezó a llover, los tres empezamos a correr colina a bajo.

-¡Por favor, esperen!- gritábamos Brooke y yo.

Casi habíamos llegado, pero Brooke tropezó y cayó en un charco de barro.

-¡Tú y tus siete estúpidas maravillas de Escocia!- le grité a Luca.