Capítulo 7

411 30 0
                                    

Brooke lloraba y yo estaba cabreada como una mona, el único que parecía no mostrar ningún sentimiento era Luca, al igual que el día que lo conocí. Me pregunto porque será así.

-Tranquila chica- dijo el señor que nos vendió el billete- Si necesitáis alojamiento, yo sé de un buen hostal.

Dicho esto nos llevó al hostal, el único problema era que el señor no nos había advertido de que era un hostal para parejas, así que después de hacerles creer que Brooke estaba casada con un chico que estaba de viaje de negocios y que Luca y yo estábamos casados, nos llevó a nuestras habitaciones.

Nuestra habitación (la que compartíamos Luca y yo) era diminuta. Solo tenía: Una cama, una mesa, una silla, un armario y el lavabo.

-No sé dónde vas a dormir tú, porque está claro que no vas a dormir conmigo- le dije a Luca.

-Eres tú la que no va a dormir conmigo

-¿Y si lo echamos a cara o cruz?-sugerí

-Cara gano, cruz pierdes

Saqué una moneda del bolsillo y la lancé al aire

-Cara-dije decepcionada

-Tendrás que dormir en la bañera- me sugirió

Corrí la cortina para entrar en el baño

-Ni siquiera es una bañera ¡es una ducha!

-Lo siento por ti, Cheeto

Dicho esto saltó a la cama y se quedó tumbado, yo aproveché y me di una ducha

-M…que gustito, el agua caliente- dije para que Luca me oyera

Salí de la ducha cinco minutos después con una toalla en el pelo y otra en el cuerpo

-¡Eres un tramposo!-le grité sacudiéndolo, se había quedado dormido

-¿Qué?-perecía confundido

-Pierdes por tramposo señor: “Cara gano, cruz pierdes” ¡La cama es mía!

-De acuerdo, de acuerdo-dijo levantando las manos como si fuera culpable-Me voy a duchar, a por cierto, la cortina se transparenta.

-No me digas- dije siguiéndole el juego

El arqueó una ceja

-¡No me digas!-le grité

-¡No mires!- y se fue corriendo a la ducha antes de que pudiera pegarle por mirón

Minutos más tarde llamaron a la puerta y fui a abrir.

-Para cenar hay callos, ¿os va bien?-preguntó la mujer del señor que nos había ayudado

-Amor ¿A ti te va bien?-le pregunté a Luca

-Sí, ¿y a ti, cielito?

-Señora Brown-dije- Deje que mi marido prepare la cena por las molestias, es un excelente cocinero

-¿Si? De acuerdo-dijo por respuesta

-En seguida bajamos

Y la señora Brown se fue.

Luca y yo nos pasamos la media hora siguiente en la cocina, para mi sorpresa, no hubo discusiones ni riñas, todo eran risas y bromas. No sé dónde estaban Brooke ni los demás, pero no me importaba. Por fin me lo estaba pasando bien des de que habíamos llegado. Así que Luca y yo cocinamos para siete personas y pusimos la mesa.

-M…que bien cocina su marido, señora Frost- dijo la señora Brown

-La verdad es que si-respondí

-¿Sabéis que?- dijo el señor Brown- Mi mujer y yo tenemos un dicho, y es que: Besa a tu pareja como si fuera el último.

Y dicho esto se fundieron en un beso apasionado

-Ahora vosotros- animó a la pareja italiana

Y ellos los imitaron. Luego nos miró a nosotros

-No, no- dije yo

-Venga, hay confianza-nos animó

Luca y yo nos miramos, era una situación muy incómoda, estaba claro que él no me quería besar y yo a él tampoco. Aun así, me dio un picotazo en los labios y se apartó

-Ale, ya está- dijo apartándose de mi

-¿Estáis de broma? ¿Qué coño ha sido eso? ¡Que se besen, que se besen!-empezó a animar Brooke, yo la fulminé con la mirada

De nuevo, Luca y yo nos miramos, el me cogió la cara con las manos y me dio un buen beso.

-¿Contentos?- preguntó

Yo estaba alucinando, Luca acababa de… ¿besarme? Reconozco que no ha estado nada mal, ¿pero qué digo? ¡Ha estado genial! El también parece sorprendido, me pregunto en que estará pensando.

Por la noche me puse el camisón y me metí en la cama, me dispuse a dormir cuando Luca asomo la cabeza de detrás de la cortina.

-Hay mucha humedad, ¿puedo dormir contigo?- preguntó poniendo ojitos y suplicando

Al final accedí

-De acuerdo, pero un solo ronquido y te vuelves a la ducha

-¡Genial!

Fue corriendo hasta mí y saltó a la cama.

Habían pasado unos cuantos minutos desde que habíamos apagado la luz, pero yo no podía dormir, y por lo visto, el tampoco. Era tan incómodo tener un extraño durmiendo contigo…pero no era un extraño cualquiera, era un extraño que me había besado. Supongo que ya no era un extraño, era más que eso.

Me giré lentamente hacía él para ver si estaba dormido, supuse que el tubo la misma idea porque nuestros ojos se encontraron. Los dos desviamos la mirada rápidamente y nos quedamos dormidos.

Que el amor nos salve de la vida (Sheo) Colaboración con @saronaa_20 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora