Cuando me desperté a la mañana siguiente, Luca ya se había vestido y estaba sentado en una silla leyendo el periódico.
-Buenos días, Cheeto- dijo levantando la mirada del periódico
-Me voy cambiar-dije, cogí ropa interior, pantalones pitillo y una camiseta sin tirantes. Y, seguidamente, me encerré en el baño.
Cuando salí, en la habitación también estaba Brooke. A diferencia de mí, ella llevaba un vestido corto que se ataba por detrás del cuello y tenía un estampado abstracto. El pelo lo llevaba recogido en una coleta, y yo opté por dejármelo suelto. Al fin y al cabo, yo lo llevaba corto y ella no.
-Ei, Brie- saludó- El señor Brown nos ha preparado el desayuno, ¿vienes?
-Id tirando, yo ahora bajo.
Más que nada lo dije porque quería tener intimidad para cambiarme
-De acuerdo- dijo Luca
Y los dos bajaron al comedor, yo me uní cinco minutos más tarde.
-Señor Brown- dije- ¿Nos podría vender tres billetes para el próximo tren a Edimburgo?
-Hoy no hay trenes-respondió
-¿Por qué no?- quiso saber Brooke
-No hay trenes los domingos- respondió Luca
-Bueno pues… ¿podría prestarnos su coche?- dije ignorando por completo a Luca
-Me encantaría ayudaros pero se lo ha llevado mi mujer esta mañana y, no volverá hasta por la tarde.
No nos quedó más remedio que ir andando, con tan mala suerte que se puso a granizar.
-¡Allí hay una iglesia!-gritó Luca
Los tres nos dirigimos hacia allí y nos pudimos resguardar del granizo
-¡Por los pelos!- exclamó Brooke
Yo empecé a reírme mientras Luca abría la puerta de la iglesia
Cuando vimos lo que había en el interior nos quedamos de piedra, y yo paré de reírme
-Si tienen algún problema para que estas dos personas no se unan en matrimonio, por favor, díganlo- dijo el mosén
-No tenemos ningún problema- respondió Luca- ¡Viva los novios!
-En ese caso, sean bienvenidos-dijo el mosén ofreciéndonos asiento
Resulta que una pareja que no conocíamos de nada nos invitó a su boda, y no tuvimos más remedio que aceptar. Aunque yo estaba impaciente por llegar a Edimburgo. Por lo menos, ya no granizaba.
-¿Qué pasa?-le pregunté a Luca. Lo notaba raro, y con eso, me refiero a más raro de lo normal
-No se me dan bien las bodas- respondió
-Las bodas son algo precioso- dije
-No para mí
La novia se levantó de la mesa y empezó a recitar el discurso que se había preparado para su marido. Luca también se levantó de la mesa, y se fue a otra parte.
Brooke estaba en frente mío, le hice un gesto como diciendo “Ahora vengo” y seguí a Luca. Lo encontré sentado en la orilla de un lago que había cerca de donde se celebraba la boda.
-¿Qué te pasó?- le pregunté sentándome a su lado.
-Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida. Pablo Neruda-respondió.
-Déjate de poemas, refranes, adivinanzas o lo que sea que ha sido eso- dije seriamente
-Está bien, te lo voy a contar.
Yo estaba pendiente de él.
-Iba a casarme con una chica- empezó a decir, pero no pude resistirme, así que le pregunté:
-¿Pero cuantos años tienes?
-Veinticuatro- respondió.
Uf, solo era dos años mayor que yo
-Cómo iba diciendo-empezó a decir- Iba a casarme con una chica, pero la pillé con otro tio
-Lo siento- dije.
-Ya, bueno-respondió.
-Eh, vamos a bailar- le dije cogiéndole de las manos y levantándolo del suelo
Luca y yo nos pusimos a bailar junto a los demás invitados de la boda, algunos bailes eran en pareja, por lo que yo bailé con Luca. Y otros eran en círculo. Todo estaba saliendo bien hasta que uno de mis zapatos salió volando y aterrizó en la cara de la novia.
-¡Lo siento muchísimo!-dije arrepentidísima.
-No pasa nada, al menos no ha sido mi marido-respondió.
-Sí, al menos no ha sido el-dije sonriendo, pero hice un gesto con la mano y le derramé sin querer el vino en el vestido.
-Y era yo el que no se le daban bien las bodas…-oí que decía Luca
La boda por fin acabó, Brooke iba borracha como una cuba así que no podíamos ir a ningún sitio. Por eso decidimos quedarnos en el lago. Con ayuda de Luca la tumbamos en un banco y él y yo fuimos hasta la orilla del río.
-Me voy a bañar- dijo quitándose los zapatos
-¿Qué? ¡Estás loco!- dije riendo
Él ya se había desvestido y se había metido corriendo en el agua.
-¡Está congelada!-gritó
-Lo sé, por eso no me meto
Luca fue corriendo hacia mí, me cargó a su espalda y me tiro al lago. Yo no podía parar de reírme
-¡Está congelada!-grité
-Nada hacia mí- me sugirió
Dudé unos segundos pero al final acepté. Estábamos cara a cara, el tocaba al suelo y yo no. Yo, en cambio, tenía que nadar para mantenerme a flote. Él se dio cuenta y me permitió rodearle la espalda con las piernas y el cuello con los brazos.
Ahora, nuestras frentes se tocaban.
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Que el amor nos salve de la vida (Sheo) Colaboración con @saronaa_20 [TERMINADA]
RomansaAubrie Eagan es una joven actriz cuyo novio es un famoso cantante. Sus mimos, caricias y besos han desaparecido, sólo existen para las cámaras, y ella está triste por eso. Durante la gira de este, Aubrie y su amiga Brooke pasan unas vacaciones en Es...