4. Me gustas

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Es viernes. No lo creo. Ya una semana de que fue mi primer día en el instituto. La verdad me he acoplado muy bien y todos son muy amables, al menos conmigo.
Desde ayer no dejo de echarle un vistazo a mi vestido cada cinco minutos. me fascinó.

Brooke y yo estamos en receso, sentadas en una banca con sombrilla. Todos hablan de la fiesta de hoy, y nosotras no somos la excepción.

— Pasaré por ti esta noche.— me guiña un ojo

— No puedo, mi madre dijo que ella me tiene que llevar, esa es su condición para que vaya.

— Entonces... ¿puedo llegar a tu casa y nos vamos juntas?. No quiero llegar sola.— me pregunta haciendo puchero.

— Claro.

Mi vista se desvía hacía un lado de Brooke y en una esquina se encuentra Evan, recostado en una pared. Mirándome. ¿Qué le pasa? Sé que soy hermosa pero debería disimular. Puedo sentir como me pongo roja.

— Brooke, disimuladamente mira hacia atrás.— le digo en voz baja

Mi amiga voltea su cabeza lentamente. Vuelve a mirarme y ella aprieta sus labios.

— Sin duda le gustas.

— Sin duda estás loca.

— Bueno, eso no es novedad. Acéptalo a ti también te gusta.

Miro mi cabello mientras juego con él.

— ¿Me sigue mirando?
Ella hace un movimiento y responde:

— Claro, y más esta noche con ese vestido.

Vuelvo a mirar hacia la dirección de Evan. Maldición, me sigue observando. Él me sonríe y camina hacía mi. no puede ser.

— Hola.— saluda Evan y se sienta en frente de mi.

— Yo... mejor me voy. Bye envidiosas.– se despide Brooke. Nos manda un beso mientras se levanta y se aleja.

Evan me sigue mirando sin decir una palabra. No sé si iniciar la conversación o callar. Si, probablemente calle hasta que él diga algo.

— ¿Porqué me mirabas?

— ¿Disculpa?.– respondo indignada y burlándome de lo que acaba de decir.— ¿No es al revés?

— Ya ya, lo siento. No puedo evitar mirar niñas hermosas, como tú.

Comienzo a sentir el calor en mis mejillas. ¿Porqué me dice eso?.

— No tienes que repetirme que soy hermosa, ya lo sé.– digo intentando ocultar que me alteró lo que acaba de decir.

— Está bien. Pero puedo mirarte ¿cierto?, eso no está prohibido.

— Pues me miras como si estuvieras planeando secuestrarme.

— ¿Quién no lo haría?

— ¿A qué hora comenzará la fiesta?.– desvío el tema

— A las ocho.– parece que va a decir otra cosa pero suena la campana avisando que terminó receso.— entremos.

(...)
Son las 7:00 de la noche. Es hora. Ya tomé una ducha y observo mi vestido, otra vez. Claro, no tardo en colocármelo. Me miro unos segundos más en el espejo y me aseguro de que todo esté en orden. Me dirijo a mi tocador, tomo asiento y saco todo mi maquillaje. En realidad, no me maquillaré mucho... me coloco una base super natural, doy un poco más de color a mis cejas, delineo mis ojos, aplico rímel en mis pestañas, un poco de blush en mis pómulos y finalizo con un lipstick tono nude. Me encanta mirarme en el espejo, hasta el punto de que me guiño un ojo y me lanzo besos. No soy vanidosa, solo me gusta como me maquillo. No le hago nada a mi cabello, pues me gusta como es, y no quisiera maltratarlo.
Al estar lista, tomo mi celular. Veo que tengo un mensaje de Brooke avisando que ya viene, y del grupo diciendo que ya casi están listos. Releo el mensaje que Evan envió hace unos días por la noche y veo que lo dejé en visto, claro, porque no supe cómo responder.
Evan: Adiós guapa

INTO YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora